domingo, 23 de febrero de 2014


Lo mas lejos

 

Siempre que puedo utilizo palabras del diccionario, otra cosa es que lo haga correctamente, y esta me preocupa, pues la verdad es que con ella  se pueden tener serios problemas de cómo conjugar con acierto, y por lo tanto su uso parecería temerario. Esa debe ser la razón por la que tantas caen en desuso, cuando pudiendo estar en el candelero por su fonética, y en boca de todos, a la ultima, por su significado, pues parece que su pronunciación y significado no es lo que se dice, naturalmente, políticamente correcto.

Se tata de “acaloñar” ,verbo de la primera, que lo mismo sirve para una cosa , que para todo lo contrario, para lo publico, que para lo deportivo, pues dice mi diccionario que acaloñar , por mas que se empeñe mi ordenador en poner acalorar, que es otra, significa calumniar.

Lo curioso es que acaloñar también sea “pedir responsabilidades a quien las tiene”, de lo que se deduce que si le pedimos cuentas a la responsabilidad, esta también puede optar por creer que se le está calumniando. De ahí, lo de los contubernios, (convivencia con otra persona) y (alianza de intereses censurables). Cuando se busca la verdad, siempre aparece el contubernio. Será, acaso, que la responsabilidad no está para que se le exijan cuentas, pues de ocurrir esto, como que de repente, el democrático derecho, queda convertido en una calumnia.

Por todo ello me quedo con “Absit”, que además de ser mas elegante, lo es aun más cuando puede emplearse, sin miedo a las represalias, como destino de los que pueden sentirse acaloñados, que no calumniados, cuando encuentran la salida airosa en el doble sentido de este laberinto de setos, que no setas, con diseño de vanguardia. No dejo de pensar lo requetebién que estarían todos los acaloñados juntitos, allí en el “absit”, maquinando sueños para los camarones, aunque alguno añore, si las facturas lo permite, que estos fueran, a ser posible, de mayor tamaño. Como las setas de la Encarnación.

Si bien es cierto que las setas siempre van mejor como guarnición de la caza, en absit, hermano lobo, los cartuchos que valen son los de papelón de pescao, después del quinario, por eso nos viene el verbo encarnado, que no rojo, al que tendremos, laicamente, que rendir las cuentas de nuestro acaloñamiento, por no decir camándula, que esa es otra.
Sevilla a 24 de Diciembre de 2006
 Francisco Rodríguez Estévez

 

No hay comentarios: