lunes, 28 de septiembre de 2020

 

Poca broma

 A Metropol ni en el sueño del doctor le cabe posibilidad alguna para realizar la estación del  deseo, metro de alcaldía,  ni el deseo de tranvía, ni siquiera de Sevilla. 

La Alameda, ¡Ay, Encarnación! tuvo por años el agujero negro de un metro imposible que resolvieron en tanque de tormentas. 

Del 73 al 2003 treinta años por hacer algo en la Encarnación, y nada peor, salvo setas le pudieron crecer. Palabra de Sánchez.

La Encarnación de las curvas, como si se tratara de una vanguardia de desconocimiento tan propia del papanatismo de políticos con el síndrome de emperador,  pues seguro que      ni sabrían que ya hace mucho tiempo que el príncipe de las curvas Niemeyer realizó  paredes retorcidas, como dalinianos “relojes blandos”, nada nuevo en la patochada de lo de las setas, pues si la arruga es bella, lo difícil era construir una plaza municipal de abastos como Dios manda. Eso, si, contabilizar el Equipamiento de los puestos por 4.400.00 euros, ni le arrugaba los numeros.

La sinuosa calle de doble curva, esa que durante una década recibió la salida caliente del escape de un deficiente sistema de la obsoleta climatización ya fuera de catalogo, que siendo así , hasta cabía pensar incluso en la cuadratura del círculo, ya que era de esperar cuando en el inicio de la curvatura donde se dejaba escapar el aire caliente del mal bajío, con la actuación llevada a cabo, nada menos que diez años tarde, aquello se transforma con chapas rectangulares colocadas en ángulo recto, chapuza  ideal de la muerte, para formar el receptáculo, oscuro cubil, que en la negritud de su pintura mas recuerda un ataúd.

Curva y recta unidas para encerrar el chorro de aire que queda prisionero en la cuadratura del círculo, tal como  si el invisible soplo de Eolo lo fuera de Vitrubio, para que ya no pueda escapar del encierro, salvo por la cuadricula del vuelo y el agujero le lleve a salir del laberinto como ya soñó Dédalo para escapar de aquel lugar, y esparcir la miasma de sus entrañas, fuera del la sinuosa calle que ahora deja sentir el frescor de la corriente Norte como soplo de vida.

En la curvatura rectilínea, ahora catafalco, pared recta, pared derecha, la pared inventada, pared de acero, mausoleo de la curva, caja negra, es de desear que quedará encerrado definitivamente el efluvio que durante diez años, diez, estuvo resoplando a cuantas personas transitaron por ese túnel, acaso algunas buscando una de las pesadas hojas de las puertas manuales que tiene esta plaza municipal de abastos, y que algún día las responsabi8lidades que son dos la municipal y la concesionaria, lleguen a pensar incluso en la laxitud de los placeros que la Ley dice puertas automáticas y en las sanitarias se exige la renovación aire. Poca broma.

Sevilla a 28 de Septiembre de 2020

Francisco Rodriguez

jueves, 24 de septiembre de 2020

Agujero negro

 


El agujero

Diez años han pasado para llevar a cabo una actuación en lo del metropol, una de las muchas que se hacen necesarias. Esta es la primera y afectaba muy directamente a la entrada de la plaza municipal de abastos, y por ende a cuantos pasaban por esa sinuosa calle, que se soñó comercial. 

un pasadizo cubierto al que llaman el túnel y al que le retiraron el elemento mas modernista que tenia el proyecto del berlines, como eran sus puertas plegables de cristal. Allí están Escondidas en un agujero negro.

Pues así indolente durante diez años, diez, la ponzoña de un aire caliente impregnaba a cuantas personas llegaban, dándose por sentado que ese chorro llevaría miles de bacterias expulsadas de algún sistema mal realizado.

 Diez años, diez, se ha tardado en esta elemental rectificación, acaso por la posibilidad de que entre las bacterias que viven en esos sistemas de climatizadores obsoletos, pudiera generar una colonia de virus, que son palabras mayores en este tiempo, si están coronados.

Para tal menester se ha realizado un agujero en el vuelo sin carga de un lateral que decora una curva en la escalera Norte, escalera partida apenas utilizada ni por los que se equivocan, tal vez en ocasiones los pequeños se deslizan por la base del P-1, utilizándolo de rampa de juego, un peligro. 

Pues allí, en ese vuelo, que no soporta carga alguna, se ha retirado durante tres días tal cantidad de escombros como resultado de la realización del agujero  de escape para que definitivamente el aire caliente no vuelva a invadir todo el espacio de la sinuosa calle cubierta, ni largue ese soplo tan desagradable que se ha soportado durante diez años.

Ver la demolición del pequeño espacio, permite imaginar que La fabricación del vuelo no deja de ser un verdadero agujero económico, con sesenta centímetro de hormigón, y dos láminas de chapa de hierro de gran grosor a modo de lujurioso encofrado lo cual a dejado ver lo que permite intuir los altos costos de lo inútil. 

Un butrón inaccesible. Ni que decir tiene que para realizarlo diversas maquinarias percutoras, cortadoras de hierro, y una cuadrilla de hombres incluida una grúa ex profeso han librado durante una semana una dura tarea para realizar el agujero de marras. Ahora viene la solución.

Divierte pensar en la que se ha empleado, y solo para tapar la salida de aire caliente, nada menos que han utilizado varias chapas lo suficientemente gruesas que ya parece desproporcionado, solo para realizar una pared, eso, sí, DE HIERRO, lo cual ha llevado gran cantidad de soldaduras y una semana de trabajo, oficial y peón, además realizar una puerta de bisagras, y su bastidor del mismo material, y acabado en pintura negra. 

Para la salida de aire caliente, que hacia algún sitio debería ir, idearon dispersarlo, expandiéndolo a la calle a través de unas rejillas sujetas a seis pletinas de hierro soldadas a puntos que quedaron de la que fue retirada y que estaba bajo la enorme capa de cemento.

 Por suerte nadie pasará por ese lugar, mero adorno curvo de una escalera “caprichosa”. A partir de ahora el aire caliente calentará con toda seguridad la chapa de hierro, lo mas seguro sea que irradie el calor acumulado. 

Como todo en estas setas el agujero ha empleado todo los recursos económicos que hubiera costado las puertas automáticas, y si apuran instalar el renovador de aire de la plaza municipal de abastos, y a esta tapa de hierro le bastaba colocar una hilada de ladrillos que además de aislante la pared resultante, por más que fuera blanco del grafiti, además de mas eficaz hubiera dado para reparar muchas deficiencias, pero lo del metropol siempre será un agujero.

Sevilla a 24 de Septeimbre de 2020

Francisco Rodriguez

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Ulyses

 


martes, 23 de septiembre de 2014

Que estás pensando

Parece como si facebook no dejara de preguntarme, y nada pudiera ser imaginable como para llegar a contarse, pues sería como si en su regreso a Itaca, ya pensara Ulises, que todos los sucesos que le acontecieron darían para una historia. La historia se repite.
Pudiera ser, que esto llegara con el tiempo a entenderse, acaso mucho tiempo, pues serian muchas lecturas, tal que algo así, como en de Joyce si la compresión del lector llegara a tiempo de entender a Leopoldo.
Vendría a ser, si pudiera a través de la palabra escrita, describir lo que llegaría a sentir Gregorio Samsa, al punto de eclosionar de su ooteca de blatella germánica.

Nada seria comparable si escribo como, pero no el cómo de una puerta automática que por más que se resistan acabaran instalándola, es aún peor, se trata de la desventura que causa el infructuosos intento de poder llegar a traspasar un puesto en lo de las setas, y ríanse de la Odisea, comprenderán al dublinés, lo de la metamorfosis les parecerá, un cuento de Calleja.

Para cuatro años advirtiendo que la omisión de la puerta, omisión de la Ley, para nada le importa ni a la responsabilidad, en este caso dos, ni a la oposición, otras dos, y para nada ni a clientes, ni a vendedores, lo cual demuestra la laxitud imperante.
Cuatro años intentado llegar a la dorada orilla, y desde el carajo solo se vislumbran acantilados golpeados por las fuerzas de las negras aguas.

Cuatro años tratando de explicar lo que es una licencia de venta en plaza municipal de abastos, cuatro años buscando a interesados con disponibilidad económica, y el mayor interés en implantar sus productos en un lugar lleno de errores del que tenía que hacer bondades, un lugar que en su estructura aparecen demasiadas mordidas, que hacen que la odisea sea un continuo juego de la oca, a oca y tiro por qué me toca.
Cumplimentar la inclusión en Comerciantes del mercado de la Encarnación, con su partida estatutaria y demás requisitos, para empezar, la preparación del documento de cesión y la mordida del Excmo. Ayuntamiento, y la posterior comunicación a la Concesionaria, no parecía ser cosa fácil, mas cuando las partidas se incrementan con gastos mensuales que en el triunvirato lo colocan en más de 800 euros mensuales, y con los impuestos, energéticos, fungibles, cuota de autónomo y mínimo sueldo, la cosa alcanza cotas que hacen imposible llegar a encontrar el sustituto que pueda evitar que un nuevo puesto pueda caer en las garras de Sacyr, y van cuatros, y otros tres apuntan el mismo destino.
Era evidente que el contrato tuvo el placet de los que deberian de estar en el interes de los placeros y por contra lo hacia de su minuta, y la falta de tutela de la Administración, ediles y funcionarios, dejaba esta plaza municipal de abastos, laberinto con Minotauro, entregada a su suerte. La concesionaria.

El punto se complementa que tiene la facultad de asumir con alquileres a la baja, tareas propias de la propia Delegación, que mirando hacia otro lado permite que se puedan cambiar las especies de los puestos, cuando existe un más que suficiente servicio, de tal suerte que devalúa toda posibilidad de llevar a cabo el justo traspaso.
De igual manera, en su manifiesta despreocupación, ni mira si dispone de cuarto de laboratorio para el veterinario, oficina municipal, y despacho de dirección, según se dispone en el capítulo II artículo 10 del Reglamento de mercado vigente en el tiempo de ejecución de este, y por lo tanto sujeto al mismo, tal como las dimensiones del viario etc. Vágatelas donde hay leyes que n se cumplen, ¿Qué puede importar un reglamento municipal, o un PGOU, quien dice de responsabilidades a estas fechas.
Para mayor despropósito consentido, la empresa coloca su oficina en una habitáculo de terminaciones multifuncionales, eléctricas y distintos relej de automatismos y seguridad, lo cual puede resultar peligroso, y la administración ni se inmuta, y en lugar de pasar la disposición de este local que alquila para la distorsión del equilibrio que ya llevó eliminar hasta quince puestos del anterior mercado provisional, la concesionaria alegremente dispone a alquilarlo cuando lo conveniente seria que lo ocupara como oficina y posiblemente estaríamos más tranquilo. Ni caso.
Sevilla a 23 de septiembre de 2014
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 22 de septiembre de 2020

 


Otoño

Las seis de la mañana tiene el amanecer oscuro casi negro en el cielo que en cada paso va tornando lentamente en azul que en la soledad de la noche que se marcha nos permite ver algunas tintineantes estrellas que hacía tiempo que no las observabas. En la encrucijada de mi caminar por la calle, que alguna vez  se llamo Real, el poniente asoma el lucero del alba, ahora Venus, me detengo unos minutos en contemplar su brillo, la brevedad ha transfigurado la negritud en un alba de celeste bienvenida al otoño que se inicia.

lunes, 14 de septiembre de 2020

 Lo que hay que ver, ni te lo imaginas

 (11 de Agosto de 2008)
Cosas veredes, que harán temblar las paredes
Lo que queda de Metropol Parasol, (lo de la Encarnación), si se le quita la estación del metro, (el subterráneo que de llegar no se sabe para cuando) y la parada del metro centro, (también llamado tranvía de trazado imposible, y que solo se hace posible, por imposible, como lo del Metropol Parasol, (lo de la Encarnación) con más dinero) todo lo que podréis ver será, solo madera, madera y más madera.

Y si a todo ello se le suman las acciones a llevar a cabo, como las medidas de tráfico (más conocidas por espantaclientes), y se le une lo que hicieron con el alejamiento de los autobuses, ¿qué le quedará a lo de la Encarnación?, para que se le pueda alegremente vaticinar el futuro de que aquello, ( con una afirmación de tal rotundidad que solo un visionario podía atreverse a realizar) entendiendo que solo puede ser un éxito, al que no se le contempla el fracaso, pues está pensado e ideado como locomotora del sector comercial, especialmente para recuperar una zona totalmente degradada, por treinta y tantos años de abandono y que como tal recibieron. 
Justo a la que le idearon algo impactante y transgresor, como lo que se está haciendo en lo de la Encarnación (millón arriba, millón abajo) y que dijeron que había que realizar , al objeto de crear nuevos referentes, en especial de vanguardias, modernos y rompedores para llenar un vacío de muchos años de inoperancia e indolencia municipal, y sobre todo, compensar a los pobrecitos placeros, esos que tanto tiempo llevan resistiendo en la provisionalidad.

Pues si a todo lo anterior restamos el yacimiento arqueológico; El pasaje comercial de primeras firmas; La plaza publica en altura, especial para eventos y conciertos juveniles, (el botellodromo) y el mirador social panorámico, con su restaurante para 500 comensales, aparte de las medidas de seguridad, y los seguros, por si alguno se quiere marchar sin pagar haciendo puenting, parece que solo queda el mercado ampolla, antes dedalito, (cuando los puestos fueron diseñados para encrespar a los placeros como cuarterones de circunferencias, y salieron, como no podía ser de otro modo, redondos, como los discos sorpresas de fundador), para acoger a una parte del reservorio de los placeros que aguantaron bajo las chapas.

Con unos costos que parece ser es cosa atada de antemano, con una inauguración que aun es cosa secreta, y prevista para antes de Navidad, cosa difícil, con un compromiso “cosí cosá” más propio de nosotros que, por ser cosa rara, mas parece cosa nostra, y en lo que, por aquello del amarillo, puede que sea cosa nefasta, y por los costos cosa imposible.
Por todo se puede afirmar, cosa indubitada, que como no tenga un principio inaugural de la totalidad, cosa plena, y con resonancia a niveles internacionales, aquello será cosa perdida, e incluso cualquier cosa, pero con los días contados, pues es cosa sabida, que lo que queda para convertir aquello en una cosa que tienen más que pensada la concesionaria, para recuperar la inversión, cosa justa, es eliminar, cosa inevitable, lo que queda, cosa probable, dejando simplemente que la cosa empiece a funcionar, cosa posiblemente difici, y por supuesto que sin fotovoltaicas, que es cosa energética, pues no es cosa de actuar en consecuencia, y mejor solos que acompañados. Tanto aguantar, y hay que ver, lo que son las cosas. "Pobresito" los placeros Se quedaran sin nada. Ya lo vereis.

Sevilla 11 de Agosto de 2008
Francisco Rodríguez

lunes, 7 de septiembre de 2020


Eco,eco,eco

 Casi diez años después de que tuviera lugar la polietapica inaugural, zona cero, del capricho del doctor, aparece en los medios un lejano eco de la tontería. Mas parece que “la ocurrencia” fruto del papanatismo, que bien la calificó de tal suerte aquel que de modernidad y arquitectura anda sobrado de galardones y premios, pues como que evidentemente ahí está, y no es la Puerta de Alcalá.

Este recordatorio enumerado como error constructivo en la ciudad, como que ni hacía falta, mas en esta olvidadiza ciudad. Las setas ya son del pueblo en palabras de Sánchez, doctor Sánchez, que puede importar que el paseo panorámico socializado no se completara por “razones de seguridad”, a  que cuentas puede importarle la cuenta de resultado y la aportación que de esto la cubre las arcas municipales, tanto en efectivo como en especies por cantidades que  incluso el tio de la tiza se da cuenta de lo caro que está el vino.

La plaza municipal de abastos, la céntrica plaza del mercado de la Encarnacion, fanal acristalado, laberintico lugar, el de la sinuosa calle que nunca, salvo en la imaginación de aquel mentor que ahora profesa zen, y hacia encajes de bolillos financieros en lo de la Encarnacion, antes llamada Metropol, por lo del metro, un lugar que el visionario y el doctor, tanto montaba que se cayó para callarse, y cambió por Celis camino de la Gloria, y luego Rey que puso como premonición piés en polvorosa, cuando aun no había sonado la batucada, y el griterío esperaba en los alrededores.
¡Que recuerdos traen estos ecos del pasado!. Todo está igual.
Después de casi diez años, al menos ahora están por hacer algo  y evitaran que el sistema de maquinarias  siga expulsando el  mas que posiblemente contaminado aire caliente justo en el paso de los transeúnte de la sinuosa calle, donde perduran las pesadas hojas de apertura manual donde cien manos se agarran a las barras de cada puerta, desde el punto de vista comercial con desacertada ubicación. Nada que decir del higiencico. 
Bueno pues eso, eco de la prensa, en nada hace referencia a la plaza municipal de abastos, pues el galimatia de plaza azotea, mirador social, suvenir, ciudad de Hispalis, peste incluida, y atoramientos semanales, apenas es un cuchicheo en el silencio de la desértica plaza municipal, plaza municipal de abastos de la ciudad de Sevilla, dado que ni será emporio de riquezas, lugar emblemático, sinergia de comercio y locomotora del sector, gracias a los pobrecitos placeros que hay que tratarlos con mimo tal nos decía el doctor Sanchez, que solo era médico, y del que no queda ni el eco. Setas, sí. Y ya sabéis como fueron conseguidas, está en la hemeroteca.

http://www.manueljesusflorencio.com/tag/setas/page/2/
Sevilla a 7 de Septiembre de 2020

Francisco Rodriguez

miércoles, 2 de septiembre de 2020


Cuando termine la cuarentena ¿qué vas a hacer? (Galería) - Los Angeles Times
Hacen cosas

Tenía decidido dejar aunque no fuera definitivamente esta historia por tiempos aparcada, pero no podía desistir de hacerlo a la vista de lo que acontece. Cuando estamos a la puerta del décimo aniversario de que esto de las setas tuviera la primera polietapica inaugural, cuando durante diez años la ponzoña de entrada en la sinuosa calle diera la bienvenida a cuantos trataban de encontrar puertas en el laberinto, justo antes de que la gota malaya, la incesante gota del escondido bajante encharcara durante años el suelo donde existieron las escondidas puertas modernistas, pues le ha llegado el tiempo de realizar una intervención. 
La primera en lo de las setas, plaza municipal de abastos, como el inicio de las múltiples actuaciones rectificadoras que deberán de llevarse a cabo.
Era evidente que tantos errores a la vista que, aunque fuera tarde, y diez años son demasiados, era de cajón que algún día se llevaría a cabo las rectificaciones que al fanal le son necesarias ineludiblemente, otra cosa es que las realicen.
  No solo esta que evitará en lo sucesivo que siga expulsando el contaminante aire caliente de entrada, y que la gota fluya definitivamente por la canalización adecuada en lugar de tener la caída en la cabeza de cuantos pasan, y acabe en el deficiente alcantarillado que semanalmente llena de  bajío la succión que realizan los camiones de desatascos, tal que fueran tan mal realizados que más parece que los retretes son utilizados por miles de personas, y pagan treinta.

Coronavirus | COVID-19 | CamfilLas advertencias de las autoridades sanitarias en esta pandemia que asola al mundo,  son airadamente claras  y obligatorias para que los lugares cerrados sean, cuando menos, ventilados en especial aquellos como esta plaza municipal de abastos que carece de sistema de renovación de aire.
 Todo deja ver que son elementos intencionadamente olvidados en tanta modernidad, como la ley de accesibilidad para que dispongan puertas automáticas eliminando las que dispusieron con tiradores de mil manos en las pesadas hojas de apertura manual. Algo evidente que  debería de realizarse de inmediato como medida sanitaria que eviten posibles contagios. 
De igual manera todo hace indicar que los filtros del sistema no llevan las revisiones, acaso carezca de ellos.

Diez años para hacer algo. Siempre algo es mejor que nada. En lo de la Encarnación aparte de lo de las fotovoltaicas puede ser que sigan haciendo cosas.
 Los placeros, tal como los clientes y paseantes  que llegan a diario por ese desacertado lugar de ventolera desagradable, sin duda notaran que ya lo le impregnará la ropa, de lo que desprende,  y el aire caliente se dispersará por los aires. ¡Hacen cada cosa!.

Sevilla a 2 de Septiembre de 2020
Francisco Rodriguez