sábado, 29 de septiembre de 2012

Responsables




Responsabilidad dice el diccionario de la lengua española, en la tercera aceptación, como la que más se le puede aplicar al asunto de lo de la Encarnación, el siguiente tenor:

“3. Cargo u obligación moral que resulta para uno del posible yerro en cosa o asunto determinado”.

Comparte, Ayuntamiento y concesionaria, ambos dos en esta plaza de abastos municipal las obligaciones del posible yerro, es decir las obligaciones de reparar los negativos resultados que son causados por la aleatoria apertura de las puertas, y como no, también el dejar sin atender el razonamiento de colocar una nueva justo en el lugar que el publico determina cada día donde debe de colocarse.

Los responsables de este asunto están enterados suficientemente, diría que saturados de información, petición, y ruego, pero hacen todo lo posible para que la demora se eternice, es decir nada, y así continúan, como esperando que sea el tiempo quien soluciones el asunto, como si no fuera su responsabilidad, en la responsabilidad.

Los responsables que de una parte tiene pobre argumentos, incluido los imposibles, pero se obstinan en continuar la propaganda con lo de hacemosloimposible, de la otra, incluso sus argumentos son de los que pueden causar risa, si no fuera que se trata de algo bastante serio, esgrimiendo en la confusión, que conseguir que la respuesta tenga un estudio técnico previo, con el fin de optimizar el recorrido del laberinto no parece lo correcto en este caso, y piensa que tal actuación puede tener una connotación militar del tiempo de la colonia. Tu quoque, Brute, filli mí.

Hoy cuando el bullicio se hacia presente en el laberinto, la soledad se había implantado en la desértica calle en demasiados momentos de una mañana que podía haber sido de venta propicia. Algún día será mañana.

La anécdota, la produjo dos matrimonios de minusválidos que llegaron montados en sus correspondientes carritos eléctricos. Debo de entender que por suerte para ellos, era justo el lugar donde podían realizar sus compras, por cuanto toda la atención estaba en ellos.

Sepan que eran turistas holandeses, así que tuvimos que entendernos entre un poco de mi ingles macarrónico, y el dominio del esperanto del mimo que se me da bastante bien para mi poliglotismo, pudimos enteramos de lo que querían comprar. Su pedido era jamón, pero ni se pueden imaginar el cuadro cuando advierto que uno de los hombres con sus brazos y piernas paralizados solo puede mover un dedo de su mano izquierda y la cabeza, eso era toda su movilidad, pero parecia increible la presteza conduciendo su vehiculo especial..

No podía mirarle a la cara, por el dolor que me causaba su desdicha, a pesar de que era el que tenia algún conocimiento del español. La situación se me hacia un nudo cuando la señora desmenuza mínimamente la finísima prueba que me solicitaron para testar el excelente jamón que podía dispensarles,  para delicadamente introducir los minúsculos pedacitos en su boca. A nada que llego su dulce sabor a las papilas gustativas realizo un comentario favorecedor asentando su preferencia.

Me llego una preocupación razonable cuando empezó a carraspear el efecto de la bellota y los 45 meses de curación. No hubo cuidado se le veía contento, y todos sonrieron por lo cual tuve que ampliar la prueba haciéndola extensiva a los cuatro.

Una felicidad, un regalo verles contento en su extrema situación, muy similar a la que padece mi amigo Paquito, cuponero que cada día intenta quitarme de este lugar con jubilacion de oro, que poco mas que un brazo el derecho y la cabeza le funciona, pues por días pierde ese brazo izquierdo que se empotra en el volumen de su tremenda humanidad, y se me hacia un mundo saber que han llegado haciendo turismo, hasta donde el Duque de Alba tiene casa, tan alegremente, como si su incapacidad no existiera. ¡Quien dijo, miedo!

Para finalizar, la foto de rigor conmigo de protagonista y aquel hombre cogiendo con su único dedo el jamón de pega que le descuelgo para la instantánea por lo que se llevara un recuerdo de la simpática anécdota. Les acompaño hasta la salida , agradeciendole la leccion de vida que me ofrecieron, y les abro la puerta de dos hojas, pues como todos sabéis, incluida la responsabilidad, de que no exista una puerta automática de la que ni hiciera falta un solo dedo para abrirla, en lo de la Encarnación, lo mismo puede ser una irresponsabilidad, es decir que no tiene responsabilidad, ni quien la asuma, que ya sabemos lo que dice el diccionario.
Sevilla a 29 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 28 de septiembre de 2012

El pez volador




Debo de admitir que hoy tocaba contaros lo del pez volador, más que nada, para acabar con la impaciencia y la curiosidad por conocer lo que aconteció, pero cuando estaba en ello, vi  por la panorámica que pasaba el doctor Sánchez, lo hacia cabizbajo, tal que ni siquiera le dirigió una mirada a su megalómano capricho. Pasó mirando al suelo como temiendo tropezar con algunas de las losas rotas que se han levantado y que ya ha costado, ademas de lo suyo, varios batacazos, por el momento todos leves.

Comprobando la mala calidad, acaso la calidad inapropiada de los materiales empleados, para el uso al que iban a ser sometido, no puede nadie pensar que el doctor fuera responsable directo, cuando tenia un sinfin de asesores de pago, pero no por eso podemos dejarle sin responsabilidad, aunque no creo que sea posible que la asuma ni el, ni la rosa, cuando menos la de perpetrar su caprichosos icono, y como no, rodearse de tanto inútil suelto como para obtener, el  pésimo resultado que, incluido el “emblemático”, puede advertirse.

Después de veinte meses aun no se ha puesto en marcha, y Dios no lo quiera, ninguna de esas fuentes bultos, en las que más de una caída ha ocasionado meter el pie en la canaleta circular de desagüe, previsiblemente atacada, y como diria un palmero, es que la gente es muy distraida.

Eso por no hacer ningun comentario del sevillanisimo estilo de los parterres que tan bien conjugan tanto con las fuentes de los surtidores inactivos, como con las escalinatas privatizadas,esas a las que cada mañana el vigilante las libera de las vallas de quita y pon, con las que indican que aquello no es una plaza publica, ni las escaleras tampoco.

Tampoco es público el edificio que ocupa las dependencias municipales, a pesar de que se trata de una propiedad municipal por la que se paga alquiler con dinero publico a la entidad privada. ¿Se entiende?

Hoy los visitantes que vinieron no tuvieron mas historia pues los del primer grupo, procedente de China, solo se hicieron fotos con el enorme jamón de “pega” que cuelgo como llamada de atención, el otro fue mas numeroso y procedían de Italia, no se hicieron fotos, pero andaban tan cortitos que las ocho personas tres matrimonios y dos amigas,presumiblemete pensionistas consumieron por un total de doce euros de “tres heto de prochuto bel-lota, tayato sutile, e morbido”. Todo un negocio en este día en el que también vino mi compadre, que es mago, y al menos este me salvo la venta.

Como continuamos sin noticia acerca de cuando llegarán las distintas responsabilidades que tienen anunciada, y prometida, sus visitas de manera oficial, oficiosa, y si me apuran casi de amigos, para tomar café, intentare, si es que vienen, todo lo que me sea posible para hacerles entender, sin complicaciones ni violencias, lo sencillo que es lo de la puerta, cosa que por el momento no parece fácil. Pero después de haber visto bajar a un enorme pez, acomodado en un monovolumen, y salir volando por el interior del laberinto, lo de la puerta se me hace como una broma mas propia del doctor, que después de veinte meses ha pasado con la cabeza baja y mirando al suelo.

Sevilla a 28 de Septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 27 de septiembre de 2012

En otra ocasión




No tiene caso que hoy os cuente lo del pez volador, mas cuando he tenido lugar la visita inesperada de quien siendo importante en esta callada ciudad, no le dolieron prendas romper los silencios.

Ni podía imaginarme que pudiera ser el motivo para que se encontrara en este lugar del multidisciplinar “metropol-parasol” al que llaman mercado, y que en otras ocasiones de la propaganda también se le llegó a llamar “Emblemático”.

En la desértica calle puedo mostrarle en vivo y en directo el lugar exacto donde se olvidaron la puerta.

Con su magisterio en edificaciones tiene a bien ratificar que seria mucho más que necesario colocar una nueva puerta en el lugar indicado, que fuera naturalmente automática, para que pudiera cumplir las normativas vigentes sobre accesibilidad.

La importancia de la opinión personal que generosamente me ha brindado, se me hace, en este caso, superior a la respuesta que hubiera obtenido de su estudio profesional, por cuanto sus palabras del saber iban acompañadas de comprensión.

De su visita me permito hacer la conjetura, como Poincaré,( solo que espero que esta se resuelva a ser posible antes) aunque mucho es de temer que las responsabilidades, que son dos en este asunto, no lo ha llegado a comprender, ni tampoco por que no quieren hacer, y entonces cabe pensar, que siendo algo tan elemental en su resolución, y tan fácil ,como entender que realizar la rectificación,  que se hace evidente y necesaria, lo mismo les lleva a una mejora sustancial del laberíntico espacio, y quien quita que pueda ser eso lo que no les interesa.

Uno en estos casos advierte la diferencia entre quienes no quieren comprender, y los que son capaces de comprender, hacer, o no hacer. Lo mismo en otra ocasión se pueda dar que en la visita que las responsabilidades, que son mas de dos, tienen prometido hacer de forma oficial, pero oficiosa, casi particular, lleguen, aunque sea solo para tomar café, y entre sorbos quien sabe, si no solucionan lo de la puerta, les hablare de accesibilidad, de sostenibilidad, e incluso acerca del pez volador, eso que hemos dejado para otra ocasión.

Sevilla a 27 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hoy, ayer, mañana




Hoy no sabría explicaros como elegir el tema con el que volveros a contar de distinta forma, que no es mas que repetir una vez mas lo mismo, y que sobradamente conoceis el asunto, pero en lo de la Encarnación sucede que ningún día es igual, y da su juego. Hoy, como ayer, el público sigue preguntando por una puerta inexistente, que tiene inexistente respuesta. Algún día será mañana.

Hoy, acaso por las primeras gotas de lluvias, el publico se hizo notar en este solitario lugar, recoveco junto a la barreduela del fanal, e incluso pasaron algunos grupos especialmente de extranjeros por la desértica calle, llegándose en algunos casos a detenerse ante la pared de trasparente metacrilato para asomarse, imagino que para ver como llueve.

Hoy podía comentarles la visita de un numeroso grupo de charcuteros y carniceros alemanes, pude saber de ellos que tienen el acierto de cada año visitar los mercados de otras ciudades con la intención de llevarse alguna idea que aplicar, pues bien, como se trataba de colegas no se me ocurrió otra que invitar al que hablaba español perfectamente, para que, ofreciendole mi cuchillo, siendo charcutero fuera el mismo quien despachara al grupo, todo un éxito.

La broma, las fotos, el video, todos quisieron pasar al interior del puesto, y al final una foto del grupo en el que quede integrado.

La impresión de este era que no les había gustado como espacio de mercado, que de momento advirtieron que tenia un recorrido complicado, algo que la responsabilidad no quiere todavía darse cuenta, y que le faltaban puertas mas fáciles de encontrar.

Era evidente que estos carniceros y charcuteros alemanes, aparte de la anécdota personal de haberse despachados ellos mismos, y debo decir que cortaron muy bien tanto el jamón, como la carne que me adquirieron, no se podían llevar nada en cuanto a instalaciones que pudieran serles útil en su aplicación.

Consideraron que las luces eran insuficientes, y que los mostradores eran excesivamente altos, es verdad que en el grupo los había de baja de estatura.

No entendían como tenia el suelo de granito, que está prohibido en Alemania, y no me quedó otra que decirle que posiblemente fuera una broma del arquitecto alemán, y tampoco es explicable la cantidad de columnas, y menos la disparidad en la anchura de los viales.

Les pregunte, ¿y que me dicen de las puertas?, y el grupo, después de la traducción, lanzaron una estruendosa carcajada. Debo de traducir que estas les hicieron gracia.

En lo de la Encarnación, lo de la puerta, junto con esas otras muchas cosas, como la ventilación, los olores, el seguro de la maquinaria y persianas, la igualdad en los criterios de uso de los espacios, el horario de apertura del mercado y al menos de una puerta de servicio que evite tener que utilizar, (a los vendedores que no pueden estacionar sus coches en el aparcamiento común) para bajar la rampa de entrada de mercancías.

Como la responsabilidad mañana, como ayer, y como hoy, no es muy probable que acierte a abrir la puerta, cosa que hasta los charcuteros alemanes se dieron cuenta en su visita, lo mismo aprovecho y les contare lo del pez volador, pues esta Encarnación es todo de pura broma.

Sevilla a 26 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

martes, 25 de septiembre de 2012

Detalles




Durante muchos años de los que allí existió una provisionalidad consentida, pues si no era cosa de mas de un trienio a cuento de que se permitieron, impasibles, que pasaran los lustros.

No parecía avergonzar a nadie llegar a la década, ¡que tiempo tan feliz! Las circunstancias habían creado la división y con menos, pensaron, se cabe a más. Aun no había aparecido la menor preocupación por salir, ni mucho que pasaran veinte años. Así llegaron hasta los treinta y ocho, los treinta y ocho que saltaron hasta la modernidad sin detenerse a reparar en ningún detalle. Todo por salir.

Aun siendo la provisionalidad un bindonville de tubos y chapas, que mas parecían jaulas, sin que en estas pudieran ser autorizadas para la vida animal estabulada, y que les digo de la salvaje, donde la euforia del principio pudo permanecer mas tiempo del posible por cuanto el tiempo se encargaba de eliminar a aquellos que su propia debilidad, o peores causas, le impidieron continuar, por lo que con sus luces pensaron que aun mas pastel cabía repartir. ¡Vendedores!

Un detalle en especial se había apoderado de aquel receptáculo anticomercial donde el reservorio de supervivientes se preparaba para resistir hasta el final, y era que muchos ya no recordaban como era la desaparecida plaza de abastos,(ahora solar que no avergonzaba a nadie) y era posiblemente eso lo que la había convertido en un lugar entrañable, y que solo, al final de su tiempo, entre el abandono con prisas y bullas, se despotricó de un lugar que tanto supuso en la vida de placero de la Encarnación, y que evidentemente se realizó por la exclusiva culpa de las malas decisiones de quienes tuvieron responsabilidad, y el consentimiento de los que lo permitieron.

En el laberinto que el destino de silencio llevó la responsabilidad, con su decisión, por cierto muy aplaudida por los placeros y los dirigentes de una cooperativa en descomposición, y que ahora podemos comprobar, que se trataba cuando menos de un gran desacierto, pues, a la nada ocurrió la temida espantada de aquellos que era de prever.

En la modernidad existen detalles que avergüenzan, mucho más que la decrepitud de la provisionalidad, sin ir mas lejos, hoy, un grupo de tres turistas inglesas de edad madura, pasaron por la desierta calle con la nariz tapada con sus dedos. No es ninguna broma. Puede ser que con la permanencia ya hayamos perdido la capacidad de olerlo, tal vez hemos acabado por acostumbrarnos al que se produce dentro, y es posible que todo sea por la falta de ventilación natural, motivo suficiente como para instalar cuando menos un par de puertas mas de las que dispusieron de una forma aleatoria y sin ningún estudio previo, para que de alguna forma se pudiera optimizar un recorrido en el mas absurdo de los diseños posible para realizar una plaza de abastos, mercado emblemático, que así le llamaron en la responsabilidad municipal, para mayor aplauso de los huidos.

Por quinta vez el tirador de la puerta de dos hojas se ha roto en el plazo de veinte meses, por sexta vez el pomo de la de los servicios, y ni se sabe cuantas veces fallaron las persianas, ni las innumerables averías en las vitrinas, y hasta se han sellado las grietas de las losas del poroso granito. Son detalles que mucho me temo que sea el tiempo, mal si nos crea la costumbre, quien tenga la solución.

Sevilla a 25 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

sábado, 22 de septiembre de 2012

Mentir, o no mentir




Confieso públicamente que hasta hace unos meses, posiblemente hasta Abril, ¿pero, como? Si eso es cosa que tenia que estar hecha, llegué a créeles.

Ahora como no les creo, me podrán mentir, o puede que no lo hagan, pero evidentemente que se engañan ellos mismos.

Creo que no se han dado cuenta todavía de que ya no les tomo en serio, y es algo que lamento profundamente, por cuanto es lastimoso que algún día se pregunten cual ha sido la actitud de cada uno en esto de la puerta, mas sabiendo que se hace necesaria, aunque solo sea por seguridad y para cumplir con normativas de accesibilidad en los edificios públicos.

Mentir es algo que se escapa en las personas que tienen el suficiente criterio como para no faltar a la verdad, y para eso hace falta como mínimo tener criterio propio.

Pienso al cabo del día en demasiadas ocasiones, en especial cuando la observación me permite ver los inútiles intentos por entrar justo por un lugar donde no existe puerta, que ya de por si es algo incomprensible, no solo que no la dispusieran en el lugar idóneo, sino que el publico la busque donde no se encuentra, que intento encontrar que respuestas me preparan en la responsabilidad para cuando se acabe este silencio de espera. Y a pesar de que se me ocurren las más dispares acabo en la conclusión de que no tienen ninguna respuesta, ni lógica ni disparatada, ni coherente, ni justificada, no tiene respuestas ante la evidencia mas allá de la inoperancia, que acaso el tiempo tenga la respuesta. Pero no en este caso.

En el menage a troi, cooperativa, concesionaria y administración, rueda las patas cortas de una mentira tan profunda como la garganta y surgen informaciones que son verdaderos contrasentidos, a las que hago como que me las creo, tan solo para que ellos se lo crean. Así llegamos a las siguientes conclusiones, la puerta es necesaria, no solo una sino algunas mas, dice la cooperativa, pero lo que pasa que la concesionaria solo dispone dinero para una, y el mejor sitio es el rincón. De la escultura de Vasallo, no sabe, ni contesta.

La concesionaria dice que ella puede colocar cuantas puertas le sean solicitadas por la Administración, y siempre que técnicamente sea posible, pero no realiza un estudio de optimización para mejorar el recorrido en el laberinto. Incluso aprueba la vuelta de Ceres.

La administración dice que está para servir a los intereses de los placeros, pero nada al respecto de la automatización de las puertas, y teme que si se coloca una ante la falta de liquidez de la concesionaria, y no mas, solo es por aquello de que así se la ha solicitado la cooperativa, pues cabe temer que de otra forma todos lo placeros, supone en equivocado parecer, que querrán que le coloquen la suya junto a sus puestos, ignorando que solo existe esa posibilidad remota nada mas que en dos lugares y todo lo demás es imposible…………..Ceres pertenece a otra Cultura

Lo mismo, como hemos quedados en tomar un café repetidas veces con las partes importantes, es decir, Administración y concesionaria, (pues creo que la cooperativa, auto anulada, dista mucho de que apliquen su propio estatuto) quien dice que no se pueda abrir la puerta cualquier día de estos, sobre todo para que en el futuro nadie sienta la vergüenza que esta historia pueda causar.

Sevilla 22 de Septiembre de 2012

Francisco

viernes, 21 de septiembre de 2012

Como ayer, pero menos que mañana




A fuerza de desfigurarse cada vez parece mas vieja, casi como ayer, pero menos que mañana Cada día le aparecen a esta encarnación travestida, como disfrazada, como si fuera una singularidad que lo mismo es gasolinera, que centro cultural, que enclave en el desierto, pero que a su sombra acoge tanto al saber como a la ignorancia, al conocimiento que al desconocimiento.

Vuelve el ayer, siendo ahora, que más recuerda tantos eventos al redil de pavos, y  a las fogatas en las noches de invierno, incluido el aguardiente. Tanto ayer nos aparece hoy, que se revive al charlatán que hacia demostraciones con su cocina de petróleo, en mesita entenderengue, para freír al instante rosas de azúcar, como a aquel otro, que con un artilugio sacaba la espiral de patata, dejándola hueca y lista para rellenar, cuando no había ni para el relleno en muchas casas.

Se vuelven los tiempos atrás, aunque los tiempo no vuelvan, pero de continuo tratan de que el invento ante su previsible fracaso futurista tenga actividades pretéritas, y a tenor de los esfuerzos realizados ya solo le falta la tómbola y la montaña rusa.

Seria imposible que se encontrara para ocupar un lugar preferente otro Basilio, si, aquel hombre gordo que se murió de un infarto siendo tan joven, cuando el tenia remedios para todas las enfermedades en los saquitos de toda clase de yerbas medicinales, y era capaz de sanar tan solo viendo el aspecto que mostraba el enfermo, al que haciéndole salir de su timidez resguardada en el corro de curiosos, obligaba a tomar un extraño aparato que marcaba los latidos de su corazón, la regularidad de sus pulsaciones, y por un duro, se llevaba el remedio para curar aquello que tanto le hacia sufrir, y mas le avergonzaba.

Cuanto me gustaría que quienes no conocieron este lugar mágico pudieran por un momento imaginarlo, el puesto de Pablo, el carro de la mula, de Sosa, el puesto de helados, el de melones y sandias, el vendedor de perborato rosa para fortalecer las encías traspasando su muñeca con un puñal,, la adivinadora con su madre, el adivinador con su abuela, el que introducía enormes puntas por sus orificios de la nariz, el vendedor de calcetines indesmallables, los turroneros, los atardeceres de los domingos de invierno tomando el Sol del poniente mientras José el limpiabotas sacaba brillo a los zapatos, la fila de carrillos de batea apilados (ideales para jugar al escondite) la montaña de arena en la obra interminable de la pavimentación de la calle para retirar las vías del tranvía, los partidos de futbol multitudinarios en la calle con portería en las onduladas chapas de “Las golondrinas”.
La cola del petróleo, los calentitos de Montaño, (pavias por la noche), el parador,  el enorme anuncio en cristal de la clínica de Perales, la academia "Van Dyk" de idiomas modernos, o el rincón de Manuela, donde siempre había algo que comprar. Todo un mundo mágico que aparecía cada amanecer y desaparecía cada noche.

Ver en estos días gente vendiendo cosas, como ayer, haciendo espectáculos, como ayer, hace que desfigurándose en su propia modernidad, cada día esta Encarnación se me parezca, en su soledad, incluso a cuando podía recorrerla en su perímetro montando en bicicleta sin peligro, solo que antes me parecía todo mucho mas bonito, por que efectivamente todo era mucho mas bonito.

Sevilla a 21 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 20 de septiembre de 2012


Inodoro

Se dice del agua que es un elemento inodoro, como si fuera un retrete, acaso por eso se le dice a estos water, es decir agua en ingles.
Cierto es que las partículas odoríficas en suspensión, son capaces de impregnar no solo el pelo, si no que la ropa es lo primero que da el cante. Así los lugares pocos ventilados concentran todos los olores para que estos se adhieran en las prendas de vestir, y nos aparece ese tufillo fritanga, a tabaco, si bien en algunos casos este olor incluso puede ser corporal y propio, y tambien laboral.

Digo todo esto por aquello de que visto que acceder al centro en coche propio se hace imposible, a riesgo máximo de multa, sin no dispones de lugar donde aparcarlo, y como lamentablemente para mi, no gozo de los beneficios que supone poder estacionar en la planta sótano de Metropol, como el resto de placeros, no me queda otra que en ocasiones, cuando no nos apetece caminar la larga distancia que existe para tomar el autobús, y tener que esperar el tiempo generalmente amplio en la parada, decidirnos a coger un taxi.
Con los días se repiten estos profesionales del volante, y hay quienes ni hace falta indicarle hacia donde se completará esta carrera. Casi siempre mantenemos conversación al objeto de amenizar el viaje, así pues nos encontramos como en todas las profesiones sus singularidades. Hoy nos ha tocado uno nuevo, al que su nariz le engaña.

Hacia bastante tiempo que no advertíamos que pudiéramos llegar hasta el receptáculo del automóvil impregnados por un olor que nos delatara, pero el taxista pensó que el que advirtió a nuestra llegada era para su pituita, desplegada como perdiguero buscando los vientos para hacer la muestra, que aquello le daba olor a Dinamarca, pero que confundió con el “garum”, y exclamo en tono casi despectivo y contrariado por lo que supone que le llenen el coche con bolsas de pescado cuando el receptáculo gozaba un aroma rosa, rosa, del tiempo rosa.

La verdad es que desde hace unos días ha vuelto ese olor especial a Metropol que ha contaminado toda la Encarnación, y andan chapuceando para encontrar la solución, pero tengo la sensación de que lo de mejorar la ventilación y abrir la puerta no parece ir con ningún responsable.
Por el momento están sellando las intersecciones que quedan entre las losas de granito poroso del pavimento, sin llegar a pensar que en esta rugosidad siempre quedaran restos acumulados que no se arrastran en la limpieza.

El taxista, al que su nariz le confundió, no sabe que el olor a Metropol existe, y hasta es posible que si algún otro día coincidimos en la parada, lamentar ocupar su taxi llevando este estigma odorífico que más parece inodoro, pero lo mismo si ponen la puerta y me traigo la furgoneta no volveré a cogerle.

Sevilla a 20 de Septiembre de 2012

miércoles, 19 de septiembre de 2012

A primera hora




Debería de llevar algún tiempo junto a la puerta plegable de metacrilato escuchando el ruido del bicho expandirse por Regina, el mismo que le sirvió para comprobar en su ropa la impregnación odorífica que el aire caliente trata de alojarse en la urdimbre de su suéter deportivo, el caso es que llego con cierta urgencia hasta donde me encontraba, no sin un perceptible cabreo de una inesperada demora por aquello de que la Encarnación tuviera en la modernidad una hora de apertura tan impropia para un mercado.

Aun no tenía colocadas las mercancías propias y aunque posiblemente no me buscara, pues después de dar una vuelta por el laberinto acertó a detenerse para comprar un poco de jamón de bellota que llevarse, a modo de reservas, en el viaje que ya se iniciaba con retraso.

Podía creerle, o no, pero, a cuento de que tendría motivos para mentirme, me dice que es neumólogo, le creo.

Podría mentirme, o no, pero no en este caso cuando me comunica que en el interior de este mercado hay un terrible mal olor, que se produce por la falta de ventilación y aireación, le creo. Me habla, y podría creerle o no, de la contaminación y riesgo a la salud cuando las partículas odoríficas en suspensión pueden afectar a los trabajadores que permanecen en estos ambientes no exentos de peligrosidad. Le creo.

Le hago ver la necesidad de colocar una puerta en este lugar próximo, y por contestación que puede compartirse, o negarse, recibo en esta primera hora su parecer que no es otro que la extrañeza por que no exista, algo tan lógico como imprescindiblemente como una puerta necesaria, no solo por comodidad, mas por seguridad, y que no existan en el silencio de autoridades y placeros mas puertas y sobre todo que sean automáticas.

Puedo creerle o no, pero a primera hora compró medio kilo de jamón serrano de alta calidad, y es posible que vuelva algún día a pesar de que según me dijo y puedo creerle, o no, que había tenido que dejar su piso cercano e irse a vivir a otro lugar, solo por el terrible olor y los ruidos que se producen. Y crean que solo pude hacer para que vuelva algún otro día a este lugar inhóspito, laberíntico, poco amable, e incluso pestoso en su opinio, que se puede compartir, cuando el olfato no engaña, poder venderle un exquisito jamón serrano de alta calidad cortado en finas lonchas, y expresarle que le haría llegar su parecer que comparto a los responsables, y a los medios, lo mismo hacen alguna cosa, pero no parece probable, que sean capaces de advertir lo que si puede hacer el público, y eso parece que no es competencia de nadie.

Sevilla a 19 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

sábado, 15 de septiembre de 2012

Os informo




Como todos sabéis, y de no ser así os informo de este asunto de “puertas adentro”, que acaso os resulte ajeno pero que tiene su interés, ya que por extraño que resulte, en lo de la Encarnación, eso que mas pareció que fuera todo un capricho, e incluso una casualidad, por cuanto que la superficie para realizar el mercado origen de todo quedó tan raro y deforme que cuando le metieron mano (mas pareció la pata) y en la duda rifaron donde colocar las puertas en el laberinto que resulto ser aquello que aun busca a su autor.

Bueno pues desde el primer momento, acaso por conocer, por cuantos años llevo en esto, creo saber como, y como no, debe de ser una plaza de abastos, cosa que no es difícil si tenemos sobrados ejemplos, y a esto, ni se sabe como se podría llamar, pero era evidente que, en cuanto a las puertas que dispusieron, se quedó mas que sin nombre.

En ello se podía comprobar, cosa que ni el responsable de la parte contratante, ni es representante de la parte contratada han realizado, que el publico busca una puerta desesperadamente, justo donde incomprensiblemente no se dispuso.

Ni que decir tiene que a lo largo de los veinte meses, tiempo largo en el que llego a cambiar el gobierno de la ciudad, incluso para colocar una puerta, o dos, había quedado mas que expuesto y probado la necesidad de reparar el intencionado olvido de un anónimo autor que en su ignorancia se atrevió a diseñar sin criterios ponderados lo que debería de ser el mercado emblemático de esta ciudad.

Justo en el mes de Marzo teníamos la noticia de su inminente realización, y en Abril ¿Pero, como?, si eso es algo que tenia que estar ya hecho. Y ya ven en Setiembre.

En Junio apareció otra idea que cambiaba el lugar de la colocación de la puerta, por mas que todas las partes están de acuerdo que hacen faltan mas puertas. Y ya ven, en Septiembre.

La puerta de Poniente tendría una pequeña modificación para encontrarle un emplazamiento idóneo para que la Diosa Ceres vuelva a la Encarnación. La puerta de Poniente se exige que sea automática, como es obligado, para que la puedan utilizar las personas de movilidad reducida, La puerta de Poniente ayudará a los clientes a salir del laberíntico trazado y permitirá la entrada de cuantos la buscan sin lograrlo.

Los placeros en sus luces, la parte contraste resistiéndose, y la contratadora en otros aires, hace, y así os informo, que todo parece indicar que en breve se abrirá la puerta en el rincón Norte, pero por mas que esto sea bulo mas que noticia con seriedad en esta Encarnación de bromas. No nos queda otra que esperar, por lo que seguiremos insistiendo en nuestro razonamiento, pues por mas que les cueste llegará el día que lleguen a entenderlo.

Sevilla a 15 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 14 de septiembre de 2012

El diamante




Con la broca en la mano se dispone a tallarme uno de los pocos diamantes que aun me queda. Su experiencia le lleva a dar simplemente un toque para retirar una pequeña arista que se le producido justo en un lugar que no tiene demasiada importancia para ser un diamante de amalgama, y que por suerte, la fisura no ha afectado para nada al débil marfil que tan mal cuido.

La sesión dura unos pocos minutos, los que aprovechamos para recordar los casi cincuenta años de amistad, que tanto me valieron para conservar este tesoro que me cuida, y al que poco cuidado pongo.

Con el ruido de la fresadora bucal realizando el perfilado lubricando sus giros al chorro de agua, y con el tubo de succión alojado debajo de la lengua, mi amigo, entre adulaciones que por el cariño que me tiene, y como todo buen profesional que se precie en estos casos, como es tener un paciente en el sillón con la boca abierta, y que no le puede contestar, me habla en confianza. Sin duda es una actuación metodológica para restar la tensión que en ese lance se produce, y que dirán que saca a relucir, para calmar el momento, ¡efectivamente¡ lo de la puerta.

Mi buen amigo, con la convicción que le da saberse un hombre de éxito en todos los niveles de la vida, como hijo siguiendo la estela de su padre, como profesional de la medicina, como padre de una zaga que continuará en su buen saber, y sobre todo como persona, me habla de la puerta que tantas veces he venido diciendo que hace falta en lo de la Encarnacion, pero esta vez teniéndome imposibilitado para responderle, en vno intento no hace mas que advertirme, no cierres la boca, no hable, y sigue su monologo sobre las sobradas razones que entiende, posiblemente por la amistad, que hace que no dude en la necesidad de colocar una puerta nueva justo donde el tambien ha advertido que hace falta, y además, está convencido, acaso más que yo incluso, que esa puerta se acabará por abrir algún día. Lo mas seguro que tarde.

Aun no puedo levantar la cabeza del sillón, y continua lanzando rayos infrarrojos para secar el acido corrosivo que limpiara la superficie del marfil de mi canino reparado y que permitirá adherir la pasta especial, del mismo color que el resto de las piezas, y establece en su discurso lo importante que seria que la estatua de Ceres volviera a la Encarnación, ( ya les dije que es mi amigo).

Lo cual no hace mas que apoyarme de forma solidaria esta idea que esperemos que no tarden mucho en el Ayuntamiento en llevarla a cabo, pues me dice que es esto de la Diosa un tema que utiliza para contar a sus pacientes cuando los deja con la boca abierta.

Dicen que un diente vale más que un diamante, tesoro al que hay que cuidar durante toda la vida, pero en mi caso el diamante, no puede ser más que mi amigo, que para mi suerte pone mis palabras en su boca, mientra cuida la que tan abandonada tengo, por eso es doctor estomatólogo.

Sevilla a 14 de septiembre de 2012

Francisco Rodriguez Estevez

lunes, 10 de septiembre de 2012

Cine, cine, cinexin




A nada de comenzar este mes de Septiembre, aparecieron por lo de la Encarnación las cámaras de cine, cine alemán, para filmar lo que parece un ser documental para la televisión ARD Das Erste de Alemania.

Siempre que veo alguna cámara filmando en lo de la Encarnación, no puedo dejar de acordarme de aquella concejala que le vaticinó un futuro de cine.

Resultó que la jefa de producción y el equipo técnico, dirección, cámara, sonido, e interprete, alemán-español, español-alemán, vinieron acompañados por una de las personas que participaron en el estudio de Mayer, al objeto de dar mayor información sobre los datos técnicos y aquellos mas relevantes que a gusto del director pudieran ser filmados.

Cierto es que vino a saludarme de inmediato y tuvo la amabilidad de presentarme a la jefa de producción, pero no logré ni un plano, pues a nada que le puse en antecedente de cómo es la situación actual del asunto de la puerta, era evidente que no iba por ahí la película.

Que no tomaran ningún plano de donde me encontraba, solo me hace confirmar que es cierto que gozo de la invisibilidad, y no encuentro, primero, la manera de que se coloque una persiana de lamas verticales abatibles para impedir la reflexión de la luz solar sobre los cristales curvos de las vitrinas, que además “mata” el color de las mercancías poniéndolas de un descolorido poco apetecibles, y segundo, que tengo que hacer para que se me permita colocar un grupo de tubos fluorescentes, tal como ocurre en los mercados de Barcelona, Valencia y Madrid, cosa que se puede comprobar con Google, justo en la vertical de este cristal para que puedan verse en el brillo e intensidad que se merecen.

El caso es que las cámaras de la televisión alemana sacaron planos de distintos puestos, e imágenes generales, con la excepción hecha de la solitaria calle donde me encontraba demandando una puerta inexistente, y reclamando la vuelta de una diosa que se encuentra donde no hay un dios que la vea, como mi puesto.

Las cámaras, esas cuyas grabaciones pueden dar la vuelta al mundo en unos minutos, podrían comprobar que se trata de un olvido intencionado, y verificarían lo que jode, que sea una masturbación por confusión la que tenga tantas visitas, siendo este un olvido tan inexplicable, pues queda comprobado, por los hechos y los considerandos que existe diferencia entre ser de entrada un placer oculto en la red, que un placero culto mostrando sus carnes en el fanal de cristal, donde la entrada es inexistente por olvido, o por capricho.

Sevilla a 10 de septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

sábado, 8 de septiembre de 2012

Puerta para lo de la Encarnación




Un dato para no volver a lo que ya no tiene vuelta atrás  a menos que se hiciera, como en lo privado hace la cadena  de supermercado, es decir, que  ha derribado por completo las instalaciones del mayor de ellos, y está llevando una nueva distribución y modificacion de sus puertas, visto las deficiencias que existían.

En nuestro caso de lo de la Encarnación esto no parece que pueda llevarse a cabo nada, y no solo por costo que supondría, pues están otros factores, en especial los propios de quienes, en sus luces, difícilmente pueden aceptar que se lleve a cabo cualquier mejora.

Sabemos que las puertas en lo de la Encarnación, aleatoriamente colocadas, han resultado no tener la idoneidad comercial para optimizar el circuito laberíntico de su viario interior, pero ningun estudio se hace al respecto.

Las distintas modificaciones del proyecto suprimieron algunas puertas, y por ultimo se transformó el pasillo de comunicación exterior en bar de copas, lo que nos permite pensar que lo mismo, tambien se puede abrir nuevas puertas, a ser posible con mejor y más eficaz criterio.

En este caso la respuesta, (si alguien puede explicar eso de que no se pueden colocar dos puertas) no puede encontrarse solo por el hecho de que los placeros en débil propuesta, falta de estudio y rigor, no mas lejos de un parecer, solo exigen una.

La cual solicitan para un lugar de la fachada Norte, justo en el rincon, lugar en el que muy poco ha sido demandado por EL PUBLICO, y cuya afectación al mercado, por ser una calle “ciega” en su mala distribución, poco mejoraría a este si no se coloca otra en la travesía central, lugar en el que continuamente buscan una puerta inexistente.

Aun entendiendo la infantil respuesta de que todos los placeros quisieran tener una puerta al “ladito”, también sabemos, no solo que no seria posible, pues seria un mercado sin puertas, pero en este supuesto de que pudieran “pedirlas”, en lo de la Encarnación no existe ninguna posibilidad mas que las dos reseñadas con anterioridad, por lo que no tiene sentido poner una excusa imposible, como pueda ser que la “directiva” no solicita mas de una puerta, por que si se colocaran dos, todos los placeros querrán tener la suya. Cosa, que mas me parece de niño, que de estudio serio.

Evidentemente no se trata de ir contra ningún criterio que libremente se exprese, faltaría mas, solo que se hace difícil aceptar el error, pues si no existe disconformidad mas la expresada en el argumento infantil de los placeros, y el Delegado, en su preocupación del tema quiere atenderles justamente, se hace imprescindible, la idoneidad de instalar las dos puertas, por mas que mi parecer no recoge aquella que se argumenta para poder poner, (ampliando un solo negocio) veladores en la calle, para que los fumadores puedan hacerlo en el exterior, teniendo como prioridad la puerta que niegan los placeros, a pesar de ser la que mas demanda tiene del publico, y que tiene una afectación en el mayor de números de vendedores lo que con seguridad mejoraría la circulación de los clientes.

Como esta actuación, evidentemente que no puede ser cuestión de dinero, ni tampoco es algo que se tenga que aplicar a la fuerza, en todo caso la fuerza del convencimiento, nos hace ver que solo existe posibilidad para colocar únicamente dos puertas, con lo que queda desechada todas las imposibles peticiones que puedan surgir de los placeros que no pueden ser complacidos con puertas, como parece preocupar, y aunque no es el caso que Sacyr no disponga de la cantidad necesaria para las dos puertas, ni que la Delegación haga objeción a ello, pues no se trata de eliminar la que creo menos necesaria, cuando pueden ser las dos, aunque mas convencimiento tendría que fuera un estudio técnico, de optarse por una sola puerta, como mal menor, el que decidiera el lugar correcto, de lo contrario parecería que se trata mas de caprichos de partes, que de algo serio e importante, y que comercialmente se nos hace imprescindible.

Sevilla a 9 de Septiembre de 2012

Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El paseo de la diosa




Me dice que tiene ochenta y nueve, acaso parece que no se puede acertar cuantos por como aparenta ser intemporal, le suponía menos.

En estos años es fácil que la memoria juegue malas pasadas, dice que cuando la Encarnación fue derribada el tenia cincuenta y un trimak. No le recuerdo, y eso que hace referencias a cosas que me llegaron cercanas, cosas de mi calle, de mi infancia, de mi juventud. Pequeños detalles de personas y tiendas que ahora no existen. A pesar de todo, pongo en cuarentena todo lo que me cuenta  con minuciosidad, por más que pueda ser cierto, pero no lo recuerdo tal como lo dice.

Cuando salí por la puerta de Neptuno tenia veintisiete, cuando regresé por la puerta falsa de una decorada fachada de tablones contaba ya sesenta y cuatro.

El tiempo y la memoria. No acierto a recordar, pero es posible que sí hubiera una parada de triciclos en el “paseíllo”, tal como afirma este nonagenario que tuvo trabajo en un lugar que alcanzo a recordar, un pasillo entre la tienda verde de la esquina con la Venera, donde una joven Rafaela, hoy bisabuela, cogía puntos de medias, y la librería de viejo.
No acierto a ver en mi memoria ese lugar en el que dice que estuvo trabajando como mozo de carros de bateas, cuando los triciclos se recogían en la posada.

Dice llamarse Antonio, y me ha visto en los periódicos. Me cuenta cosas de los años, que puedo recordar con facilidad, pero no le veo en ninguna de las historias, pues en la fachada Norte, los carrillos de manos eran amarrados en la acera de Sosa, aunque no recuerdo donde se guardaban los triciclos, acaso en el Parador de la Encarnación, donde estuvo la provisionalidad.
Urbano era cojo, de una pierna ametrallada, y soportaba su cuerpo de gran altura con una larguísima muleta de madera. Creo recordar que con el trabajaba Corrales, patriarca de una gran familia del siete, donde tanto huerfano dejo el incendio de la fabrica donde trabajaban sus madres.
En la Encarnita, alli, casi llegando a Compañia, en la fachada donde el retablo de azulejos de Cristo muerto, recuerda a la hermandad de los estudiantes en la Anunciación, tenia Vera su parada de carrillos, y este los guardaba en un almacén cercano al Bentacour, el almacenista de plátanos, junto a fabrica de “nieve”. Esa nieve que golpeaban cada día los mozos de las pescaderías para conservar la plata brillante, como varales de palio.

En la calle sor Ángela, de otra fabrica de hielo, se traían los trozos de las barras traslucidas, a hombros, sobre mojadas arpilleras de saco, para triturarlas en cajas de maderas, que saliendo por la puerta de Neptuno, (aquella por la que fuí el ultimo en salir), llegaban hasta la posada donde este buen hombre me cuenta que guardaba los triciclos, que era donde estaban las cámaras.
Todo en cuarentena, pues con esa memoria que no alcanzo, y que piesnso que desvirtua por su edad, resulta que viene para facilitarme un dato incompleto, pues parece que cuando pudo, se compró un isocarro de segunda mano, y ahí si que no le recuerdo, pues la parada estaba justo frente de mi casa, y le recordaría, me dice que se marchó a la plaza de la Pescadería, y que fue allí donde le contrataron.

Así pues la historia del isocarro toma cuerpo, pero el paseo fue realizado en un “trimak”, también de segunda mano, pues por lo visto el negocio del transporte estaba ya en crisis en el setenta y tres, cuando el tenia cincuenta años, y no recuerda con su memoria demostrada, a donde fue, ni donde finalizó su carrera.. Nada, pues continuamos con el misterio, ¿pero mira que no acordarse ?, a donde llevo a la diosa en su precipitada salida de una plaza de abastos de la Encarnación que se desmoronaba a base de pico y pilón, Estuve a punto de creerlo todo, pero a su edad, debieron ser tantas veces las que en su memoria de los años, dió servicio a la diosa, divino paseo, que no recuerda de ninguna de las maneras donde se bajó de su trimak.

Me deja su telefono, al parecer un hijo continuó el negocio del transporte que inicio su padre con los carros de bateas, no estaría mal, incluso seria anecdótico que fuera quien la trajera, si acaso esta vez en un trailer.

Ni que decir tiene que vino para apoyarme en lo de la puerta, ya que lo de Ceres salio hablando del parador, donde se guardaba el pescado que salía por la puerta de Neptuno, justo donde falta esta puerta que olvidaron, pero no solo por no conocer la historia de esta plaza, si no que ni llegaron a hacer un recorrido de comprobación..

Sevilla a 5 de Agosto de 2012-

Francisco Rodriguez Estevez

martes, 4 de septiembre de 2012


Redifusion (2007-2012)
El veneno de las setas.




Que le resulte raro, no es raro, ya que se trata de eso, de crear una rareza, tan rara, que hasta hay quien las aplaude, no en vano nos dicen que es lo moderno.

O sea, que sin saberlo vengo a escribir a la ultima, que no postrera letra, ni marca del justiciero zorro, ni se trata de micologia, ni connotación con el Sr. Rodríguez, pues se cae en la cuenta que lo de la ultima, no es cosa como la moda, que viene de Paris como Marmande, dado que creí que el estilo “raro” era “papuchi”, y lo de las setas incalificable.

Pero ni siquiera esto de a la ultima es nuevo, ni por lo tanto, moderno. Hace muchas décadas se escribieron obras en este estilo que llamaron absurdo, y al igual que a sus cosas D. Ramón las bautizó greguerías, otros llaman, a sus tonterías, “jaculatorias”, por lo cual los mamarrachos pueden ser, por que no, llamados modernidades, en definitiva, que al igual que otro escriben en nomina de tal forma, rara, rara, que no hay quien los entienda, no tiene por que ser malo escribir a la ultima, por supuesto se debe entender que no se escribe a la moda, por raro que parezca, sino a la ultima tontería, con lo cual se espera, usted me entiende, que no tenga el mismo resultado, si bien no es seguro que sea, por lo que se teme, la ultima modernidad lo de las setas.

En las maletas de recortes, ¡Hay tantas!, que no dejo de guardar “perlas”, otra joya, como la del Caribe, pero no es la voz del santero en el vaticinio, pues lleva firma de historiador metido en dura competencia con Aramis, que precisamente no es mosquetero.

Raro, raro. Ni se me ocurre que le mueve a escribir el futuro, a quien debe ser erudito del pasado, siendo este, el pasado, y no el firmante, un legado de enseñanzas, algo que cíclicamente se repite, y no un sueño de visionario.

Porqué imagina que puede haber negocio, donde es más que posible que aparezca la ruina, y no precisamente de Hispalis, por los ignotos condicionantes, entre los que se encuentra el altísimo costo de estructuras y su mantenimiento del mal calificado mercado emblematico, llamado a la sinergia del sector, locomotora del pujante comercio, y revitalizador de la zona de su influencia, entre otras melifluas frases para vendernos la burra. Donde está la disciplina metodológica que se le presupone, cuando al botellodromo, describe como “Sala de Conciertos”, y mal que le pese, como bien escribe en la idealización, no tendrá que esperarse a la mañana de un viernes tan especial, cualquier mañana de sábado, aquello rebozará únicamente como un inmenso mingitorio, y la performance virtual que recrea, estará compuesta de vidrios rotos y una montaña de desperdicios, que junto a la desgracia de la indigencia que buscará el resguardo entre cartones, la única banda que bordará vueltas, mucho es de temer, que sea la de una juvenil jauría con sus motos haciendo trial por las escalinatas, Y, si no, al tiempo.



Francisco Rodríguez Estévez

Sevilla a 21 de Abril de 2007





lunes, 3 de septiembre de 2012


>Noticias envueltas<



Después de haber visto por televisión como era retirada de la plaza cairota, la colosal figura del sedente semidiós, reliada en telas de protección, momia gigante, icono y reclamo turístico, dejando a aquella tan desnuda que solo serviría de modelo al propio Tunnin.

Después de haber visto, a través de fotos de agencia, sacar del recinto zaragozano, hecho un Christo, el recuerdo ecuestre de un poder pretérito, tan temido, como aclamado, en indignante plagio del caprichoso instalador. Después de escuchar que al ídolo verde le enviaron a la ciudad de las navajas, para buscar una que hiera, antes de salir del lío. Después de haber visto al que después de cien años toma dos copas y no le retiran puntos, como que cualquier cosa puede pasar en el sistema.

Sin ir mas lejos, del Solar retiran a Plutón por enano, y del solar a la Medusa por peinar sierpes, pero no queda la cosa cuando nos enteramos que Grisha tardó ocho años en resolver el problema y en cambio el Doctor, los que fue creando en siete, pretende resolverlo en uno. Conjetura de poincare, que si desplazamiento controlado o vigazo responsable, mas de cien años nos esperan

David venció a Goliat con una onda, la televisión cero peseta, esparcirá por la frecuencia de la suya sopa con onda. A beber, a beber y apurar. En Mónaco cae el gigante balompédico, nada menos que para que la responsabilidad deje Chipiona, y haga discurso de cura de humildad, rojo, verde, blanco y rojo, todo es de color (según conviene) no le hablen, pues momento habrá para ello, de obeliscos hecho trizas, por lo menos hasta el martes, Dios de la Guerra. Los champiñones crecen, la paleocristiana permanece escondida, la almohade apuntalada, y la callada mariana a verlas venir. Que duro está siendo el verano

Francisco Rodríguez Estevez

Sevilla a 26 de Agosto de 2006>



domingo, 2 de septiembre de 2012

El mercado de los sueños


Mucho antes de que construyeran este que me lo quita, le soñaba. Durante treinta y cuatro años hubo tiempo de edificarle de mil maneras cuantas veces se pueden imaginar, pero ninguno se aproximó a esto que hacen de la Encarnación, que se antoja perverso, trasgresor, e incluso ridículo hasta para un sueño.
No es bueno que nadie nos construya los sueños, peor que los hagan realidad, por extraños, por desconocidos, pues no serán como los que durante muchos años crecieron en algún lugar de la mente, y en ese rinconcito del pensamiento, se idealizaba el deseo del mercado de los sueños.
Bien es cierto que pocas veces los sueños se cumplen, y aunque este no parecía cosa difícil que se pudiera hacer realidad, de haber existido voluntad y responsabilidad, (puesto que un mercado debería de ser cosa sencilla de hacer), con el paso del tiempo, y con las voluntades ajenas, acabó esfumándose con el crecimiento de esas columnas de hormigón armado, de alto coste, y alto standing, que nos apareció, no en sueños, si no en concurso internacional de ideas. Todo un dolor.

Durante tantos años el mercado provisional, fue decreciendo en un rincón, en el que se desvanece como un menguante lunar a su fase oscura, mientras, durante los mismos, crecía y crecía, posiblemente en otro rincón, el de los deseos, el sueño. El sueño de recuperar el mercado de Sevilla, el mercado de la Encarnación, convertido en un espacio amable, sin estridencias, de corto presupuesto, un mercado para devolver la dignidad, y un futuro sin provisionalidades amenazantes, a los vendedores, a todos sus vendedores. Pero la cosa no estaba por esos rumbos.
Ni que decir tiene que el rumbo es un estado de animo, pomposo y dadivoso, y para los que se embarcan, el destino se lo fija la rosa.
Posiblemente el soñarle de bajo costo le hiciera imposible. Imaginarle con un importante numero de vendedores, toda una fuerza social, le hacia inviable. Cosa tan cierta como el que la responsabilidad nunca realizaría nada que pueda resultar económico, y que decir si encima le puede salir respondón.

Por muchos sueños que construyan, solo serán sueños ajenos, y la realidad se me antoja caprichosa.

El mercado de los sueños, no dejaba de ser una irrealidad realizable, que se construía y se demolía una y otra vez en las idealizaciones oníricas del soñador, buscando en la suma perfección, una mezcla de menta y canela, de geranio y de azahar, de calamocha y almagra, de cal, de rejas verdes, de cancelas de forja, mármol y cristal, con cerámicas y frescos, fuente y magnolios, y los tenderetes atiborrados ofreciendo sus delicias a una ingente multitud que encuentra, en la espera sin prisas, la belleza en la observación, y la palabra en el parecer. Mirar, para ver. Hablar, para decir. Oír, para escuchar, y oler para sentir. No despertarme del sueño, campanas de la giralda.

Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 15 de Mayo de 2007





sábado, 1 de septiembre de 2012

De: francisco rodríguez estévez
Fecha: 06/02/07 05:44:59


: Velazquez en el mercado

Date: Sat, 02 Jun 2007

La subasta

No será empresa fácil, pudiendo serla. Pues de siempre resultó mucho mas sencillo que se fusionen grandes bancos y cajas, que poner de acuerdo a la comunidad de vecinos, o bien realizar un pacto político de gobierno que atender a la demanda ciudadana. Pero no queda tiempo ni existe voluntad en el poder, y el martillo de la prisa se alzará cuando se esté contando el resultado de la cuestación de urgencia, como un escrutinio de victorias. Nueve a la una. Aun no ha sonado el golpe del mazo de madera de álamo negro, idéntico martillo de sentencias de juez americano de las películas y el temblor recorrerá el cuerpo que ha tomado la voluntad aunada portando el rescate, como temiendo que alguien pueda echarle un pulso a los frágiles deseos de esta ciudad y se esfume el sueño de traerla para siempre.
Nueve a las dos. Nine a two. La nasal voz se apagará como otras veces tras el murmullo que acelera los corazones, y el silencio se dejará sentir en la sala pendiente del mínimo gesto que se llevaría al garete toda ilusión de tenerla cerca.
Unos segundos quedaran para valorar todos los esfuerzos realizados para llegar a aquella sala de los sustos, sabiendo que todo se puede ir al traste a nada que, por un capricho de banco, inteligente por supuesto, nos la arrebaten y la perdamos definitivamente.
Será un momento crucial, donde no se acabará de entender como ha dado lugar todo esto, y no se encontrará explicación como es que no se dispone, donde tanto se dilapida, para acabar comprendiendo que tal vez sea por eso.
Nueve, la prueba del nueve de los números indica, como los sondeos electorales, que no se alcanzará el objetivo a menos que el capitulo de inversiones programáticas se amplíe, pues con el modelo de los cien, del todo a cien, como aportación personal y ejemplarizante de quienes podían rascarse algo más por su ringo rango, dando muestras de escasez , y no solo de ideas, cuando el censo, con una abstención del 60%, y un residual en blanco, nulos, no saben, no contestan del 10%, con una media de diez euritos por barba, resulta que se alcanzaría algo menos de tres, rojo, impar y pasa, como el nueve, y aun faltarían seis. Y es que no es fácil disponer de cien euros para un compromiso con la Historia, con pensiones de cuatrocientos euros, cuando con los cien hay que obrar un milagro cada mes para alcanzar el final.
La cuestación de cinco euros, si que sería de milagro, como el del Sermón de la Montaña para que se multiplicaran y los participantes, algo así como dos millones, todos con los cinco euritos a la cola, no cabrían en monte alguno.
No deja de ser apasionante y bonita esta historia de Santa Rufina, nuevamente mártir de los tiempos, que con lo que costaran las setas de la Encarnación, vendría acompañada como mínimo de seis o siete amigas del paraíso, para que no se sintiera sola. ¡Pero hay tanto que emplear! Tanto que si quisieran, no haría falta cuestaciones populares, ni movilizaciones asociativas, solo dinero, en el está la ultima palabra.
De lo que no cabe duda es que lo del milagro de Santa Rufina, tendría su tiron, pero de oreja. Nueve a las tres. El mazazo retumbará haciendo vibrar los espinazos, y a alguien se le habrá tenido que caer la cara de vergüenza.

Sevilla a 2 de Junio de 2007

En algun lugar desconocido de la memoria de mi viejo ordenador se conservan algunos textos que no se perdieron con el virus que le dejo sin "recuerdos", y cuando menos me lo espero le encuentro algunos, como este de Junio de 2007

: mercado en negro


Date: Sun, 03 Jun 2007



;Llega a mis manos una propaganda con el premonitorio color negro, como un luto, de lo que está pasando en la Encarnación, donde emerge esa cosa que antes fueran setas, dicen que inspirada en los ficus de San Pedro, que hay que echarle imaginación, y que según el oscuro folleto, como que no se sabe lo que resultará, pero de eso, a los cimborrios de la Catedral Metropolitana la diferencia es notable.

;Al desplegarse aparecen los misterios, pero nadie debe de caer en los errores de buscar lo inexistente, porque los horrores que se muestran se llevan por delante a la plaza de abastos en un cambalache que cuestiona toda la honestidad de las intenciones

>Basta recordar aquellas palabras acerca del emblematico mercado, y leer lo que queda escrito describiendo un proyecto-icono, emblema de la modernidad y otras zarandajas sobre espacios de ocio y negocio, todo ello adobado con ilustraciones increíbles donde puede verse recreaciones fotográficas de un carril peatonal, en semejante altura, donde los intrépidos paseantes desafían los vértigos, rayando la temeridad, que realizan sus placenteras caminatas de equilibrio desprovisto de arneses de seguridad, cuando en las puertas del Ayuntamiento se aboga con acciones de silencio por evitar la siniestralidad.

Pero es fácil advertir en la negritud, como oscura noche, del “papelito”, que dos cosas no aparecen en el interior de la negra propaganda. La primera, las luces del supuesto “planetarium”, que por lo visto lo han suprimido, dejándolo a oscuras para que no se vea el desmesurado costo. Y la segunda, la ausencia de células fotovoltaicas para el ahorro energético en un elemento que llaman de vanguardia y le pusieron entorchados de sostenibilidad.

>Pero aquí no quedan las “perlas” del luctuoso informe, pues sobre la fuente mas antigua de todas las existentes en esta ciudad, y que en la idea estaba “missing”, una referencia entrecomillada dice que se conserva por el “valor sentimental” para disfrute de los residentes, faltando a la realidad y omitiendo la verdad, pues la fuente salvada tenia destino consentido en algunos de los almacenes municipales, y que si se conserva solo fue por la perseverancia mostrada por los conservacionistas que con voz, pero sin voto en los plenos de la Gerencia, no cejaron en hacer uso de su derecho, y al menos lograron evitarnos tener que tragar otra rueda de molino. Lo negro siempre es negro. Black is black.

Francisco Rodríguez Estévez

>Sevilla a 2 de Junio de 2007-