CUENTAS Y CUENTAS

La cuenta atrás

Con las reservas de que esta nueva cuenta pueda ser la definitiva, en esta ocasión y por si acaso, no ha quedado concretada la fecha, hora H inaugural, una vez visto lo sucedido con la previsión anterior, que una cosa son los deseos y otra la realidad. Las últimas predicciones no indican que será entre finales de 2009, y la primavera de 2010. Malas fechas para la micologia.
La ultima primavera, primera y verdadera, será Dios mediante, el momento culminante, con todo lo que ha pasado, para poner fin a esta cuenta atrás que empezó el día 1 de Octubre de 1973.
Con las dudas razonables de que se pueda posponer, a un periodo más propicio electoralmente, a esto de la Encarnación, guste o no, sin tener que recurrir a Tiresias, al que dejaron ciego por lo mucho que acertaba, o a la bruja Lola, tambien le llegará su hora final, que todo es cuestión de esperar, como mínimo veinte meses.
Por el momento, la poliepatica Encarnación, esa de la modernidad, de la ocurrencia que dicen de vanguardia, la de la epatante cubierta y mercado emblematico, la del antiquarium y el botellodromo juvenil, la del metro y otras innovaciones, nos está dejando ver la escalinata mingitoria mientras se hacen los cálculos de carga para las celulas fotovoltaicas, elementos obligatorios que por nada del mundo pueden ser olvidadas, más siendo una obligatoriedad, y el despiste genere una demora como la causada por el desplome de una cubierta similar.
Es evidente que no existen las prisas cuando los plazos se fijan largos e inconcretos, más cuando se está en la seguridad que, aunque la cuenta atrás esté iniciada, no existe, mal que pese, la vuelta atrás, con lo cual se crea la tranquilidad de que los plazos se cumplirán justo cuando se acabe, ni un día antes, ni después.
Otra cuestión es lo de las inauguraciones, que serán varias, pues me da que estas serán por fases, a convenir, justo cuando lleguen, a su tiempo, y en su debido orden.
Cierto es que el reloj debería haberse detenido el 27 de Noviembre del pasado año y que la adjudicación premiaba la velocidad de actuación en una obra con prisas, castigando la demora, pero eso era cuando las urgencias, las horas ahora se marcan con nueva cronometrica y los riesgos con condonaciones. Ego te absolvo.
La Encarnación tiene ahora una velocidad nueva, una quinta marcha para la desaceleración. Piano y lontano. Dos años más que se llevará la cosa, que hubiera estado terminada, según se dice, de no haber sido por lo de la seguridad, con la que al parecer no se contaba en las previsiones, dos años más, lo cual parece que es demasiada desviación, para una obra que se debía de realizar en menos de tres. Cuentas nuevas, pues ya se sabe que en seguridad nada es suficiente y todo es poco.
Sevilla a 26 de Abril de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

MERCABALISMO

Más que primos

Era previsible que no se quedara en 53, ni en 67, ni en 71, ni tampoco en los 83 por los que van, y es más que posible que tampoco se pueda culminar con 91. Son números primos, que podían salir al azar, pero son los que corresponden a los millones de euros que se emplearan en eso de lo de la Encarnación, que la conjetura alcanza los 103. Continuamos para bingo.
Pero no solo por que esos números evidencian claramente que no estuvieron bien planificados en la elaboración presupuestaria, evidentemente dejan ver el menor signo de preocupación externa, ni tan siquiera que pueda aparecer internamente el fantasma de que, con tanto número rojo en la cuenta de resultado, el resultado final sea de suspense. Por no ser números de risa.
Así, en la incertidumbre de la numerología, habrá que echar mano de las cabalas de los números cabales, esos números que los industriales, comerciantes, vendedores, placeros en definitiva, no aciertan a realizar porque al ser primos, a diferencia de los que se dejan hacer, tendrían que ser los primeros en contabilizar.
Son el 1973, y el 91, números primos (los primeros), y corresponden al año en el que empezó la provisionalidad eterna, y al numero de puestos que esta acogió a los 91 socios adjudicatario, 91 comerciantes, 91 licencias de venta municipal. 3 requisitos inherentes para primar los primarios deseos.
Primos como el 3, también lo son el 37, y el 67, que indican, el primero de los primos, los años que corresponden a ese periodo calculado para un transito que resultó además de erróneo en el tiempo y anti-comercial en su concepto, en la ultima edificación realizada en el periodo llamado tardo franquista, del que, con el nuevo nomenclátor para la modificación de la memoria histórica, tiene propuesto nada menos que el ocurrente “de las setas”.
 El primo 37, designan los años de permanencia durante la dictadura, en la transición y en democracia, con la izquierda, con la derecha y con el centro, en el pacto, antes del pacto, y después del pacto. Toda una condena.
 Corresponde el primo 67, al numero de industriales, comerciantes, vendedores, placeros en definitiva, 67 socios de una cooperativa de servicios, 67 licencias municipales, 67 puestos que se mantienen abiertos, a pesar de las deficiencias, del reglamento, de las normas y el escaso interés que desde la administración se ha mostrado por resolver la situación, a la que se unieron incondicionalmente 67 voluntades.
Numero primo es también ese 51, un numero adverso que indica cuantos comerciantes quedaron en este cainismo, 51 sueño truncado, 51 caídos sin memoria en un inexorable camino sin retorno.
Dos números primos, mas que primos, serian finales, se añaden a la operación, el 2011 y el 7, el primero puede ser el definitivo tanto para lo de la Encarnación, como para los vendedores que resistan, y si las bajas no lo hacen inviable, y el último primo, el 7,el mas cabalístico de todos indica los años que pasaron desde que se inició lo que resultó de ese concurso internacional de (malas) ideas.
 Lo que evidencia que en esto de lo de la Encarnación, efectivamente los industriales, vendedores, comerciantes en definitiva damnificados placeros hemos sido unos verdaderos primos. Posiblemente mucho más que primos, pero que. ¿Quien hace numeros a estas alturas? .
Sevilla a 20 de Abril de 2008,
Francisco Rodríguez Estévez

Tiempo de demora (Por seguridad)

Cinco meses en Mayo

Se llevan cinco meses desde el aplazamiento, cinco meses en el tiempo, algo tan cercano a lo que pueden ser dos estaciones.
Parece que llevara ahí toda la vida, pero solo lleva cinco estaciones. Dos Primaveras de azahar con fondo para el Gran Convite, un Verano para las bicicletas, un Otoño de tiempo micologico, y un invierno con solsticio de bajo presupuesto, y aviso de demora, a nada que salió la noticia de que, justo hacía un año, sufrió el desplome una cubierta con similares características a esta que colocaron en to lo alto, ahora hace quince meses.
Pero la estación que nos interesa es la del metro de la Encarnación, esa a la que tienen que llegar los esperados peatones, para que el centro peatonalizado vuelva a convertirse en centro comercial, y que de momento acumula, a nada que llegue la fiesta del trabajo, lo que se dice una estación y dos meses.
Una vez que la inauguración prevista y anunciada para el Noviembre pasado resultó fallida, y la que se anunció para San Bonifacio cancelada por lo de la seguridad, la pregunta de si debería de haber comenzado en la fecha prevista lo de la estación, la del metro, se contesta sola, pero las previsiones efectuadas solo sirvieron para poner nueva fecha, anulando la de Buenacara, y encontrar para el 2010 la nueva cita inaugural.
Cinco meses se llevan sin saber donde y cuando se realizará la estación del metro. Cinco meses sin advertirse ninguna modificación apreciable a la vista para las medidas de seguridad, en el reforzamiento, como para en caso de una copiosa nevada, no se repita un luctuoso accidente. Cinco meses, que llegaran como llega Mayo, para conocer el sistema que la FERAEE obliga para instalar las celulas fotovoltaicas en todos los edificios, como medida para la lucha que tanto el Gobierno, la Junta, y Ayuntamiento, tienen previstas como prioridad contra el cambio climático. Cinco meses pasaron, sin concluir la excavación arqueológica de la Hispalis, y pueda realizarse el diseño de acuerdo con la Ley de Patrimonio, no solo el Antiquarium, si no todos los problemas que por contaminación visual puede generar eso de la Encarnación, para que pueda definitivamente estar terminado para el 2010.
En evitacion de nuevos retrasos merecería una especial atención en la colocación de los sistemas de refrigeración de acuerdo con el nuevo plan de salud medioambiental 2008-2012, al tiempo de que al igual que pasan los meses, cinco no son nada, los ciudadanos pudieran tener información de lo que acontece, y no pueda ocurrir que para el 2010, no tengamos el metro disponible, ni el metro centro, al que llaman tranvía.
Sevilla a 18 de Abril de 2008-
Francisco Rodríguez Estévez

Que poco dura la moda

La ultima modernidad

Con las cicatrices de lifting que le destrozaron la cara difícilmente pueda volver a recobrar su admirada belleza. Solo dispone del tiempo, para reparar esas marcas irreversibles, de buscar el estilista que pueda maquillar a fin de ponerla guapa donde quedó tanta fealdad, para si no puede obrar el milagro, al menos, que quede disimulado el deterioro “fashion” producido por la efímera moda, y quede, si no elegante, resultona. Vísteme despacio, pues toda precaución es poca, con esas prisas que, tan mala consejera resultaron. A falta de disfraz, tipo momia, todo se puede tapar colocando un burka.
Se presiente que algo tiende a cambiar cuando se anuncia que vienen nuevas tendencias menos agresivas. Se acabaron las modernidades. Se diría que tambien se terminaron las prisas, que llega el tiempo de las reconsideraciones, de las reflexiones, de buscar el punto amable, del consenso dicen, para encontrar los orígenes, sin desvirtuar el pasado.
Pero, en espera de esa ultima palabra, (que no llega), a lo de la Encarnación, que llamaron icono del momento, setas de las vanguardias, Encarnación rompedora en el pasado tiempo de los sueños, a la que la demora (por la seguridad anti-desplome) eterniza su phalica siembra, para inventar esa cosa como la imagen de un paisaje trasgresor, y caduco, que además, desatiende las recomendaciones de ICOMOS, acaso la medida le puede llegar tarde.
Todo será tarde para esa Encarnación a la que en la mala praxis el sarampión de los sueños la cogió de lleno, y en la fantasía onírica de la fiebre del mega aparcamiento imposible, le despertó la historia de su pasado, para dejar junto con la inútil rampa, en la profunda hipnosis, entre mimo y emblematico, la recuperación de su plaza de abastos.
Esa Encarnación, a la que cambian la perfumada fronda caduca de sus acacias, por la permanente umbría metálica de una cubierta. Esa Encarnación, a la que, paradoja de la vida, por esos vaivenes de la cambiante moda, después de esperar treinta y cinco años, solo cabía que, hasta la sensatez, le llegara tarde.
Sevilla a 3 de Abril de 2008
Francisco Rodríguez Estevez