jueves, 24 de junio de 2021

Sin coche

 


De nuevo la ocurrencia

Vuelve la noticia de que otra vez se le ha ocurrido a este ayuntamiento lo mismo que antes despotricaba, es igual pero no es lo mismo. Son ocurrencias.

Ni que decir tiene que esta Encarnacion bajo setas, por no pensar bajo sospechas, donde ni normas, ni leyes, ni reglamentos le soplaron en una singladura de placeros al pairo, donde la nave se hizo fanal que tanto recuerda “el hundimiento” en los postreros días de tanta lucha a la que un par de setas pusieron fin.

En estos días de inicio de Verano, de serpiente, de becarios, de ralentí consistorial, con la selección clasificada en la Cartuja, termino compartido con Santiponce, vacunodromo, y mayor gloria Olímpica de otro que tal baila, pues nos sale nuestro edil que mucho abarca en miras de un futuro mejor que diría Rajoy el suyo, y salta la noticia como algo novedoso de que nuevamente se le declara la guerra a los coches en el centro de esta ciudad, y a más con la amenaza nuevamente de disponer de cámaras y todo tipo de artificios para bajo fuerte multa impedir el acceso al centro de la ciudad, ya restringido por la falta de aparcamientos, que ni tan siquiera podrías justiciar si es que intentas utilizar un aparcamiento COMERCIAL, pues la foto tendría reclamaciones posteriores sobre la no infracción, y justificante de pago del uso de este servicio privado.

Es de suponer que esas empresas emprenderán las oportunas reclamaciones en beneficios de sus usuarios, en cualquier  caso quien tuviera intención y necesidad del mismo.

 Qué decir del servicio municipal de transporte, o de las líneas de metros, aquellas que el doctor Sánchez en el ejercicio de doce años de ensoñación tuvo la idea del “metropol”, es decir la estación del metro en la Encarnacion e incluso soñó con el mercado “emblemático”, ahora fanal, y su delfín de cuentas de filigranas en el aire, antes de llegar al karma y salir de najas, que visionó “el túnel”, como prolongación de la 5ª Avenida de Nueva York. Sera por ocurrencias.

En la ocurrencia no ocurre nada, el calor deja frio los cajones de malaventa, y el silencio de la calma tensa tiene a los pobresitos placeros ensimismado, como esperando el mimo prometido en la provisionalidad de asbesto, y ahora, después de de tantos meses esperando  en esta situación de silencio, esperando pacientemente que pase la pandemia que mata, resistir en la soledad de sus callejones se hace imprescindible, no queda hueco para lamentos que llegaran, seguro que llegaran más tarde, en lo de la Encarnacion todo llega tarde. 

La ocurrencia nuevamente intenta que el mayor casco histórico, acaso de España, sea peatonal, cabria definir como solitariamente peatonal, casi fantasmal, cuando crece en número los establecimientos multidisciplinares, híper, super, cadenas, Altadis no se cierra, y la sombra de Mere es alargada, justo cuando población decrece, y la demografía de habitantes en esta zona histórica del centro no alcanza los 50.000 habitantes, y donde ni se sabe el número de pisos e inmuebles vacíos, o turísticos, factores que desprotegen en su falta de tutela municipal esta ocurrencia de las setas, en la que algo debe de ocurrírsele a los placeros. No van a ser siempre los mismos.

Sevilla a 24 de Junio de 2021

Francisco Rodriguez

jueves, 17 de junio de 2021

crisis

 


La crisis del mercado

 

Se hace difícil pensar a diez años vista, pero en este que llaman de la crisis mundial lo mismo no es de los peores que están por venir. Ya que afecte a los países del G-8, y no solo a los del tercer mundo se antoja preocupante. Crisis es crisis.

El comentario televisivo de un especialista en economía, establecía hasta tres fechas distintas para que la cosa empiece a normalizarse. Se refería a evidentemente a la crisis, y sus consecuencias en el mercado.

Descartada la recuperación para finales de 2009, pasó al verano de 2010, y remató en la primavera de 2011, justo como lo de la Encarnación, que lleva más de un año de retraso inaugural previsto para el 2007, y que encuentra justificación en esta situación global como historia interminable. Lo que viene a decir, la Encarnacion y la crisis en paralelismo de finalización establece que todo ocurra cuando se acabe. Parecía que la cronométrica fuera intencionada para determinar que se acabará antes, la crisis, o el mercado.

Otros indicadores económicos, los más pesimistas, vaticinan que hasta el 2018 llegaran algunos coletazos. Trecho largo, para realizar previsiones acertadas.

Coincidirá para cuando la nanología aplicada en la energía solar alcance la cuota prevista del 30% del consumo eléctrico, como medida eficaz para la reducción de las emisiones del CO2, para un aire mejor libre de peligrosas contaminaciones y hacer frente a la inmediata crisis de los combustibles fósiles en el mercado energético. Siempre el mercado. Habrá que esperar para saber el grado de acierto.

 

Pero lo que no podremos saber, hasta que se produzca, si es que le alcanzamos a ver, será el trazado del metro hasta la estación “metropol” de la Encarnación, y si las células fotovoltaicas para la sostenibilidad, cubrirán ese “parasol”, rompedor y de vanguardia. Se empieza a hablar de papanatismo del poder.

Hasta entonces, pase lo que pase, el mercado continuará sumido en la crisis.

 

 Sevilla a 4 de Noviembre de 2008-

Francisco Rodríguez Estévez

 

miércoles, 9 de junio de 2021

con la fresquita

 


Cuestión de grados

Llegado el cuarenta de Mayo, que aunque cabe la posibilidad de que llueva algún día en este tiempo de Verano, lo normal es que haga calor. Lo que si produce cierto estupor es que en lo de las setas, plaza municipal de abastos, con independencia del cuantioso costo que generó el capricho, y los gastos que ocasiona, a mas de los errores y deficiencias a la buena vista, e incluso el olvido intencionado de las células fotovoltaicas y las puertas automáticas, viene un año más a poner de relieve la obsolescencias del sistema utilizado para la llamada climatización en espacio público cerrado.

Poco importa después de diez años que no se instalara renovadores de aire en una cosa tan moderna y supuestamente tan vanguardista como inútil, así la llamaran elemento multidisciplinar con estación de metro, y otros, con mas argumento, patochada del papanatismo político. Menos aun que con quince meses de pandemia que mata, el espacio municipal no tenga los obligatorios indicadores de CO2, que garanticen la calidad del aire en espacio, como quedo dicho, público y cerrado.

·         Nadie que entre, aun siendo pocas personas, pueden disfrutar de un frescor agradable por muy artificial que sea, en el interior de esta plaza municipal de abastos de la Encarnacion, situada bajo la azotea del micologico conjunto, el calor llega  a bofetadas a nada que se traspasa el chorro de aire cálido de bienvenida como sustitutivo de las obligatorias puertas automáticas, se nota el calor reinante  en el interior del acristalado fanal. Y es que en este lugar a 37.38 de latitud, 37º 22´Norte y 5º 59 Oeste,  que se llama Sevilla, todo lo que no sea una buena refrigeración comercialmente fenece. 

Ni que decir tiene que sea cuestión de grados, pero si buscaran en las recomendaciones que se dictan en las normativas de higiene y seguridad en el trabajo, ya sea para los propios o los posibles clientes que gusten pasear por el interior del laberinto.


  Para trabajos ligeros: la temperatura debe estar entre 14ºC y 25ºC

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·         Como no es cuestión de coger una pulmonía, ni una rebequita, lo que procede tal vez sea disponer de un buen sistema con regulación idónea y automática, que reemplace al que tuvieron a mal instalar en esta plaza de abastos acristalada y pesadas puertas de doble hoja, donde nadie con responsabilidad y sueldo  llego a realizar ninguna comprobación acerca de la disponibilidad de 4.400.000 euros destinados para instalaciones de la plaza municipal. Ya me dirán en que grado.

·         Sevilla a 9 de Junio de 2021

·         Francisco Rodriguez

martes, 8 de junio de 2021

HACEN COSAS



 Hacen cosas

En lo de las setas, ya sabéis, donde al fanal le dicen plaza municipal de abastos, donde  a la azotea unas veces es de uno y otras de otro, le llamaron plaza mayor, (Hay age).

Donde para que el oscuro laberinto estuviera mínimamente iluminado como centro anti-comercial se le pasaron diez años, al igual que otros tanto para evitar la ponzoña que de entrada se recibía en la calle sinuosa, llamada túnel, donde el sueño del doctor tuvo visión de modernidad, de sinergia del comercio, justo en zona saturada de bares y ruidos.

 Allí UNA DECADA DESPUÉS ....HACEN COSAS. Y mas bares.

Que decir si cuando descienden los atascos, cuando YA no vienen del lejano Oriente SUS VISITANTES a largar en los retretes que ahora ocupa la indigencia, pues.....LLEGADO en este punto si a las responsabilidades EN MOMENTO DIFICIL de PRONTO se les ocurre hacer cosas, QUE DECIR,  MAS SI buscando ocurrencias en sus luces no aparece, ni se les ocurre, colocar un sistema de ventilación que sustituya al inexistente, a ser posible con medidores de CO2, para al menos estar alerta en esta pandemia a la que que aún le queda aerosoles, o quien dice por ejemplo (AUNQUE SEA POR MEJORAR) no ya a la colocación de puertas automáticas que eso es de obligado cumplimiento, aunque  vemos que SE lo saltan a la torera. 

Bueno, pues , NADA MENOS QUE se ha ocurrido que lo mejor es colocar pantallas de Televisión EN EL BOSQUE DE COLUMNAS, y que muestren EN EL PLASMA para mayor interés imágenes de  los mismos espacios que se recorren. ¡Qué idea! Metro y metrocentro.

Que pensar cuando una década después, la ocurrencia lleva al gasto luminotécnico, y acaso fuera más interesante el ahorro energético colocando placas fotovoltaicas, en beneficio global,  PUES TAL COMO LO LEE, las setas se adornan de miles de puntos lumínicos con cambio de luces que traerán en la noche todo tipo de enjambre atraídos por el hipnótico atractivo que aquello les producirá mientras duren las provisiones de malta y cebada, afín de cuentas el berlinés siempre estuvo pensando en ellos.

Será cada noche como una recreación del juego de luces en el lago de la Expo, es lamentable que un lugar con tantas y tantas deficiencias, se emplee en cosas que poco o nada favorece a la llamada plaza municipal de abastos de la Encarnación. Evidentemente si aquello tuviera interés para sus responsables no harían estas cosas y darían justa prioridad a las necesarias. Cuestión de luces.

Sevilla a 8 de Junio de 2021

Francisco Rodrig

viernes, 4 de junio de 2021

DOS MIL CINCO

 

El remake (Junio de 2005)

Una carta muy antigua que sigue de actualidad

Mi callada mariana

Cuando no se tiene conocimiento de un asunto lo sensato es preguntar. Cuando se sabe, es aconsejable no decir nada. Mi callada mariana da sobradas muestras del saber que atesoró con los años. Cuando no se tienen respuestas lo sensato es exigirlas al saber. Cuando se sabe
que, ni este las tienen, para que molestar. Mi callada mariana tiene toda la vida para lamentarse
En la aplicación del sentido común, por el encefalograma plano demostrado en la historia de la Encarnación, merecería en su silencio un merecidísimo cum laude.
Es evidente que la escasez neuronal, debió causar estragos para que, en todo ese largo periodo de vacío solar, no se encontrara ninguna ocurrencia valida y que se tuviera que recurrir a una foránea, cara y caprichosa que, para su realización, buscando poner fin a una situación insostenible, sea verdaderamente insostenible, en especial el acomodo definitivo a los mas de noventa placeros del mercado, damnificados sine die que acabará por crear nuevos problemas.

Problemas a los propios placeros, cuyo número de supervivientes es superior al que figura en el proyecto. Problemas al tráfico, que no ordena los posibles lugares de aparcamiento. Problemas de movilidad puesto que, en el último reformado, hasta la fecha, las estaciones previstas para los dos metros ni tan siquiera aparecen. Problemas con el comercio de la zona, deseoso de que lo que fue llamado locomotora de sinergia, el mercado de abastos, no es revitalizada por el mortecino provisional existente, y que en el nuevo diseño, este sea tan de nuevo cuño que aparezca ahora mutilado, incapaz de tirar de si mismo, y para colmo de su sino, se verá acompañado en su final de nuevos locales comerciales, carne de su carne, en sus muñones. Problemas con los vecinos, pues la plaza botellodromo, dejara a muchos sin sueño. Problemas de limpieza, de mantenimiento, Problema social, de la indigencia mendicante que busque el refugio del relente en la epatante cubierta.
Merece especial atención en esta, noble y leal ciudad, la manera que se tiene, por alegre, de entender eso de la sinergia que se espera de la plaza, cuando es premonitorio que esta no la puede generar por si solo, tan esperpéntico mercado, pero si el turismo, con el asunto de los valiosos hallazgos de Híspalis, cuando por su importancia, fueran puestos en valor de inmediato, a no ser que, lo que se pretenda, en un tuya mía de administraciones, sea que tome el camino de otros ejemplos inquisitoriales y la estrategia fuera la del famoso candado.
La inversión para ello, además de no estar contemplada, pasa a un plano secundario, donde la máxima atención son los parasoles, setas, champiñones, espárragos, tornados, phaloides, o vete a saber lo que saldrá y para lo que sirven, fuera aparte el costo. 
Cuando la ocurrencia tuvo el carácter de idea seleccionada, se pudo comprobar, al menos el jurado debió de advertirlo, que aparecía como solución para aparcamiento, un rebaje alrededor de todo el perímetro de la plaza. Idea descabellada pero aplaudida, tal vez por su osadía, así me pareció oír en la traducción. No cabe duda de que sería técnicamente realizable, económicamente prohibida y materialmente utópica, a tenor de su desaparición en el último, de momento, de los reformados. Lo mismo sucede con la prevista estación del metro subterráneo, el otro es más reciente, del que toma nombre el lema concursal que apellida las sombras, pues en este último tampoco aparece Metro y metro-centro, perdidos, solo quedaran los sentenciados autobuses.
La rara estrategia de realizar este proyecto por trocitos, este si, ahora este no, cuando menos resulta sospechoso que se pueda acabar algún día en su integridad, y no se quede empantanado, "provisionalmente"..
Desde, el de las dos plantas, al de la bajada sinuosa y de aquel mercado cueva a este dedalitos, todo parece indicar lo difícil que debe resultar proyectar un mercado como Dios manda.Dijo el alemán que era una imposición de la Gerencia segregar una zona comercial y reducir el numero de puestos, le creo firmemente. No me cabe duda de que her Mayer nunca hubiera pensado en realizar un mercado dedalitos, ni tratar tan mezquinamente a este que, en las bases de la encarnadura, estaba llamado a ser mercado, plaza, puerta, puerto, estación y aeropuerto, (y dicen que soy críptico) y cuando menos, el mismo lo califica de catedral, y otros de sanmameses, que como en Cádiz, hay que mamar.
Me hubiera conformado en que hubiesen pensado en el mercado central de esta ciudad. Pero una vez más aparecen los locales financiadores, cuando estos puntos de apoyo comercial, preferiblemente de servicios, quedaría perfectamente integrados dentro del propio recinto.
Eliminadas las células fotovoltaicas, se mantiene el botellodromo. Nuevo concepto de plaza pública elevada, en la que queda convertida la ondulada azotea del mercado-dedalito para solaz recreo de la juventud. Plaza de las que se denominan duras, selénica y llena de lucernario, ideales para concentraciones, manifestaciones, mítines y esparcimiento juvenil, tal como está concebida por el berlinés.
Desacierto total en esta invicta y heroica, que aguantará la mala idea, made in germany, aunque algo debería de escucharse al respecto, que no fueran halagos, desde medio ambiente,desde vía publica, desde limpieza, desde transportes, cabia esperar la protesta de los placeros, incluso algún vecino, sobre esta creación, pero la callada otorga.
Lo de la epatante cubierta se lo dejo a quienes tienen la obligación de velar, por su sueldo, de que se cumplan las normas, disposiciones y leyes escritas, y las no escritas, las de uso y costumbre, y me limitare a decir que además de cara en su construcción y mantenimiento, el adorno tan solo da, si acaso, sombra, y para eso lo mejor de toda la vida son los árboles de hoja caduca, ya que cuando llega el frío invierno también se agradece, por estas latitudes, el tibio calor del Sol.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 23-junio de 2005