viernes, 19 de marzo de 2021

se acaba

 


Se acaba

Poco a poco, tal como se inició esta andadura de escribir sobre lo de la Encarnacion, mal que me pese, se está acabando tal como era de prever, lento final tal como sus protagonistas, y con el resultado por sabido, inamovible.

En palabras de un técnico del balompié el resultado no se puede cambiar, podía haber sido otro, pero ha sido el que ha sido, y para nada sirve cuanto se pueda decir por más que a la mitad le parezca justo y a la otra mitad todo lo contrario, así  pues concluye el prestigioso técnico, que se tuvo tiempo para poder cambiar el resultado, pero no se dio.

Es la misma historia de muchos momentos irrepetibles, de cada vida, ya pasaron, como le pasó el tiempo a los pobresitos placeros de la vetusta Encarnacion, que fueron capaces de autodestruirse soñando fabulas en el tardo franquismo de cooperativismos y provisionalidades, y padecer sin inmutarse por siete lustros bajos los miserables abestos de una cubierta donde se pasaron la vida en una esperanza insolidaria.

Nunca hubiera pensado en llegar a este 2021 sin cerrar el tema iniciado como una broma, cuando el papel me permitió hacerla, de fecha en la que apareció “El grito” un famoso cuadro de Munch, que había sido encontrado tras detener a los ladrones de la obra, y a falta de obra, la de una nueva plaza municipal de abastos para los arrecogidos placeros en sus enjaulantes espacios, para que este “grito” apareciera a falta de voz propia, nada menos que cuando el tiempo marcaba los veinticinco años de la pergeñada diáspora, ni por esa.

Pues, así, poco a poco desde 1998, cuando la alcaldía era desde hacia ventidos años de gestión democrática, y en el centro de la ciudad el solar era lo que era, y los vanos intentos ya venían de cuando dimitió el primer concejal, y se llevo a cabo un reglamento tan inservible como la nueva ordenanza para acaso que lo actuado tuviera cumplimiento, por cuanto lo realizado en la germanica idea, ni se leyeron la Ley de Patrimonio, ni la de Accesibilidad, y ni un repasito al propio reglamento en vigor. 

El resultado del encuentro como diría el técnico deportivo es inamovible, se diría que perdió la ciudad, y no solo por cuanto costo ha tenido, que ni se sabe, mas por cuanto el silencio siempre es cómplice.

Han pasado casi cinco lustros de la primera carta al director, referida a las palabras de quien fuera responsable del área que, en centro oficial afirmó que lo de la Encarnacion sería de “cine”, y la frase me vino justa para preguntarle que si seria de terror o de risa. 

Esto de la Encarnacion tuvo un tiempo concurrente en la que era acogida por la prensa, algunas desaparecidas, radio y televisiones locales, ya inexistentes, evidentemente en la actualidad no genera noticia, y por suerte ha dejado de ser cabeza de manifestaciones, y estas se llevan al lugar mas indicado según los organizadores, y de este modo no se le da pabilo a estas setas, con azotea que llamaron sin sonrojo “plaza mayor” de Sevilla, publica, pero privatizada, y con sinuosa calle, lejos del fashion place que auguro aquel delfin que paso de la vicealcaldia a la meditación, por mi culpa, por mi culpa dándose golpes en el plexo solar del chakra manipura, lo que son las cosas.

No creo que me lleve mas tiempo en esto, cuando se ha perdido mucho mas que el partido, pero esta me servirá para agradecer a los lectores que cada dia abren su ordenador y entran en la pagina donde se conserva gran parte de esta historia que parecía interminable en laencarnaciondesevilla.blogspot.com , y si el resultado se dio como era previsible, al menos recordando al técnico futbolístico, nos dejamos la piel en el intento de hacer un resultado mas justos.

Sevilla a 19 de Marzo de 2021

Francisco Rodriguez

viernes, 5 de marzo de 2021

El ocho

 

La santería y los números

 

( Esto es un regalo de mi viejo ordenador tiene fecha de 2003, cuando aun faltaba mas de diez años para inaugurar la Encarnación.)

 

 

 

La santería cubana encuentra en los números un valioso elemento sus santeros  para hacer las  predicciones, pues a cada uno le dan su interpretación y significado. Allí, en la isla caribeña, casi todos conocen ese lenguaje  mágico y pseudo divino que les ofrece la  numerología.

 

 El ocho es un número especial, representa la resucitación de lo muerto, de lo perdido, pasiones y amores en especial, y de todo aquello de difícil solución. También es el numero ocho el que representa a la Virgen matrona, que es como dicen a su patrona, la de la Caridad del Cobre, tanto los agnósticos como los católicos de la Perla del Caribe, donde cohabitan santones, ateos fidelistas y católicos entre socialismo e imperialismo pasándose de matute los dólares de mano en mano como auntentica falsa moneda.

 

Aquí las perlas no se encuentran entre dos valvas, si no entre dos plazas, donde en la cohabitación  los santones imponen sus manos, sanadoras de defenestrados, abiertas y cerradas, levantadas como voces y susurros de fideles………….. adestes, cerrándose como ostra con perla y sin cambio a mano, !Todo un número!

 

El ocho define a Blancanieves y los siete enanitos del bosque. El ocho como los siete niños de Ecija. El ocho, como la madeja del escudo, más liada que la pata de un romano, como  un candidato haciendo sus cábalas preelectorales. El ocho, como los tentáculos del “architeitus” tan buscado como deseado. El ocho era el número del Parador de la Encarnación que……  muerto el mercado, acogió a los placeros que aún resisten en el laberinto de sus ocho calles provisionales, a cual  solo pueden acudir aquellos intrépidos clientes que salvan todos los obstáculos que, tanto “Obras” de nunca acabar, como “Trafico” en caos continuado, se empeñan en ponerlo cada vez más difícil cuando no imposible.

 

Ocho será el número de los proyectos si es que se realizara con este, el Mercado de la Encarnación ¿Será este último, el octavo, el definitivo?


Si así fuese podría  posibilitar su resucitación, como  un Lázaro ascendente, para que en el 2006, que también suma ocho como las provincias andaluzas, podamos en su esplendor contemplarlo hecho una realidad, acaso un “cristo”. Todo viene a ser una coincidencia pero... ¿Y lo de la Virgen? No encuentro otra explicación más que sea la  de la Encarnación, de cuya advocación tomó la plaza de abastos nombre por la esclavitud allí fundada,  esclavitud que recientemente resurgió del olvido, gracias a la Hermandad  de los Terceros, la de la “cena” con lo que con toda la seguridad la del Subterráneo le tendrá concedida la venia. Mercado sotano.

 

 Como pueden comprobar, lo que importa, como dijo el Alcalde, es que salgan los números, ya sean “rojos” o de risas, así pues, todo dependerá  del que haga el ocho, el próximo elegido.                              

 

 

 

Sevilla a 14 de Marzo de 2003