jueves, 29 de abril de 2021

Acaba Abril, cierra.

 


Algo bueno….para acabar bien

No se merecía este mes de Abril de la pandemia, este que tantos contratiempos me ha causado, que al finalizar pudiera empeorar todo lo pasado, pues Abril es mes de gratos recuerdos en los que cumpleaños y santos se mezclan en mi familia cada año, mes que a poco tenemos Semana Santa y Feria de Sevilla  sin tregua, para hacer que sea un mes de perfumes de azahares y noches azules. Mes en el que el dichoso cambio de hora hace que las tardes den tiempo para todo retrasando la llegada de la noche.

Ha sido, y aun no ha terminado, un mes de pérdidas económicas, mes terrible, cuando a los gastos previstos se le unieron los inesperados, y tener que añadir los que ni estaban ni se le esperaban. 

En la malaventa, ya difícil de empeorar,  y con todo lo pasado la cámara frigorífica, cierto que venía dando muestras de las deficiencias que le instalaron, hoy ha dicho basta, y en esto del mantenimiento de las carnes se hace imprescindible, la llamada urgente al frigorista. 

En la visita, ADVIERTE QUE  tiene una reparación que se HAY que completar cuando pase el puente, justo cuando llegará el electricista para comenzar su trabajo de luces, y EL MISMO DÍA QUE antes de las cinco tengo cita con mi odontóloga en intento de estudiar qué cura o solución se le pueda dar a la pieza que destapó EL DAÑO la resina COLOCADA para TOMAR el molde de la corona del colmillo endodonciado.   

Por suerte el dolor de pierna remite, ALGO BUENO,  y pasan por cuarto día sin TOMAR antiinflamatorios, ni analgésicos, que han sido siete meses que no ha parado de gastos, traumatólogo privado, pruebas especificas, osteópatas, ortopedia, zapato, corrientes eléctricas, onda corta, infrarrojos, magnetoterapia, tablas de gimnasia, fisioterapeuta, e incluso algunos ejercicios de yoga kundalini, noloties y enantium, y deflazacor, y celebrex, y sobre todo caminar y caminar, tranco a tranco, cojetadas a cojetadas, soportando el grillete del tobillo con la bota de hierro de picador AL QUE DIERON dos vueltas de palometa.. Ya pasó.... de momento. Ahora estoy derivado al hospital, Veremos cuando.

Mi coche se ha portado, otra vez, sí, otra vez,  como lo que es un autentico pura sangre, un campeón de campeones, treinta y cinco años pasando las ITV,  de revisiones tan agresivas, tan bruscas y violentas que nunca en mis años de circulación se me ocurre hacerle algo semejante a ningún coche, menos al mío. Ahí está, tengo que decir que antes le llevo con antelación a un taller  de siempre, de confianza, QUE NO SE QUE CAUSAS, ni  porque ha  cerrado, y lo llevé por suerte a uno excelente, salvo que me cae lejos de mi domicilio, pero os puedo decir que lo recomiendo, se llama Amara y está en la carretera Amarilla, diría que ME LO HAN DEJADO QUE Anda mejor que yo.

Ahora falta para el próximo lunes que la odontóloga tenga el acierto del diagnostico y no tenga que perder la pieza dental, que ni dos panorex, ni tres limpiezas de boca, que debería llamarse de dientes, ni una radiografía le había detectado con anterioridad a la pasta del molde, que existiese ese problema indoloro en la raíz del molar.

 Que la suerte me acompañe en este florido Mayo y permita que Abril  pueda acabar bien.

Sevilla a 29 de Abril de 2021-

Francisco Rodriguez

viernes, 23 de abril de 2021

ENTRADAS Y SALIDAS (debe haber saldo)

 

Sin entradas, sin salida

Tengo un conocido al que aprecio, que ha entrado en eso que se dice que aparece en la cabeza, y se obstina en que no encuentra salida a su confinamiento interior, malo. Debe ser difícil entender a la mente ya que ni tiene palabras ni números contables.

 Hoy viernes de esta no feria de las que se lleva ahora, de las que las acaban en sábado desacertadamente  feria de la malaventa, que puede ser casi de análisis profundo del psicoanálisis, pues fue mal día para "colocar" mercancías perecederas en una previsión equivocada, y que multiplicaba por veinte la malaventa que se dio en esta señalada fiesta. Peor que malo.

El día horribilis  este que, cuando el ocaso se mete en mi casa llenándola de luz en este tiempo, no hay más remedio que darlo por concluido, confinándome hasta la mañana de mañana, no sea que empore. 

Este feriado viernes se ha comportado casi de tragedia comercial, de escasa venta, más y en especial, por la cantidad de salidas de caja llevadas a cabo y la exigua entrada en datafono  y metálico, al menos, eso sí,  la pierna después de seis meses ha mejorado y me mantiene estoico con tantas salidas, peor sería no tenerlas y ponerte a pensar que  lo mismo vendría a ser no tener salida, como no tener entrada y que "algo" más que el pie..... también se hinche.

Vengo del dentista, ya sabéis como se “sale” del sillón aligerando la cartera, pago con tarjeta. Ya en la mañana Hacienda, que somos todos, me hace acudir muy temprano a la entidad bancaria para abonar una salida con recargos, algo  así como cinco malaventas del tirón, no queda ahí la cosa, me ha venido un proveedor al que no esperaba, solicitándome adelante el pago previsto para el lunes, se nota que la cosa está “mu malita”. 

Mi compadre que es cliente de carne selecta, me trae un encargo que le hice con anterioridad, y al cobro de aquellas de bombón anacarado, pensando en pagarle la mitad del encargo, pues me salió por casi el doble, aplicando la frase que según decía su jefe “que si vendes por menos de lo que es, lo más seguro es perder”.

Para continuar con el día que concluye, les diré que  recientemente había pedido presupuesto para incorporar algunas luces a esta feria de vanidades que alumbra los callejones del laberinto, las propias y las prístinas se me han quedado cortitas como tintineantes mariposas de aceite entre hachones de pasocristos.

Lógicamente me solicita una señal para aceptar el trabajo de luminarias, que si no será la feria, al menos que parezca la plaza del Salvador. Una salida más en toda regla. Otra salida aparece de frente e inexorable es la  cuota de integración, viene a ser como lamaca que no es el estimulante de los Andes, y acaso sirve como para no pensar en el destino. Son salidas. 

A estas se unen las del sistema de seguridad, la cerradura nueva, y el botín denunciado pues la salida era a chorros en billetes de cincuenta.

Ahora añadimos los destrozos que los cacos realizaron en la casita de campo que compartimos con la familia, y resulta que este mes de abril que finaliza, y me las prometía de mejor grado gracias a que la pierna había mejorado, ha tenido demasiadas salidas en confinamiento y  sin las entradas que podían equilibrarlo. 

Lo mismo en Mayo viene las entradas y tapamos las salidas, a fin de cuentas solo es dinero, y lo mejor por el momento es no pensar si hay o no salida, si lo importante es que vuelvan lo antes posibles las entradas que se lleva la pandemia. Y con suerte no acabar pensando si hay o no hay salida.

Sevilla a 23 de Abril  de 2021 (Viernes de Feria de Sevilla)

Francisco Rodriguez

lunes, 12 de abril de 2021

Vacuna



 Vacuna….¡leches!

Ya desde muy temprano, en el nuevo amanecer que por suerte el sueño había vencido al dolor después de padecerle durante tantas madrugadas, hacía presagiar que lo de la vacuna tendría migas, mejor que si era vacuna seria la leche. 

Con cierto retraso llega las urgencias, uno solo para espabilar, se me hace tarde y será el taxi que me adelanta los pasos que por intramuros me conducen a diario.

Es lunes, no tenemos expectativas de venta, y es el momento de volver a llamar a lo de la vacuna, que es la leche. En vano trato de ponerme en contacto con alguna voz que me responda a la pregunta que intento formular desde el pasado viernes que me llego la cita.

 Me vence la maquina, el automatismo es claro intrusismo del trabajo personal, y cuando no, la llamada queda sin realizar cuando se corta después de sonar mil veces, han sido demasiados intentos, y para salir de dudas no queda otra que cerrar el despacho con mucha antelación, perdiendo el imprevisible negocio, y dado la distancia y la falta de líneas municipales de autobuses para lo que se haría necesario al menos dos trasbordos se hace obligado tener que coger un taxi, y van dos, para que me acerque con tiempo al lugar citado, 8 euros con 40 céntimos.

Llegado al lugar e informar de las circunstancias que me obliga a preguntar si era el momento para la vacuna que me trae, ya que claramente se advierte en el prospecto de la medicina que tengo prescrita, que con el tratamiento de esta no está indicada ninguna vacunación.

Nadie sabe nada, con excepción de la persona que parece ser encargada del orden de las filas de mayores, entiendo que  por su atuendo sea persona auxiliar, que interviniendo afirma que él si se ha vacunado tomando la misma medicación que muestro, ¡la leche!. 

 Por suerte las enfermeras me ofrecen otra alternativa, con seguridad  la más lógica, para que una vez termine la medicación pueda presentarme, aun sin cita, de 8 a 20horas en ese mismo lugar y haga saber esta incidencia. No hay problema.

Esto de que responda una persona que, acaso lleve mucha experiencia de celador, camillero, u otra actividad dentro del ámbito, está claro que no puede asumir ni realizar opiniones que no son las propias de su responsabilidad, era la leche, y dale, otra vez que no pasaba nada, y que él se había vacunado. Sería persona de riesgo, un peligro. 

 Me recordaba como la especie invasiva que se acomoda en el hábitat ajeno, tal que fuera el mejillón cebra en el delta del Ebro, el cangrejo rojo en los arrozales marismeños, o sin ir más lejos la cotorra de Kramer, y la “Streptopelia Decaocto” que suena a antibiótico de diez a ocho, que siendo turca, se ha acomodado en la ciudad.

A la salida del lugar de apariencia deportiva y poco clínica, salvo por los epis , guantes, y mascaras que llevan los vacunadores y auxiliares administrativos, que por cierto queda bastante alejado de mi domicilio, más cuando en el centro existen multitud de espacios que tendrían mejor comunicación con autobuses urbano.

Al salir una línea tiene parada cerca, a pocos doscientos metros de la nave, al parecer  de uso polideportiva, donde se está vacunando. 

Al montar pregunto al conductor si pasa por la ronda y la respuesta es afirmativa. Una hora, una larga hora montado en el circular que tomé pensando en que no podía montarme en otro taxi, que sería el tercero en un día de vacuna, que resultó la leche.

Esto de las especies invasivas, tan dada en muchas acciones, y en ocasiones mejorando el conocimiento, la sangre, o las actividades, según se trate del invasor esta muy a la orden. Nabos por Cuna, siluros gigantes en Alcalá, Médicos Ministros,incluso con cobros en BE.

 En las plazas municipales de abastos, lugares que se están degradando por la falta de responsabilidad manifiesta, y la invasión está surgiendo por la falta de protección que acontece, más siendo lugar público, al que poca protección se le ofrece, y lo mismo de seguir la pauta que tanto abandono genera, en poco tiempo va a parecer la leche.

Sevilla a 12 de Abril de 2021

Francisco Rodriguez

domingo, 11 de abril de 2021

La "diana"

 

A las claras del día

Resulta preocupante tener el pie izquierdo como indicador de una diana floreada, quintando el sueño cuando se necesita prolongarlo, eso me hace pensar en un lejano tiempo de cuartel donde al quinto se le pegaban las sabanas de áspera muselina morena. No pasé de soldado primera en mi largo periplo militarizante de obligado cumplimiento, donde me trataba a diario con Generales, y ocurre, que  por ignoto presagio de Lara que es doctor y no comandante, me aplica en ocasiones el tratamiento de Usía, en lugar del fármaco, debe ser por ese humor especial con el que me comunica los buenos días.

En el de hoy, que como otros tantos ya tenía avisado el “toque” escuchando la leve lluvia en la oscuridad desperezándose con las clarita, antes que apareciera el comunicado vía celular, y es que hoy no era acertado el  vaticinio del doctor cuando indicaba la jornada dominical como tiempo propicio par dolce far niente, aunque con seguridad fuera su deseo, más bien sabe, que el algia no descansa y que ni respeta los festivos, hace la puñeta a nada que separen los parpados, in ictus oculi, y solo  cuando llega la luz del día parece que aparece el efecto del ritual del  analgésico, crema árnica y media compresiva y cuando menos mantendrá el reposo activo el inflamado pie, por cuanto los cuneiformes lo necesitan, menos paso. 

Es el dolor, el de mi pie, el que siento, el mío, el izquierdo que no es poc0, como el amanece de todo los días que trae tanto dolor del que no sentimos porque son de otros, es sentir lo ajeno sintiendo lo propio. 

El augurio realizado por el doctor Lara, por su madre, se diría que por esta vez fue acertado, el “dulce no hacer nada” anunciado, tiene su sentido cuando la hinchazón del pie, hoy reposado no deja hacer nada y en el descanso de la inmovilidad nos lleva al placer por la ausencia de dolor, tiempo dulce de no hacer nada para producir bienestar.

Acaso la mejor terapia sea no cargar con el peso de nuestro propio cuerpo el medio que nos transporta pasito a paso, desde que decidimos ser bípedos erguidos.

Hoy no ha caído la breva, o la manzana “newtoniana, y el alivio de la inmovilidad seria propia ocurrencia de Hipócrates de Cos, por la observancia de los animales que sanaban las heridas permaneciendo inmóviles,  evitando ser la presa, ante la imposibilidad de huir frente a su depredador.

La tarde va retirando la luz del día cuando el viento se ha levantado trayendo el  Levante que aleja los pronósticos de lluvia, débil lluvia de una madrugada pasada en vigilia, acaso la nueva noche venga con el descanso de no hacer nada y lo natural obre con el alivio que la medicación busca enfrentándose al dolor. Buena noche.

Sevilla a 11 de Abril de 2021

Francisco Rodriguez

viernes, 9 de abril de 2021

el pie y la venta

 

En la madrugada

La jornada lleva muchísimos años iniciándose en la madrugada, y el sueño acaba con el despertador sonando y el biológico de la costumbre. Esta vez, y van siendo muchas otras madrugadas, que con demasiada antelación horaria  avisa el pie con su diana. UN DOLOR.

El apretón AL TOBILLO es tal que fuera grillete en pata de picador, y le hubieran dado un par de vueltas a la palometa de ajuste, por lo que terminó con el reparador sueño que tanto cuesta lograr.

La pesadez del pie hinchado evita el descanso, Y QUEDA  convertido en vigilia de un algia descontrolada en la que sin respuesta poco hacen los analgésicos, hoy acaso ha sido uno de los más lacerantes desde que empezaron a darse aquel amanecer de finales de Octubre, y que provienen, como revela el TAC de sanidad privada, nada menos que de la hernia discal nunca detectada con anterioridad a esta circunstancia. Muchos años trabajando.

La pandemia impide la visita presencial al traumatólogo en la sanidad pública, y en la privada poco pueden hacer, salvo la propuesta quirúrgica, lo cual aun no me queda claro que no tengamos otro camino sanador, pues lo de la “placa” y los  tornillos tampoco me genera confianza suficiente sin agotar las posibilidades, ni  las garantías que el riesgo lleva.

La medicación del cirujano, de pago naturalmente,(y en tanto se me permite tomar un tiempo para decidir), como que me causa más estragos que alivio, y la prescrita por el médico de familia telefónicamente, se limita con antiinflamatorio, que dispara la tensión, y analgésicos conocidos, y compartidos en tomas alternas. No TIENE OTRA.

 En la clínica especial del cuidado del pie, unas plantillas, masajes de osteópata, y tablas de gimnasia dan algún resultado. 

Por la noche relajante muscular y al pequeño comprimido de hipnótico  se le añade una infusión de valeriana. Hay días que......NI POR ESA. y hay días, que tampoco.

El de hoy ya empezó con fatigas de dolor, en ocasiones  casi, casi llega la incontinencia, y la PERDIDA DE MAS QUE involuntarias GOTAS,  así llega  el primer analgésico en la madrugada, y la aplicación con la crema de árnica que tengo recetada distribuida con masajes en el pie que se enfunda con una media de compresión, para calzar el zapato con sistema corrector ortopédico. Mal andamos.

La venta es un trabajo que se hace penoso cuando no se tiene compradores, El camino EMPRENDIDO debe ser pausado pues cualquier pisada puede derivar en un picotazo eléctrico que me temo que me pueda derribar.

Con el desayuno, el tratamiento para regular la tensión arterial, según el cardiólogo es dosis pequeña, algo preventivo.

 Seis horas de pie esperan UNA MALAVENTA, y aun tiene efecto el calmante que se diluye en los pasos de la vuelta.

Almuerzo, y una pequeña dosis, media pastilla del conocido antiinflamatorio, y otra de colágeno. SE HACE RUTINA

Otro médico, de los tres que he visitado en cuadros de dolor, me prescribe DISTINTO antiinflamatorio, y duplique el relajante, también me recomienda que camine pues la hemoglobina glicosilada tiene marcadores que pueden ser causa de pre diabetes, tiempo DE PAUSA.

Durante veinte minutos cada tarde elevo las piernas que he friccionado generosamente con vinagre de manzana, según dicen tiene propiedades antiinflamatorias.

Una infusión de vid roja, y media hora de estiramientos aprendidos en la clínica, donde por veinte sesiones tuve magnetoterapia y onda corta, poco resultados. Algo mejor son los ejercicios de yoga, aquellos pocos que puedo realizar, pero hoy es imposible.  

A continuación ducha de agua templada que acaba con agua fría en las piernas, de abajo hacia arriba, medio paracetamol de 1 gramo, y masaje en la zona del pie con la crema de árnica, cambio de zapatos, y sin que se alivie el dolor, como cada tarde desde hace 188 días, realizo un paseo a trancos y cojetadas  de como de media hora, y ya en el confinamiento solo queda esperar para que tras la cena llegue  la noche y actúe la medicación y, embadurnado de árnica hoy me deje dormir. Mañana deseo que la venta y el pie mejore.

Sevilla a 9 de Abril de 2021

 Francisco Rodriguez

miércoles, 7 de abril de 2021

siete del cuatro

 

Siete del cuatro

Seis del diez, treinta del once, treinta y uno del doce, treinta y uno del uno, veintiocho del dos, treinta y uno del tres  y siete del cuatro, hace ciento ochenta y cuatro días que no remite el dolor de mi pie izquierdo, que se mantiene a la espera de que telefónicamente sea “visto” por el traumatólogo. Posiblemente en dos semanas.

No ando bien, pero ando mejor que por Octubre, mantengo la mínima dosis de antiinflamatorio, y gracias a calmantes combinados voy tirando. 

Toda una tabla de estiramientos y masajes, junto con la aplicación de ejercicios “recomendados” por otros “padecedores” de similares  algias, me hicieron probar en vano intento, incluso  con técnicas casi de contorsionista, y que evidentemente son irrealizables, ya que tendría que aligerar mi silueta, cosa que me vendría bien, para lograr aunque solo fuera alcanzar a cruzar las piernas.

En todo este tiempo he caminado a diario, en ocasiones llorando por el tortuoso camino del intramuro clavando en el pie la dureza del granito que fue recuperado de otro tiempo, y ya cuesta caminar, más cuando se hace lastimosamente.

 Coincide estos tiempos que la covid se lleva tantas personas, que la malaventa toma cariz de tragedia en el acristalado fanal que poco parece, en su laberintico viario, plaza municipal de abastos, por más que se mezclen luminarias con persianas de duelo bajadas hasta el suelo.

A la espera de la consulta telefónica del médico de familia, y habiendo concluido la rutina de los ejercicios me lleva un tiempo levantar las piernas como parte de la recuperación, y me hace pensar cuantas personas le habrá ido la vida creyendo resistir. 

Hoy después de algún tiempo volvió María, sigue admirable en su temple jovial, ESE QUE aun siendo mayor se mantiene con una evidente fortaleza natural envidiable, trae la noticia de que el Coronel se ha marchado sin cumplir los cien, le hacía ilusión, a faltado POCO, pero el enemigo le vino disfrazado impidiéndole realizar los paseos, AQUELLOS que erguido como un GRAN roble, realizaba por el amplio pasillo de mármol blanco que circunda el precioso patio de la vivienda.

En este tiempo de malasventas, mascarilla y confinamiento, llevo muchas ausencias contabilizadas de personas que conocía, algunas más LAS que cerraron sus establecimientos, y cuantas SE quedaron sin trabajo, y algunas otras, como el Coronel que se marcharon.

 No me puedo quejar de mi inflamada pierna, PESADA COMO BOTA DE PICADOR cuyo dolor irradiado me lleva a INDUBITADAMENTE A  soportarlo,  al menos tengo la posibilidad de que hoy me llame el médico, y tratare de que vea por teléfono como ha mejorado el pie que nunca llegó a ver, y que aliviado  EN EL TIEMPO, he tenido que soportar sin saber que lo produce, y POR LO TANTO ESTOY confiando que se recupere definitivamente. ¡Qué cosas tiene la pandemia!

Sevilla a 7 de Abril de 2021

Francisco Rodriguez