sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz entrada por la puerta nueva

El balance

En este diciembre de cielos azules las previsiones hacían parecer que las ventas mejorarían, pero en la desértica calle eso se hace materialmente imposible, mas cuando el transito de los posibles clientes se hace insignificante, lo cual demuestra cada día la necesidad imperiosa de abrir una puerta para que quede comunicada con el resto del viario comercial, e integrada en el circuito que determina el optimo recorrido.
Las previsiones que se realizaron no llegaron a cubrirse, pues la situación en general, y las grandes ofertas que lanzan los almacenistas y las grandes superficies, hacia que, frente a semejante competencia, el publico se decantara por otras calidades, y por otros servicios, de los que les podía ofrecer.
Ha sido esta última semana, tradicionalmente floja, pues llegados estos dias, en todas las casas la comida excede la capacidad de los frigoríficos, y solo queda por vender el pequeño capricho, la tontería, el bocadito de última hora, que hace la diferencia final en la caja.
No ha estado mal del todo, pero tenia en la cabeza demasiadas cosas, en especial la avería de ultima hora de la persiana automática, y luego tener que soportar las mojigaterías del responsable de mantenimiento, que llegado al punto de su capricho, un pequeño problema que se hubiera resuelto con la llamada telefónica al servicio de asistencia técnica, ha preferido convertirlo en un episodio desagradable, y con ello la preocupación propia de tener que bajar la persiana de forma manual a diario con un esfuerzo físico importante de tres personas y tener que dejar el negocio sin cerrar, pues llegado a determinado altura se hacia imposible ningún esfuerzo mas para que bajara.
Calentado los ánimos y llamando todos los días de los de esta fiesta a cuantos números de las distintas oficinas tiene la empresa concesionaria, naturalmente sin éxito, solo me quedaba escribir distintas notas a la atención del gerente de la misma, aun sabiendo que se encontraba de vacaciones, al menos para que a nada mas volver al menos se pregunte que ha pasado.
Una vez mas, y van ocho, debido a la pésima actitud del responsable de mantenimiento, he acabado los días de este año inaugural subido en el peldaño noveno de la escalera de tijeras para liberar el sistema de freno de la persiana averiada, y que gracias a la ayuda de dos jóvenes, he podido lanzar una cuerda a los manubrios de la persiana para jalar con todas las fuerzas, incluso dejándonos colgar , para, a la de tres, llevar la persiana hasta ese limite que la avería nos permite.
El joven encargado de mantenimiento sigue confundiendo responsabilidad con mando, y yo evidentemente ya ni estoy para órdenes, y menos para hacerle caprichos a quienes no me apetece.
Irrefutablemente, en este caso, el muchacho ha errado, si es que me ha elegido como ejemplo para hacer ver a los demás como las gastas, y lo que es peor, cuando se inventa algunas cosas de las que según presume saber sin haber estado, y que decir, si el argumento mayor es que el cree que allí solo se puede hacer lo el dispone, y todo lo demás no se permite, y es que el joven, aun no se entera de que, como le voy a repetir, que hace muchos años que salí del cuartel, que el no tiene mas responsabilidad que la del mantenimiento de las distintas zonas e un edificio, y que por supuesto, sin trasgredir ninguna norma, reglamento, ordenanza o estatuto, todos, incluso yo voy a seguir haciendo lo que a bien tenga proceder, por mucho que no quiera, por amenazas, reparar las cosas que para el son obligaciones por las que le pagan.
Creo que no se ha enterado aun pero no me caben dudas de acabarán sabiéndolo, visto que quiere que retire las cajas, (cosa que no pienso hacer), que desde el tercer día, y ya llevamos ocho, que los hechos están notificados en su empresa, y seguro que alguien reparará la persiana, pero entre la terquedad de joven y la cabezonería que me asiste, como la razón, posiblemente hubiéramos tenido la fiesta en paz. Pero entonces a que le achacaría los pobres resultados refleja el balance. Feliz entrada por la puerta nueva
Sevilla a 31 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 28 de diciembre de 2011

De como perder un cliente

La lógica

Era tan evidente que, cuando el medico vaticinó de que lo de la Encarnación seria algo a lo que acabaríamos acostumbrando a ver, llevaba su razon, y que con el tiempo, apostilló, que llegaríamos a hacerlo nuestro. Bien sabia el galeno metido en lo publico por vocacion confesa, por cuanto nos saldría la tontería.
Un año después de inaugurado lo que llaman mercado, y aun están las cuentas por presentar, y el caso es, que con tantos errores de los de primera vista, como que a nadie sorprende nada, sobre todo cuando acabaron acostumbrándose a verlo como propios, de hecho, somos quien lo estaremos pagando durante muchisimos años.
Nunca mejor dicho, el capricho es por cuenta ajena. El dinero para infraestructuras, aquel que fue depositado por las constructoras, como adelanto de futuros trabajos, pues acabó en lo de las setas. Que bonito.
Eso era lo que decia en su parecer mientras le atendía una persona que según se desprendia por su entusiasmo, que se desvivía por las excelencias que aquello le producía, al punto confeso de declarar las múltiples veces que había visitado epatante cubierta, especialmente para realizar el recorrido del que ignora que no pudo completarse por fallos técnicos.
Respetando su parecer, como no puede ser de otro modo, le sugerí que con calma pensara, después de lo reiteradamente visto, si encontraba algo en este polietapico proyecto multidisciplinar que le resultara negativo.
Unos veinte segundo permaneció con los ojos cerrados, acaso realizando un recorrido mental, para finalmente afirmar que no había encontrado nada que le disgustara. Evidentemente, esta persona, haciendo bueno el vaticinio del doctor ha encontrado la felicidad en la modernidad de esta edificación de vanguardia, desconociendo que fuera calificado como proyecto imposible, con tantas modificaciones que le hicieron distinto, que fue presentado al mundo mundial como ejemplo de edificación sostenible, pero que olvidaron las células fotovoltaicas obligatorias, que fue llamado transgresor (también patochada), posiblemente por la contaminación visual que ejerce sobre la fuente mas antigua de la ciudad, que, posiblemente por el sueldo, se le atribuyo el calificativo de respetuoso con el pasado, y cuando menos, con las enormes vigas y el masivo pilotaje se llevó a cabo la mas invasiva de las cimentaciones, que lo de la estación metropol, para el metro, ya me dirán, y así podríamos seguir hasta hacer propio los errores. Que decir de los acabados de los arranques de los fustes, del pavimento, de las escalinatas, en especial la de poniente, por no recurrir a la enorme dificultad que hasta hace imposible, (como se decía del proyecto) que las personas con minusvalía puedan subir, y ni les cuento si, una vez arriba, necesitan ir a los servicios, cosa que debería de estar prevista.
Por esta vez omití hacer ninguna observación sobre el espacio mercado, con su barreduela de cristal, su característico olor, sus puertas aleatoriamente distribuida, y su galimatica distribución más propia del laberinto.
Cierto es que el doctor, desechando la idea de los andalucistas,( gracias a Dios), quería algo, un icono para que se le recordara, y a tenor que lo ha conseguido, hoy dice la prensa que la roncha, solo en los bancos alcanza la cifra de SEISCIENTOS CINCUENTA MILLONES DE EUROS, lo que quiere decir que nos llevara muchos años recordándole, y con todo, sin saber cuanto tiempo durara la madera.
Entonces, mientras tanto, para que preocuparse lo logico es tratar de acostumbrarse, por prescripción facultativa, a ver aquello, incluso tratarlo de hacerlo propio, lo malo es que siendo municipal el espacio publico, pues resulta chocante eso de que está privatizado. No hay nada como la lógica para entender que aquello puede acabar gustando, como un buen coche, un piso en calle Betis, un chalet en Mónaco, un yate en puerto Banus, un caballo pura sangre, una caseta en la feria de Sevilla, una silla en la Campana, una carreta para ir al Rocío, y una casa en la aldea, y que lo del dinero siempre es algo secundario. Pura lógica. Los filetes de lechal 15 euros, y 7,50 de paletilla de bellota, total 22,50. Excelente calidad y mejor precio, pero me atrevo a vaticinar que lo mismo no vuelve.
Sevilla a 28 de diciembre de 2011
Francisco Rodriguez Estevez

martes, 27 de diciembre de 2011

nada mas lejos (de la realidad)

La broma

En los últimos años nada aparece en este dia sobre lo de la Encarnación, aun siendo la mayor broma de Sevilla. Ahí está, vengan a verla como esta de gente los tenderetes, comprueben como alli se sigue a diario haciendo las delicias de cuantos se acercan, mayormente la chiquillería, ávida de un paseo por la desértica calle de poniente sobre la giba del Camelus dromedario, o al trote sobre las grupas de los liliputienses caballitos ponys.
No hay broma para la Encarnación, ya no vale aquello de la inmediata inauguración noticia que por burda ya nadie la creía.
Mas la impresión es de que se van a retirar todas las fuentes bultos, esas que aun no han funcionado, ni funcionan, ni funcionaran Todo parece que también se va ha tener una actuación de igual calibre con los bancos de piedra, y las ultimas que me llegan, parece indicar que también se eliminaran los caprichosos parterres, dado que nadie asume la autoria de ellos, pues no parece que estos elementos tan desacertados estuvieran diseñado por el berlinés, que bastante tuvo con el proyecto imposible que le fue premiado por aquel jurado internacional y de prestigio, para después de cientos de modificados apareciera esto.
Dado el éxito que ha tenido la ocupación dominical de la calle cubierta, (aquella que según estaba previsto seria una prolongación de la quinta avenida de nueva York) pues todo parecía indicar que se implantarían las mejores firmas fashion, pero que ahora todo es culpa de la resecion, pues a falta de glamour, los tenderetes se afianzan en el espacio okupado, y según tengo entendido en breve de complementará con la siempre cerrada calle de la curva Sur. Que se abrirá con nuevas tendencias, acaso antigüedades.
Parece que la broma de este año primero, fuera de la provisionalidad, estará en hacer la noticia de que definitivamente se van ha instalar los paneles solares para la sostenibidad, o mucho mejor, que después de un minucioso estudio en la adjudicataria han caído en la cuenta de que al laberíntico hay que buscarle otras salidas, a menos que lo que se busque sea nuevos cierres, pero de puertas automáticas.
Sevilla a 27 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 26 de diciembre de 2011

Ora et Labora(ble)

Días de Sol

Desde el mismo día en que a lo de la Encarnación empezaron a ocuparlo con el sevillanisimo sistema del tenderete, criterio tantas veces utilizado, y con gran éxito durante muchísimos años en las extintas veladas de antaño,parece como si el buen tiempo, entiéndase soleado, se haya instalado en este mes de Diciembre, para que ni una sola gota de agua haya mojado los deteriorados losetones de granito, salvo las que se escapan, de vez en cuando, del sistema antifuego de las setas, que con su insólito chaparron artificial inunda la parte de poniente levantado a los clientes de los veladores cuando está tomando su desayuno, para delicias de las insólitas filmaciones con móviles.
Vuelvo, en este festivo pasado a laborable, porque no es cuestión de perder ni un solo minuto de los logros obtenidos por los trabajadores de otros tiempos, a pasear por el centro de la ciudad, hoy convertida en laborable con las tiendas abiertas y en el gran almacén, lleno de publico, aunque no todos compran, que me permite observar algunos articulos y sus precios, y fijarme en detalles, como para que al mirarlos, de alguna forma, aprender, pues nunca viene mal hacerlo.
Con no poca dificultad la dependiente, trata de cortar finas lonchas imposibles en una paletilla demasiado fresca, la cliente parece encantada. Que suerte.
En el mostrador, la lechal con nueve euros de diferencia, y como si nada, hacen cola.
Salgo de allí, y me acerco al nacimiento de los transplantados. También al de Santa Rosalía, donde la imagen de la venerada Santa Clara se escenifica postrada a los pies del niño en una iconografía tela de extraña, y que según me cuenta la monja portera era una visión que tuvo la propia Santa.
Los presentes que se ofrecen a los pies del altar son de plástico,y le he dicho a la madre abadesa que para el próximo año le prometo que se los enviare naturales, para que cuando pase la Epifania se lo puedan comer en la congregación.
La madre superiora me invita a que suba al piso de arriba donde se ha montado una exposición de niños Jesús, y vírgenes, la mayoría son tallas de pasados siglos y que pertenecen al patrimonio conventual.
Al bajar, otro tenderete de deliciosos dulces esperan ser vendidos. Dulces de convento.
Hay mucha gente en los tenderetes de la Plaza del Duque de la Victoria, aunque pienso que no es lugar apropiado, por mas que llevan tantos años los vendedores instalados, que imagino que será difícil de retirarles de ese privilegiado sitio, pero lo mismo, o incluso mas, eran el Jueves y la Alfalfa, y ya ven.
Todo cambia. Llego a lo de la Encarnación.
El lugar esta repleto de personas, por mas que tanta modernidad, por suerte, pase tan inadvertida, en esta ocasion por todo lo que ofrecen en aquellos tenderetes que colmata la plaza,por cierto mal aprovechada por sus destartalados parterres, (pienso que también algún día los quitaran). Mientras, en la escalera Sur se ocupan sus escalones como una grada ideal para tomar el Sol. El Solarium de Sevilla. La verdad es que son días de Sol, este lunes también.
Los camellos, y los ponys, hacen la delicia de los chiquillos, largas colas de espera, para llegar a montar en uno con toda la familia detrás, no vaya a caerse.
La calle cubierta, que ahora la llaman mercado de la artesanía, me da la impresión de que va perdiendo fuelle, y lo de arriba, aparece vacío pues, es tan amplio, que solo se llena cuando lo toman los indignados.
El éxito de lo de la Encarnación, ha estado sin duda en los días de Sol, pues si otro tiempo hubiera sido, ni camellos, ni caballitos, ni chorizos, ni libritos, ni quesos, ni la Virgen con el niño, todo hubiera sido distinto, y ahora estariamos hablando del gran fracaso. Dias de Sol, y la Encarnacion sin fotovoltaicas.
Sevilla a 26 de diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 25 de diciembre de 2011

VENTICUATRO (horas)

Felices Fiestas

La tos perruna, junto con las preocupaciones propias de todo “automono”, de los que en estos días intenta recuperar algo, un poco, si acaso, de tanto perdido, me impedían el sueño reparador necesario para enfrentarme a la dura jornada que en las previsiones cabía esperar.
Serian las dos, aun faltaban cuatro horas para que sonara el despertador, como cada día, cuando un vaso de leche caliente y una aspirina intentaban sacarme de la intranquilidad del duermevela en que me encontraba, en inútil intento por dormir, en el escaso tiempo del que aun disponía.
Justo cuando dieron las cuatro de la madrugada, y sin pegar ojo, la decisión estaba tomada temiendo que si llegara el sueño me pudiera coger precisamente en el momento de tener que levantarme.
Hacia tanto frío que ni mi perrita, siempre dispuesta a salir, no hizo nada por salir a la calle, manteniéndose enroscada en el calor de su cestita.
En la calle, ni un alma. En la placita de atrás de mi casa, mi viejo coche me espera, aun temiendo que no me arrancara a la primera con la helada que caída, la misma que le hace brillar la pintura de su deteriorada carrocería al punto de parecer más nuevo.
Un gran alivio fue al sentir rugir su magnifico motor de treinta y cuatro años. En la pequeña pantalla del reloj del cuadro indica que son las cuatro treinta y cinco.
Ningún coche me encuentro en la distancia de dos kilómetros que existen entre mi domicilio y lo de la Encarnación.
Aunque en el aparcamiento de carga y descarga solo se encuentra el automóvil del guarda de seguridad, en el mercado ya llegaron, (mas parece que no se marcharon) algunos vendedores, que ya se están reponiendo las mercancías y preparando los puestos. Por suerte el bar también está abierto, para pedir un café solo, para que la cafeína actúe impidiendo que pueda llegar el sueño perdido.
La jornada comercial, con más ruido que nueces, transcurre entre cafés, con normalidad, y las felicitaciones de los clientes se suceden. Algunos amigos, ya jubilados, pasaron a saludarme. ¡Felices Fiestas!
Llegada las tres de la tarde, como siempre, aparecieron las precipitaciones entre los que llegaron tarde, y los justos deseos de acabar la jornada de más once horas. Pero no acabaría la cosa esta vez tal como estaba prevista, donde trataríamos de comer algo en el bar, pues evidentemente no era plan de tener que hacerte de comer cuando acumulas tanto cansancio, mas por esas preocupaciones propias de los “automonos” que de un cansancio físico, aunque era evidente.
El caso es que cuando iba a proceder al cierre, bajando las persianas automáticas, estas están bloqueadas, y no hay manera. Los que tuvieron anteriores experiencias, en otros momentos no tan inoportuno, indican que hay que subir con una escalera hasta una pequeña caja en la que se libera el automatismo para que se ejecute manualmente. Mi gozo en un pozo, no hay escalera en lo de la Encarnación, el personal, está ocupado con un nuevo atasco en el Antiquarium, y los de limpieza tienen el tiempo justo para llenar los contenedores antes de que los camiones lleguen hoy, mas temprano por aquello de la fiesta.¡Felices Fiestas!
Subido a mis años, y con mi peso, en un contenedor de las basuras, manipulo el artilugio. Ni caso. Evidentemente no hay manera de que aquello baje. Son las cinco de la tarde, las cinco en punto de la tarde. En el bar los camareros se marchan pero al menos me dejan unas tapas para paliar el hambre que se ha ido con esta nueva preocupación. ¡Felices Fiestas!
A duras penas bajamos la persiana hasta la mitad, con dos días de fiesta de por medio, cuando ya no quedan vendedores en el mercado, todos se han marchado ¡Felices Fiestas! solo los operarios de la limpieza y de seguridad, ¡Felices Fiestas!
En el aparcamiento solo quedaba mi coche, que por suerte arranco a la primera, aunque por todo lo pasado como que era de temer que hubiera fallado.
De vuelta a casa, mi perrita me hace fiestas también y no para de dar vueltas para que la saque a la calle, ahora soleada, y no me quedaba otra, son algo más de las seis de la tarde. Cuando subí, aun tenia que ponerle de comer, poner la lavadora con las ropas de trabajo, tenderla, ducharme, arreglarme y vestirme para la volver a coger el coche para asistir a la cena de Nochebuena con la familia, que por costumbre comienza sobre las ocho y media. ¡Felices Fiestas!
Por suerte sobre las dos de la mañana, esta vez sin tos, y sin acordarme de las preocupaciones, me encontraba en la cama. Mañana, o pasado podremos saber como se puede abrir la persiana automática. ¿Felices Fiestas?
Sevilla a 25 de Diciembre (fun., fun., fun.) de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 19 de diciembre de 2011

En otra ocasion

Al año

Nada especial, no habían previsto los vendedores del mercado ningún acto para recordar la ocasión, nada de celebraciones. Tampoco estuvieron abiertos todos los puestos en esta oportunidad unica, si acaso, y es lo peor, que tan solo abrieron sus persianas dos tercios de los comerciantes. Mala imagen tener un tercio de la plaza de abastos con los puestos cerrados.
En la fría mañana el camión que desatasca hebdomadariamente la pésima instalación del alcantarillado, aparcó justo en la mismísima puerta del mercado, pero nadie dijo nada, aunque el aroma se deja sentir en cada actuación y de que manera. Mas valdria que le repararan definitivamente.
El caso es que un acontecimiento como este de cumplir el primer año,siendo un momento relevante, aunque difícil sea que se cumplan los que se pasaron en el bidonville de la provisionalidad, acto destacable, que en cualquier establecimiento que se precie, hubiera sido motivo de alharacas y jolgorios, pues nada, en este mercado donde instalaron en regimen de subarrendatarios a los supervivientes del reservorio que permaneció tantos años en la eterna provisionalidad, resulta evidente de que la cosa no debe de estar para eventos, ni tan siquiera para los que tan bien le vino el cambio, esos que en la deformidad incluso ven virtudes, en las carencias, perfección, y en el dispararte, modernidad.Las cosas son como les van.
Puede ser que por eso, al año de la salida de la mas infame de las provisionalidades, aquella que nunca llegó a avergonzar a nadie, el silencio se ha impuesto, y no solo por la ausencia de publico.
Ha sido una oportunidad perdida para hacer llegar a cuantos lugares se hubiera podido
el anuncio fundamental de que desde hace un año, bajo las setas, y no sin cierta dificultad para encontrarles (por la caprichosa forma del diseño de las vanguardias), estan instalados los vendedores de la Encarnación para serviles como siempre la mejor calidad al mejor precio, y los muy comerciantes la dejaron pasar. En otra ocasión, si la hay, será.
Sevilla a19 de diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 18 de diciembre de 2011

Efemerides

Hace un año

Aquella mañana de esperanzas, amaneció gris con presagio de lluvia. En la vieja plaza de provisionalidad eterna, se ultimaban los preparativos para un traslado de urgencias a la nueva ubicación, mientras se atendía a la clientela. Los chaparrones se sucedían alternándose, con escasos minutos de frecuencia, en los que escampaba el aguacero, para volver cada vez a descargar con mayor intensidad.
Eran demasiadas cosas las que se debían de transportar, muchas de las cuales eran tan inútiles como sentimentales, cosas que se fueron almacenando en el transcurso de los años, pero, al no quedar otra salida, había que llenar los contenedores de recuerdos.
Solo los enseres imprescindibles, y la mercancía sobrante fueron saliendo, para dar casi un rodeo, hasta encontrar en el nuevo emplazamiento la puerta de entrada. Una falsa puerta de paneles que realizaron para la ocasión, y que por fortuna dispusieron de abrir, in ictu oculi, lo que tanto esfuerzo se cobró para abrirla, en este caso provisionalmente, como una mirada al interior, así apareció la deforme ventana, que no se retiraría hasta finales de Marzo.
Hace un año que aquel sábado de la mudanza se cerró en aguas y el trasiego de los placeros por el estrecho pasillo que habilitaron para el paso, se hacia interminable, y sin otra posibilidad más que acarrear las cosas en carretillas inadecuadas, la mayor parte se tuvo que realizar transportándolas a mano.
Tantas horas sin tregua, mal comido por la celeridad, y mas que mojados empapados, aconsejaba el razonamiento dejarlo todo, pues, aunque la inauguración, según se supo, era una prioridad del Sr. Alcalde que se realizara justo el día 19 de Diciembre de 2010, Domingo, que no se pudo elegir peor fecha, pues era previsible que no tendrían la mayoría de los puestos las mercancías expuesta, tal como sucedió.
Hoy el día de las Esperanzas nos ofrece un Cielo azul, y en la provisionalidad los okupas dejan las puertas abiertas para que se pueda ver, como otra ventana, el pasado en el presente, la calle sinuosa un penoso presente, y tras los cristales aparece un futuro lamentable.
En la extraña placita desfigurada, donde la fuente se empequeñece intencionadamente,, una larga fila de chiquillos esperan que le llegue su pony. Un portal, espera el misterio, y los camellos, moviendo los labios incesantemente, no paran de transportar sobre sus jorobas, en mecidas del desierto, por el solitario Poniente de una plaza deformada.
Los vendedores ofrecen sus productos. En la azotea, plaza de la mayor indignación, otro mercadillo, este se llama “solidario”, que junto con las calesitas, y el bar terraza ofrece más de lo mismo, en este día de esperanzas, esperanzas para todos.
Hace un año, y la Encarnación, si acaso, ha quedado convertida en la otra Alameda, nada hay de aquel emporio de riquezas, ni de la sinergia del sector, ni de la locomotora del comercio, tampoco aparece por ningún lado, aunque sea por el momento, las prestigiosas firmas que se implantarían para la total recuperación, ¿y lo del metro?, pues lo mismo que la sostenibilidad, o lo del tranvía.
Lo evidente es que aquello que vuelve al pasado, encuentra sus orígenes, tal como la placita, el mercado solidario, los tenderetes, los bares, los ponys, y los camellos, y por el contrario, muy difícil será llegar al futuro, olvidando el pasado, y sin tener en cuenta el presente. Hace un año hoy, de un día gris y lluvioso. Mañana, lo hará de aquella inauguración, con música de viento
Sevilla a 18 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 15 de diciembre de 2011

A diez años, pasada la Esperanza

Un año
Ahora, en cuanto pase la Esperanza, se va a cumplir el primer año de la primera inauguración del polietapico proyecto de lo de la Encarnación.
Hace pocos días que se inauguró por tercera vez lo del Antiquarium, por lo que puede ser que el laberíntico mercado aun tenga previstas nuevas inauguraciones. No descarten el retorno de Ceres, y la apertura de la puerta que le de sentido al galimatico recorrido comercial, para que la Travesía Central actúe como vía difusora de los espacios comerciales del interior, aunque algunos, por su extraño trazado y diseño, son verdaderamente irrecuperables.
Fué en este 2011, en el que a la Encarnación, que no solo era su plaza de abasto, se la llenó de bares como los únicos negocios pujantes en la crisis económica, por lo que se paso de ser zona saturada, a permitirse la implantación de tantos que pareciera otra Alameda, ¡Ay, Encarnación!
A lo largo del año se fueron sucediendo las inauguraciones, al mas puro estilo del pacto, yo alameda, tu Encarnación, que ni con las desviaciones, las modificaciones, las penalizaciones, e incluso con informes negativos, tantos económicos como técnicos, aquello se tenia que inaugurar a toda costa, nunca mejor dicho, teniendo en cuenta la baza que ello significaba en un año de comicios, por lo que no sorprendía que se llevaran a cabo hasta las mas disparatadas, como lo de plaza de la Mayor indignación, y a falta de piedra colocar la ultima estaca, con la premonición de acabar con el Drácula, que se succionara todos los euros, tal que fuera sangre.
Complementado el mirador, con la reciente inauguración del espacio “gastronomico”, al que también le quedan otras previsibles inauguraciones, lo mismo se completará el proyecto calificado como imposible, cuando la Línea DOS del metro, y la parada del metro centro se terminen.
Todo llegará como llega este primer año, en cuanto pase la Esperanza, para recontar a los vendedores del mercado que por significativo han sufrido en su primer aniversario demasiadas bajas, que de llevar esta cadencia, previsiblemente no se alcanzaría a celebrar el X Aniversario, cuando pase la Esperanza.
Sevilla a 15 de diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pies en la tierra

En la nube

Justo de esta manera habían determinado en Berlín, llamar al espacio superior de la epatante cubierta. Nube, como las que según cuentan, cuenta zeta, nube en las setas, nubes que pasan por encima de las setas como millones que pasan, por algo está por las nubes, que no es igual que encontrarse en una nube, donde están muchos, por mucha nube que sea.
Nube es nombre de perro, también pudiera ser de caballo, y lo mismo de modelo de coche. Nube es nombre corto, nombre de animal domestico, nube de algodón de cuento, nube también es muy propio como nombre de indio, pero mas de jefe, como Nube Roja, incluso hay nube, como las cataratas, que no son del Iris en el río Piedra, si no en el ojo.
Subí de nuevo a la nube, en esta mañana dominical, desapacible aunque clara, que permitía ver en la lejanía la cornisa del Aljarafe, desde el Noroeste, al Sudoeste. Camas, Coca, San Juan, la Cuesta del Caracol. Ni que decir tiene que la vista socializada, a 1.20 euros es, aunque pelin cara, uno de los pocos aciertos que el proyecto tiene. (A decir verdad no estaba en el original, y esta modificacion al menos resultó acertada).
Al bajar de la nube, la realidad era otra, cuando la Sevilla del pasado había cerrado sus puertas, a los visitantes, muy a pesar de que existía una larga cola de personas para entrar en el Antiquarium, ahora mas competo, pero tan incompleto que el sentido común dice, que todos los espacios de entrada, pasillos, ascensores, escaleras y rampas, así como el que ocupa las enormes estructuras en uve invertida, junto con toda la zona de servicios de los sótanos de la plaza de abastos, así como las salas que deben de llegar hasta la salida de la calle Imagen, pongamos dos mil metros cuadrados, que con seguridad estarán documentados, pero que ya no existen.
El pasado, como el propio mercado también sufrió la amputación que les produjo la más invasiva de las cimentaciones.
En la nube, división de opiniones, unos aplaudían, otros despotricaba, especialmente el joven que al subir a los servicios, demasiado escondidos, a través de la resbaladiza escalera de hierro, se pegó un brutal golpe en la frente, que podía haber sido mortal, nada menos que con el saliente de una viga de hierro que invade la mitad de la escalera de caracol, a la que ni tan siquiera pintaron de un color distinto, o cuando menos falseado como una columna, con un revestimiento que amortiguara los mas de un topetazo que seguro ya se habrán pegado.
En la sinuosa calle este Domingo no se instala el llamado “mercado de las artesanías”, y la calle de la curva Sur permanece cerrada, siempre cerrada, las fuentes bultos, no abren sus elegantes surtidores, y los deformes parterres, no dejan de ser obstáculos para los paseantes.
La fuente mas antigua de la ciudad, casi enterrada, y rodeada de curvos bancos de piedra, queda empequeñecida, tal que si se la estuviera mirando desde una nube, y eso es lo malo. Pies en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Sevilla a 12 de diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 11 de diciembre de 2011

Otra suerte

La nostalgia

Acaso el tiempo pasado fue mejor, o al menos eso parecia, pero en este pasado tiempo decontinua mania por cambiar la fisonomía existente de la ciudad callada, como quien cambia de parecer, como que cuesta, mas aun al verla en lo resultado obtenidos, cuando se pretendía que esta tuviera en la actualidad mejor aspecto, pero mas parece, que menos se parece a ella, es como si hubiera perdido la señas de identidad, acaso se la han quitado, de su propia esencia.
A que negar que muchos espacios estaban degradados, e infrautilizados, pero lo fueron sin duda por la mala gestión de los municipes que fueron pasando como el tiempo, sin mayor preocupación, y el abandono en la desidia que los propios vecinos tambien, con su silencio, fueron causando.
Es evidente que aun siendo las comparaciones odiosas que cuando se compara, por ejemplo, la plaza Nueva de antes, con esta que vemos, me inclino mas por aquella, sin descartar que el motivo debe ser por la nostalgia de una infancia lejana.
Por suerte no todas las plazas sevillanas tuvieron que padecer el furibundo ataque de modernidad, y es evidente que plazas como la Plaza del Museo, Plaza de Pilatos, Plaza de la Magdalena, Plaza del Triunfo, Plaza del Duque de la Victoria, Plaza de San Pedro, Plaza de la Gavidia, plaza de los Terceros, Plaza de San Antonio, Plaza de las Mercedarias, Plaza de Santa Ana y algunas mas, se conservaron y tuvieron otra suerte, por suerte, mejor que aquellas que se modificaron a capricho del momento, casi siempre empeorándolas, como la Plaza de San Lorenzo, Plaza de Pumarejo, Plaza de la Alfalfa, Plaza de las Pescaderías, Plaza de Molviedro, Plaza de San Juan de la Palma, y aquellas otras que como la plaza de Ponce de Leon, hoy terminal de autobuses, que junto a la Plaza de la Encarnación, y Alameda de Hércules, dejaron de ser tal como las conocimos, antes de su degradacion, y por la acuacion llevada a cabo para recuperar los espacios perdidos, quedaron transfiguradas, para convertirse en lugares muy distintos a los que fueron.
Por todo ello lo que cabe pensar, que se tuvo prisa en algo tan lento que durante muchos años no llegó a avergonzar a nadie, por lo aunque en esos caso se le nego el rigor, a menos dejó la enzeñanza de que siempre hay que ser muy cuidadoso con los espacios que recibimos, y aunque es cierto que podemos llegar a acostúmbranos a contemplar lo realizado, por mal que nos parezca, y con la seguridad de que en el tiempo llegaremos a hacerlos propio, ¡faltaría más! incluso en el uso, pero no es menos cierto que también se podía haber evitado el travestimos, incluso, existen casos en losque hubiera bastado con mas limpieza y cuidados, no exentos de vigilancia, para su plena recuperación. Icono para todos, gustos para todo.
En lo de la Encarnación, “Transgresora, zarandeante, vanguardista, moderna, costosa, e imprevisible”, por el momento llaman éxito a la animación que ha surgido en la zona, antes declarada saturada de bares y ruidos, en la que mas de quince establecimientos copan el espaciode veladores para fumadores.
Por el momento se mantiene las expectativas de que la calle cubierta pueda llegar a ser una “prolongación de la 5ª Avenida de Nueva York”, por la implantación en los locales de los mejores establecimientos, aunque, mientras esto sucede, se permite que se ofrezcan mercaderías artesanales, al mejor estilo tenderete.
En lo de la Encarnación donde otros ven el papanatismo y la patochada, lo mismo sirve para eventos, que para indignados, donde lo publico se hace privado, donde los cacharritos infantiles ocupan el lugar de ocio y cultura que le imaginaron en Berlín, donde las escalinatas, que son tres, acoge cabeceras sindicales para el inicio de las marchas de protesta, donde el pasado imperial de la Colonia, y el refinamiento de siete siglos de turbantes se mezclan, con los olores del garum y las filtraciones. Allí, donde el mirador se hace camino de hierro, para cuando recalentado por el Sol, en lugar de acumular su gratuita energía, ponga a prueba de quemaduras a los visitantes de pago, el llamado mercado pasa desapercibido.
Sevilla a 11 de Diciembre de 2011-
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 8 de diciembre de 2011

Todo por ver (si aguanta)

El final

Cierto que ni el modo ni el como, siempre el final es lo único que cuenta, incluso cuando se logra casualmente. En porcentajes muy alto no se alcanza el objetivo que quedó previsto, si no que en el camino van surgiendo las rectificaciones que le hacen tan distinto, que tal parece que fuera otro.
Se dice que en el cine una cosa es el guión, otra lo que se graba, y otra la película, e igual pasa en otros ordenes de la vida.
Es lo que sucede cuando tantos factores, controlables e incontrolados pasan a formar parte de un plan. Viene a ser como la propia vida, nada tiene que ver los deseos de niño, generalmente fracasados, con los de juventud, posiblemente demasiados ambiciosos, por lo que resulta natural que no se logren tal como se planearon esos objetivos a largo plazo, donde la vida se nos hace tan corta, y tan imprevisible cuando todo puede cambiar en un solo segundo, y no tiene que ser para mal,lo mismo cambia si te toca el euro millón.
Entonces se pueden hacer planes y reaplanes, planes erróneos,caprichosos y descertados y sin temor a equivocarte, pues quedara aun dinero para poder convertir el error en acierto.
Entonces,y es algo que se puede afirmar, que el poder llegar al tramo final de la vida,(que ya es una suerte)sin haber alcanzado el jubilo del plan que se tenia pensado es algo de lo más natural, mas aun, (por la dificultad añadida), para los autónomos.
El final de todo siempre derminara si se realizó lo correcto, o lo inapropiado, si resultó costoso o económico, si fue exito, o fracaso, si será duradero, o efímero, si gusta, o disgusta, si epata, o mimetiza, si acertado, o equivocado, si amable, o transgresor, pues como todo en la vida será el final del todo lo que siempre determine el futuro, de momento, como en lo de la Encarnación se está en continuas modificaciones, aun está por ver si será económico, duradero, acertado, apropiado y amable.
Cierto es, que nada tuvo que ver lo que se percibe con la idea premiada, pues vino a ocurrir como en el cine, que con las modificaciones, las rectificaciones, y los imponderables, mas que fuera imposible de realizar, tal como estaba previsto,y así salió, lo que salió.
Si sale con barbas, San Anton, si no, la Purísima Concepción. A todo ello en su conjunto le siguen diciendo vanguardia, pero mas parece disparate, no por el disparatado costo, tampoco por la cantidad de modificaciones, ni por las calidades que se utilizaron, ni tan siquiera por el emplazamiento, ni por la epatante cubierta, y si me apuran ni por lo de las fotovoltaicas, ni por la ausente sostenibilidad, y nada importa que ni se cumpla el reglamento, ni que a transgresor no le gane otro, por no tener ni dispusieron servicios públicos en la azotea, espacio publico- privado, y donde me dejan las escaleras, especialmente la de Poniente, la mas invasiva del espacio publico que hace junto con los tres arbolitos que se salvaron, la proliferación de veladores, el agujero con barandas, el kiosco, el parterres de la esquina, el mamotreto de utilización para correos, el banco de piedra, tan propio de esta ciudad, la fuente bulto, (aun por inaugurar), y la barreduela de cristal para engañar a los que buscan la entrada, que tan solo le falta una cabina telefónica para completar aquello para que sea al final todo un ejemplo de lo que ha supuesto hacer un estudiado plan para la Encarnación con concurso de ideas, y jurado internacional y de prestigio.
Ni en las formas, ni en el tiempo,nada es como empieza, sino como acaba, y esto esta por ver. Como comprenderán del mercado, lo mejor es no hablar, por si acaso rectifican y lo mismo les dan y ponen la puerta, aunque no sea automática, y quien dice si se animan y nos traen a la Diosa Ceres.
Sevilla a 8 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 6 de diciembre de 2011

Puente soleado

Como llamarlo

No se. La verdad es que me dijeron que no me podía hacer una idea de la gente que acudía en lo que habían puesto en lo de la Encarnación. Tanto me atrajo poder ver esa cantidad de publico que según mi informador era algo espectacular que decidí dejar de ir al campo, para darme una vuelta por el centro y comprobar por mi mismo las maravillas que de lo que allí me habían dicho que se obraba cada domingo y días festivos.
Este de la Constitución salio con los cielos de celeste Inmaculada, e incluso el Sol se hacia notar de manera agradable impropio de la fecha.
Fui a lo de la Encarnación, y acaso llegue demasiado temprano, pues a la hora del Ángelus apenas había publico en la zona, lo que me permitió observar detenidamente todo los productos que se exponía en los dos mercadillos que se habían instalado.
En primer lugar accedí al que llaman de las artesanías. Se trata de una ocupación de mesitas de playa, tableros y caballetes alineados sobre la fachada de cristal del llamado mercado a lo largo de la sinuosa calle, desde la que se podía ver como en el interior del laberinto, bajo una mortecina luz,algunos placeros decoraban los puestos con las tiras de brillo, y adornos colgantes propios de la Navidad.
Se trataba pues de pequeños tenderetes en los que se ofrecía desde ropa de muñecas, cerámica, pintura, fotografía, cosmético del llamado natural, abalorios, e incluso ropa interior y ropa usada. No se como llamarlo, pues no he encontrado el adjetivo para describirlo. Me hubiera inclinado por decirle kitsch, pero no hubiera sido correcto, si mal así parece que le llaman “mercado de la artesanía”, y no pasa nada. Aquello me pareció sencillamente inapropiado, pero está bien que quienes no tienen donde ofrecer los productos que quieren vender, se les permita instalarse en esta calle que apareció, en el ordenador del aleman, eje Norte-Sur le llamaba, sin que por el momento tuviera la mas minima acogida, ni para cruzar.
Por otro lado, en la que fuera placita romántica, donde la invasiva seta seis contamina la belleza de la fuente mas antigua de la ciudad, ahora deprimida, casi enterrada, unos caballitos pónys conducidos por jóvenes disfrazados de escuderos de las cruzadas, dan vueltas llevando en los lomos a los pequeños, unas calesitas y un puesto de gofres, colmatan el conjunto al que ya parece le va llegando el publico, dos filas de tenderetes “jaimas” ofrecen diversos productos, algunos alimentarios como quesos, anchoas y chorizos, tanto crudos como preparados, y las siempre presente empanadas gallegas de lomo, de atún, junto con sus tremendas hogazas de pan de distintas clases, anunciando el especial de centeno y pasas.
No seré yo quien niegue este negocio alimentario, a cuantos le van en ello, pero dejare en evidencia que en estos eventos, que no tiene por que suceder nada, ni existe motivo para ello, la tolerancia es muy superior al rigor que en los mercados municipales de abastos ejercen los pocos inspectores de consumo que giran visita con un celo, y una asiduidad, que mas parece que no tuvieran mas lugar de donde ejercer su buen proceder.
La otra fila de estos kioskos de lona plastificada, que gozan de todas las bendiciones municipales, se ofrece ropa infantil, bazar oriental, camisetas, y algo de sonido, por lo que se dice se trata de una recreación del antiguo mercado.
No me dio la risa, pero tampoco se como puedo calificar esta pretensión fallida, pues no es cutre, cuyo significado dice el RAE que significa sucio, empobrecido o de mala calidad, pero es que en tanta modernidad ninguno de los dos “okupas” merecen instalarse. Solo el buen tiempo hace que el público llene el espacio tan desacertado con estos establecimientos posiblemente inapropiados.
En la azotea privatizada, varios cacharritos para los pequeños, pero, acaso fuera por la sombras, que no invitaba a sentarse en la amplia terraza de veladores vacíos.
Otra cosa es el capitulo de ventas, en las que por el tiempo que permanecí no acerté a vislumbrar que se realizara ninguna, lo cual no quiere decir nada, pues permanecerá por un largo espacio de tiempo, hasta Reyes, y me han informado que la inauguración oficial por el Sr. Alcalde, está prevista para el día 22, por la tarde, y además hay un amplio capitulo de actividades de apoyo, teatro interactivo, villancicos, Belén viviente, animales, payasos, y muchas mas cosas, el caso es que de ser la Encarnación un lugar en el centro, con calificación de zona saturada de bares y ruidos, y mira por donde, un proyecto que era imposible, e imposible de pagar, en el que se emplearon todo el dinero previsto para infraestructuras de la ciudad, por aquello de la rentabilidad, nada menos que le han aparecido en su alrededor un total de quince bares, y dos mercadillos, y ciertamente no se como llamarlo.
Sevilla a 6 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 5 de diciembre de 2011

Ilustrisima

El directorio

Cada cierto tiempo, suele ser a principio de año, y cuando el Verano, hago limpieza en el directorio. Con una cosa y otra, no se por que causa, se me incluyen automáticamente muchas veces direcciones de personas que ni conozco.
A decir verdad estas ultimas siempre las elimino al instante, y solo conservo las de aquellas que cuando menos se a quien pertenecen.
No se que pasará con los correos que mando a todos. Imagino la suerte de cada uno de ellos al tiempo que los envíos, generalmente y por consejo de mis amigos, con copia oculta. Cierto que cuando el tema adquiere un interés distinto los remitos por grupos según la temática, bien a profesionales de los medios, bien a profesores de la Universidad, arquitectos, en ocasiones a los miembros de alguna plataforma, mesa, colectivo, “ocupantes”, o agrupación cívica, y como no a la clase política, y a los directores de periódicos. En ocasiones en abierto.
Tengo un apartado especial al que llamaría de notables, en el que por su escaso número tengo incluido mas de una congregación religiosa.
Pienso que por la pesadez, y reiteración en los envíos, que ya no es perseverancia, pues en la Encarnación ¡Ay, Alameda!, todo esta perdido, ni puede considerarse aversión, pues todo está aceptado, consumatum est, incluida la modernidad, la vanguardia, y el precio, de que estos llegue a cansar a mis queridos lectores.
Se que algunos me han dicho que lo archivan hasta sin leer, otros que solo los abre cuando el titulo le resulta sugerente. Mucho me temo que, si bien tengo algunos que me responden con alientos de ánimo, algún otro hasta me felicita por el contenido, y que decir cuando viene escrito de un admirado maestro.
Tampoco faltaran aquellos que lo llevan directamente a eliminar, si lo supiera no se los enviaría. Tan solo una vez, una ilustrísima señora tuvo a bien de hacerme llegar que no le enviara nunca mas ningún correos, cundo me disculpé, aclaro que me tenia cierto aprecio, pero que no disponía de tiempo cada día para abrir un buen numero de correos que recibía, llegó a escribir, bellos correos, pero que les hace perder un tiempo que necesita, no obstante, quedó en que le gustaría conocerme y que un día de estos me visitaría. Ni que decir tiene que no he borrado su dirección.
También los hay que cambian de correos como de pañuelo, mal asunto, a estos los borro al tercer fallo.
Ni que decir tiene que en el momento que te resulte molesto me lo haces saber, y de inmediato te elimino del directorio, eso si, al final te perderás el ágape, con abundante jamón ibérico sumunt, que de abrirse la puerta tengo pensado cursarle invitación, incluso a ella.
Sevilla a 5 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

Viernes

Viene

Será el viernes que viene, me han dicho que viene, solo que tendrán que confirmarlo. Veremos, mal asunto el de la incertidumbre, cuando menos no es bueno, pues, ¿quien evita que a la apretada agenda, donde la insistencia ha creado un hueco, que no vacío, para llenarle de mil cosas pendientes, que a ultima hora se modifique la cita, por una alteración surgida del frío para que aquella prevista mas de confirmación sea de extremaunción, y se cancele el demandado encuentro?
Está por confirmar, pero viene. Será un momento, según la disponibilidad del tiempo, por la brevedad no espero obtener nada inmediato, y que pueda llegar a compromiso alguno, todo quedará en tomar notas para el posterior estudio, siempre estudiando las cosas, es el modo con el que se progresa adecuadamente, por lo que por el momento no tengo la estrategia pensada.
Por un lado se me ocurre hacerle ver toda una batería de deficiencias, la mayoría subsanables, la minoría irrecuperable.
Otra cosa sería ir directo a un solo punto, todo lo mas dos, y dejar que el tiempo actúe, a ser posible, por esta vez a favor.
Llegado a este punto, la cuestión se centra en lo del mercado, por mas que ni me lo parezca, pues a esas alturas, en lo del “metropol”, poco mas puedo decir y por el contrario deberían de ser otras voces las que reclamaran la sostenibilidad, acaso los ecologistas las fotovoltaicas, como energía limpia, pudiera ser que incluso alguna voz solicitara que se revisara el contrato, y que se pudieran hacer los cálculos sobre las penalizaciones por demora.
¿De que serviría sacar lo de la privatización del espacio azotea?, y menos aun conocer el costo total de la obra, y cuanto se lleva pagado en metálico, cuanto viene pagando el Ayuntamiento por alquilar un edificio propio, eso si, desafectado, y formando parte de un lote de pago en especie. A que sacar lo de la Ley de Patrimonio, y la contaminación visual, o lo de la herencia paisajista. Mojigaterías,
No sé, ¿hablamos del reglamento?, de los olores impropios que se siguen percibiendo, de la luz mortecina, del suelo poroso, de la altura de los mostradores medidos erróneamente al realizar el encargo, de la calidad de los materiales de un equipamiento que tuvo una variación al alza de cuatro millones, cuando estaba presupuestad en cuatrocientos mil euros, hablamos de la Esperanza, de los comerciantes que quedaron sin puesto, de los insuficientes shunt, que tiene los mínimos servicios, uno por sexo para las deposiciones, sin contar los continuos actos que llevan a cabo la empresa de desatascos, de la reflexión de la luz en las virinas, o las rejillas que remansa agua por su escasa pendiente, a todas luces inapropiadas en un lugar de tanta modernidad.
Me preguntaré mil veces si vendría bien sacar en tema de lo de las puertas y su aleatoria colocación, especialmente cuando se pusieron por pares en lugar de una mejor distribución, y la inutilización de una hoja de cada puerta, pero con el añadido de que no son puertas que puedan acceder personas de reducida movilidad, y menos que por su peso, puedan ser abiertas por las de avanzada edad.
Ni me lo pienso, es la oportunidad que llevo para un año esperando, me mostraré simpático, no dejare que salga la hiel que contengo, apelare a su cariño por el mercado, solo le razonaré que ordene lo justo para que se pueda abrir una puerta en la fachada Oeste, para hacerla coincidir con la travesía Central, al objeto de que se facilite tanto la entrada como la salida del laberíntico trazado anticomercial. Eso es todo.
Le comentaré el poco publico que transita por esta calle, que quedo fuera del recorrido comercial, y así puede que le exponga las ventajas de abrir esa puerta justo donde cada día la buscan no solo los foráneos, también los propios, sin encontrarla.
Viene el viernes que viene, seguro que no vendrá solo, y en tal caso expondremos la recuperación de la escultura de Vasallo, Ceres de la Encarnación, “alma Mater” como madre que alimenta, madre nutricia, cual Universidad, Ceres vuelve. La agenda de la responsabilidad es apretada, y aunque ha sido mucho esperar, seguramente viene, el viernes, y lo mismo todo cambia, el viernes. Será un viernes especial para la Encarnación que inauguraron un domingo de diciembre, día del Señor, cuando pasó la Esperanza.
Sevilla a 5 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

sábado, 3 de diciembre de 2011

La llegada

Aniversario

Como cada año que pasa, pasa mas rápido, en este que se acaba nos ha llegado, como no podía ser de otro modo este Diciembre, para que justo en lo de la Encarnación, el nuevo Alcalde, inaugure aunque sea por tercera vez lo de las ruinas del sótano, y lo peor, es que con la bulla de la copa se marchó, pues no le quedó tiempo para comprobar las de arriba.
Fue una entrada por una salida, visto y no visto, cuando el interés de las prisas se encontraba bajo la carpa, esa que esta previsto que no se pierda, y es que le han informado que en lo de arriba, es mas fácil perderse que encontrar la puerta de salida, y no estaba la cosa para perder, especialmente el saque de Del Potro, por que el SICAB es otro mercado.
Vuelve a repetirse, como cada sábado, las mismas circunstancias que deberían, después de un año, haberse solucionado. Poco parece importar lo que sucede, a demasiadas personas, cuando no encuentran una entrada donde el buen juicio les hace entender que cuando menos parecía que allí tendría que encontrarse. Se vuelven a equivocar cuantos intentan buscar una puerta donde no la dispusieron. Se vuelven a equivocar aquellos que no quieren encontrar la solución.
Un año después, por rápido que haya pasado, y todo parece indicar que no rectificaran en absoluto, dejando en evidencia la falta de sabiduría, y no solo en lo comercial.
En este Diciembre en el que el frío se retrasa, resulta que este año adelantándose a la fecha de la Inmaculada, se encienden las luces de bajo consumo, si cabe en mayor medida que en los anteriores.
Parece que este aumento se ha hecho necesario para que el brillo de sus luces recuerde ciertamente que en el Solsticio de Invierno siempre coincide con la llegada del Adviento, ya que las Felices Fiestas se instalaron haces varias semanas en las grandes superficies, pero ciertamente a la Encarnación nos llegara en cuanto pase el aniversario, cuando pase la Esperanza, será entonces, y no antes, cuando nos llegue la Navidad de toda la vida.
No le hará falta puerta alguna, llegará, seguro que llegará, ni antes, ni después, pase lo que pase llegará, y entonces entrará la Navidad en el mercado.
Sevilla a 3 de Diciembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Todo puede cambiar

Otro final

De nada sirvieron los planes, salvo que fueran de pensiones, pues, entre la vaca loca, y la loca crisis, me jodieron una previsible jubilación. Otro final.
Muchos años cotizando, y resulta que no son suficientes, pues, como autónomo, hacen faltan mas años, como mínimo treinta y cinco, toda una vida, y lo que queda en la cuenta que me han hecho es una miseria que no cubre el costo vital.
Ni por asomo esta jubilación me alcanzaría para cubrir los gastos que genera vivir como cartujo, sin contar el que supone la alimentación, junto con el ordinario de la casa, y el que se origina mínimamente en lo personal.
La crisis ha desencadenado justo en el momento mas critico de mi vida, en el esperaba obtener unos importantes ingresos por desprenderme del remozado negocio, y después de esperar en la provisionalidad tantos años, pero ahora resulta que no encuentro a nadie que le interese. Otro final,
No me queda otra que seguir en eso que llaman mercado, en lo de la Encarnación, un lugar de diseño tan anticomercial que cerraron tres puestos en menos de diez meses, y donde ineludiblemente si no se quiere engrosar la cuenta con el mismo final que los antecesores, se tendrá que esperar a que pase la crisis para que, algunos de los varios vendedores que superan los trece lustros, puedan traspasar de urgencias a como de lugar, y lastimosamente aquello de lo que un día fueron sus propietarios y que por la gestion de modernidad del doctor Sanchez, en la actualidad, son meros subarrendatarios. El caso es que de momento no me podría jubilar.
Persistiré una y otra vez para que algún responsable caiga en la cuenta de la importancia que puede tener no cerrar mas puestos para el mercado, y las ventajas de abrir la puerta justo en el lugar donde cada día entran buscándola muchísimas personas, pero que no existe.
Dicen que ahora en la constructora-adjudicataria-concesionaria lo mismo están estudiando la reiterada petición, y quien sabe si para el aniversario nos encontramos con la inauguración de la puerta.
Seria el momento jubiloso, que lo mismo ni me importaría seguir en activo, mientras el cuerpo aguante, sin preocuparme que les ahorre la exigua paga que me corresponde durante el tiempo que sea a la tesorería de la seguridad social, para que incrementen sus activos, con su pan se lo coman. Seria otra final, ganada, como la Davis.
Con la puerta vendrán de inmediato las ventas, por el momento ausentes, y con las ventas los beneficios, y lo mismo cuando se vea que aquello es un buen negocio, seguro que no le faltaran empresas interesadas en implantarse en el icono de modernidad.
Como comprenderán, cuando acaba el dichoso mes, no es el momento, en especial cuando la puerta aun esta en estudio, y tantas cosas dependen de ella, que empiece otra vez a recordar todo lo que a simple vista se observa, y que por supuesto nada me importará que nadie las vea, y es que otro final se vislumbra si mirando la puerta de Poniente, hasta el tiempo se detiene, y lo mismo ni me jubilo.
Sevilla a 30 de noviembre de 2011
Francisco Rodriguez Estevez

lunes, 28 de noviembre de 2011

El arbol, (pasen y vean)

El reclamo

Se trata de una simple llamada de atención para que el publico, el escaso publico que transita por la calle que soy observador, observado, se sienta atraído en la observación del reclamo, y quien sabe, si encuentra la puerta, lo mismo accede al laberinto del mercado.
El reclamo no tiene efecto en aquellos que, una vez dentro, no tienen el acierto de pasar por la desierta calle a la que reclamo la puerta, y por lo tanto son incapaces de descubrirla, pues no perciben la llamada visual que la descomunal pieza hace a los que desde el exterior la vislumbra, aunque solo sea para capturar unas fotos con el móvil.
Pocas personas no tienen ya su móvil, en este caso como elemento de comunicación, como el reclamo, en otro seria motivo, y ahí, justo es otro sentido, que viene de sentimiento, y no del sentido corporal, ni el de las agujas del reloj, ni el de la marcha, ni por supuesto si aquello tuviera sentido.
El móvil telefónico tiene incorporado, en la mayoría de los casos, una cámara fotográfica que captura la instantánea, y allí se llevan la del reclamo, que naturalmente está realizado en papel, aunque hay quienes preguntan ingenuamente ¿Cuántas arrobas pesó el cochino?
A falta de puerta, pues está visto que la sombra de la irresponsabilidad es alargada, y cuando todos los indicadores me hacen sentir, que estos responsables al motivo aun lo encuentran insuficiente,y que posiblemente sea una escusa, un motivo, por la falta de liquidez, tanto en las arcas municipales, (que dicen las encontraron vacías) como por los otros motivos de la parte contratante, (que no serán económicos) de la adjudicataria, pues, no queda otra que, como que estando con los medios propios mas escasos si cabe, hacer la llamada del publico, un móvil para crear el interés en buscar la recondita puerta que le lleve hasta la estupenda propuesta que se realiza para estas fiestas,por medio del reclamo, con un “árbol” de jamones, recubierto de paletillas de Cortegana, a todos los efectos, una reivindicación de dominio del espacio, que hasta lo mismo me puede crear un conflicto de intenciones con el responsable, no de lo de la puerta, si no con el de mantenimiento, y entonces, sacaremos la cinta métrica, y comprobaremos in situ que el reclamo se encuentra dentro de los limites que cierra el lugar subarrendado, y por el que se pagan tasa municipales por metros de ocupación, y por servicios desconocidos, como la responsabilidad, y ya me dirán entonces a quien le solicito, después de once meses, que se tomen el interés responsable de darle al publico el mejor servicio, por mas que sea mixto municipal, mixto privado, que ambos cobran, al menos para acceder con facilidad, pero sigo preguntando ¿ a quien le reclamo?.
Sevilla a 28 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un año (fin del Acto I)

Todo tiene su fin

No acabo de entender que nada se haya hecho al respecto para mejorar la circulación por el laberinto que dispusieron en lo de la Encarnación, cuando ha quedado de manifiesto que es algo que a todas luces se hace necesario.
Espero que el fin no sea cerrar mas puestos, aunque camino se lleva cuando definitivamente cerraron tres y existen expectativas de que algunos más les secunden.
No tiene sentido, pero es que a los once meses de la inauguración, entre los responsables, hoy irresponsables, y los irresponsables, hoy responsables, junto con los responsables de la concesionaria adjudicataria, constructora irresponsable de un encargo imposible, hasta que lo modificaron para que también tuviera su fin, por cierto tan insostenible, pero que al menos sirviera como icono rosa,pero la irresponsabilidad, al fin y al cabo, les lleva a todos al mismo fin en la conclusion final.¿ A quien se le olvidó poner la puerta?
Y es que aunque parece acabado, le quedan repasar muchas deficiencias mejorables y que no se acometen, al parecer, por los costos que supone, pero fueron tantas las desviaciones que tuvo el irresponsable e insostenible proyecto, que de por si salio imposible, pero que nada importaba en sus costos con tal de ponerle fin, (haciéndolo posible).
Por cierto, que si se cuantificaran la cifras del montante economico que en estas se emplearon,las cantidades resultantes superarían a las que se generaron en las previstas penalizaciones por la irresponsable demora que se preveía cobrar,y que algún día, es posible que se tenga la cuenta en cuenta. Partida aparte, todo tiene su fin.
Efectivamente, la puerta de la fachada de Poniente, con seguridad se acabará abriendo, acaso mucho antes de cerrar la cuenta de lo gastado, aunque fuera irresponsablemente, y por supuesto sin que se acaben de realizar todas las modificaciones, mas bien reparaciones, que continuamente se llevan a cabo, por el momento, en las deficiencias que, salta a la vista, siguen apareciendo en el pavimento, barandas, escalones, y alcantarillado.
En lo de la puerta su fin, que también lo tiene, (como todo) no es otro que evitar que se sigan cerrando puestos, pero evitarla, acaso sea que dispusieron otro fin.

sábado, 26 de noviembre de 2011

El responsable

Por fin

Era una ilusión. Como por el momento solo me aparecen irresponsables, continuo estrechando el cerco para encontrar, no al responsable de que en lo de la Encarnación se dispusiera ese laberíntico diseño con sus aleatorias puertas, pues ese ya le tenemos localizado, en su casa.
No, al responsable que se busca, aun no he encontrado. Es el que tiene que paliar en la medida que le sea posible, tanto capricho surgido, mal por defecto, que mas parecen que fueran errores, está claro que autorizados por otros responsables, que también están en sus casas. Pero, por el momento, el responsable no me aparece.
Efectivamente aquello era una ilusión. Ni que decir tiene la cantidad de personas que han venido a felicitarme por “el logro” de la puerta. Nada mas lejos, tan solo fue una broma que apenas tuvo una duración de poco mas de una hora, hasta que llegó para retirarla, la autoridad que se mantiene en ello, por mas que fuera nombrada, (sin criterio, ni merito) nada menos que por la responsabilidad existente, ahora irresponsable, y que todos sabemos que se ha marchado. La misma que autorizaba verbalmente hasta todo lo que fuera menester, con tal de inaugurar pasada la Esperanza.
Fue una ilusión que surgió cuando, al no encontrar al responsable, para solicitarle la necesaria apertura de esta puerta, puerta inexistente que tanta hilaridad produce, en los limite del cachondeo en los foráneos, y un cierta guasa en los propios, risa en los provincianos, estupor en los capitalinos, y malestar en los usuarios del laberíntico mercado cuando, las personas de esta ciudad, en especial las mayores, cansadas de dar vueltas en el laberinto de su interior, para encontrar esa salida que no aparece, y que por lo general acaban mostrando su contrariedad, y algunas, no sabéis de que manera.
El caso es que en el cristal que espero que un día se abra con dos hojas, a ser posible con automatismo, para que con la sola presencia abra las puertas al mercado, y facilite la salida directa, y sin mas engorro, pues coloque un cartel en el que anunciaba la próxima apertura de la puerta, con una coletilla de cierta ironía, que decía “en cuanto acaben de estudiarlo”.
El caso es que han sido muchas las personas que me han venido a felicitar por mi perseverancia, creyendo lo del cartel, incluso dándome fecha de la inminente apertura, y yo sin encontrar al responsable, cuando menos para hacerle llegar estas felicitaciones, aunque, puesto a llevar, lo mismo le hago llegar todo lo que llevo escuchado, por mas que nunca fueron beneplácitos ni complacencias las dirigidas a la irresponsabilidad de los responsables, pero todos sabemos que están en sus casas.
Sevilla a 26 de Noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Para verle mejor

El emerito

Hacia varios días que no venia visitarme mi emerito cliente con el que de forma cordial y respetuosa divago sobre lo absurdo y lo abstracto, pero al final, siempre coincidimos en lo anárquico, y en lo patrimonial. Cierto es que las líneas rectas, y los ángulos de la cerámica le tienen secuestrado.
Hoy ha venido para, una vez mas, solidarizarse en la demanda de una puerta que coincidiendo con mi parecer, corrobora con su amplia experiencia en la arquitectura.
Por sus conocimientos profesionales es de las pocas personas que han advertido, cuantos defectos se perciben a simple vista, sin perjuicio de que ya saldrán los vicios ocultos como en todas las obras.
En su visita vuelve a insistir en la peste que alli hace y su posible origen. Llámese peste al singular olor que denominado como olor a seta, que esta entre Dinamarca y banco de Iglesia, se ha instalado en el llamado mercado para integrarse en mezcolanza junto al de las aguas que resuma el pescado para dejar de ser inodoras en los remansos de los desagües, el de los inodoros incapaces de expulsar con el débil shunt los que se depositan en sus tazas, los que produce la acumulación de lo invendible en carros rebosantes que bajo la gradota del Oeste empiezan a fermentar, y en especial, dice (por su experiencia en elementos constructivos) por los filtros del aire acondicionado, una vez que se impregnaron de toda la cacosmia que se produjo.
Me insta a que escriba sobre ello, y que también saque unas fotos y las envíe a los medios para denunciar el pavimento de granito que se colocó en la fachada Sur, y que a su juicio es de alta calidad pero que quedó tan mal colocado que apenas quedan algunas piezas completas.
Acabo pronto zanjando el asunto, pues le devuelvo el envite, y le invito a que sea quien es emerito en las artes de la construcción, el, que con su sabiduría pueda llevar a cabo la denuncia publica basada en su saber, se acabaron los discursos. Quedamos para el Lunes ir a ver el asunto del expolio de la fábrica de Vidrio de la Trinidad, donde las aguas volverán a su cauce, pues no llego la sangre al río.
Por el contrario, y es que a lo peor, me estaré acostumbrado al olor de lo de la Encarnación, pues como que solo lo percibo a oleadas, y ya no es de la forma continuada que antes me producía unas arqueadas como para abrir una puerta en el cristal que coincide con la travesía central. También, y esto a quintuplicado la fuerza como IU, ya que se puede observar sin dificultad que la sinuosa calle antes tenia una iluminación tan pobre como la que tiene el mercado amarillo en su interior, pues utilizaron las mismas lámparas y la misma distribución de estas a lo largo de su serpenteante trazado y ahora con la nueva luminosidad como que se ve todo mas claro.

Cada amanecer

Al alba

Camino de la Encarnacion

La escena que veo se viene repitiendo desde hace varios años, los mismos que llevo (por aquello de la guerra que al coche le empezaron) pasando por la puerta del palacio, y es que la cosa se puso tan mal para aparcar, que no me quedó mas remedio que, al principio, caminar hasta la lejana parada para poder coger el autobús que me acercara al lugar del trabajo, ahora en lo de las setas, puesto que, eliminados todos los aparcamiento que antes había, coger el coche desde hace ya unos años se había puesto imposible, y luego, ante el deficiente servicio de transportes urbanos, no me quedo otra que iniciar cada día con una sesión de caminata, dos kilómetros de nada, que según dicen, va muy bien a mi edad, pero donde de verdad se va bien a mi edad , es en coche.
Por suerte, me dejaron hace poco un aparcamiento en el centro, y consigo, una vez pasado aquel tiempo que le tuve pudriéndose en la puerta de casa, coger el coche un par de días a la semana y traerlo hasta la Encarnación.
Me resultaba extraño, al principio, ver aquellas chiquillas en la puerta del palacio, pero a fuerza de pasar pude observar la secuencia completa. No es cosa nueva, llevaba varios años viendo como todos los días lectivos, al pasar por la puerta del palacio, cuando aun esta oscuro, cuando se acerca la hora de que el licántropo vaya tomando normalidad, justo al alba, empieza la metamorfosis.
Las niñas, vestidas de uniforme de colegio de monjas, y resguardadas detrás de los coches de las miradas de los pocos caminantes que pueden pasar, realizan un ritual transformador, en el que dejan de ser mojigatas colegialas, para acortar, con una treta de cintas e imperdibles, la medida de las faldas, esas enormes faldas que llevan por debajo de la rodilla, para con cierta habilidad hacerlas decrecer y enrollarlas en sus cinturas hasta que, en la transfiguración de Nabokov, quedan convertidas en un autentico ramillete de Lolitas.
Suele estar aun oscuro cuando paso y mi presencia ya no les preocupa, ellas estan a lo suyo y con habilidad al tacto, montan diariamente el taller de costura donde los imperdibles sujetan los pliegues de las faldas escocesa con los colores que las identifican, y los calcetines altos, ahora se le quedaron bajos, y muestran, sin que les importe el fresco, e incuso el frío (cuando lo hace) las carnes rosadas de unos muslos infantiles que quieren enseñar carne a toda costa, sin querer ver el peligro que supone hacerlo estando el licántropo aun sin recogerse en el cubil.
Al alba, delante del palacio, en la metamorfosis colectiva, se lleva a diario una transformación en la oscuridad, no hay ninguna palabra, es un automatismo grupal, en el que la treta está en subir la falda que tapa las rodillas hasta que queden por encima del medio muslo para convertirla en minifalda. Por habitual, me sigue pareciendo extraño el comportamiento establecido.
El caso es que una vez convertidas en Lolitas, cuando aun el alba se resiste en estas mañanas de Otoño a vencer a la noche, cuando la negritud azulea antes de amanecer, estas mujercitas, en la seguridad colectiva, ponen rumbo al colegio, donde chincharan sin duda a algún otro grupo de chiquillas, de las que aun no se atreven, o no quieren acelerar los tiempos, ya que sus faldas a media pierna, por lo menos las abriga.
Sevilla a 23 de noviembre de 2011
A veces no todo es la Encarnación
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 22 de noviembre de 2011

En semejante sitio

En el tholos

Justo donde hace ya tiempo que debería de haberse instalado la escultura de la diosa de la Encarnación, en el tholos que tenia las perversas previsiones de instalar una repugnante fuente “bulto” de esas que hasta la fecha aun ninguna lanzo un chorrito de agua por los machacados surtidores.
El “Tholos” sacro lugar para acoger una diosa, por aquello que se le cambió el uso de parterre colillero, para con cierto acierto no poner nada en ese lugar donde ya estuvo la indigencia, la novia, y también, quien lo diría, el mercedes blanco, al que le habían encontrado un lugar ideal para aparcar.
Es seguro de que, tarde más o, acaso menos, la escultura de Vasallo tiene ese lugar reservado, y cierto es que no puede ser cosa difícil el poder llevarlo a cabo, si se pone el mínimo interés en las distintas delegaciones municipales que tienen que resolver el asunto. Tiene su punto de emotividad conseguir el regreso de Ceres, lo cual sumará tanto en el conjunto realizado, como en el interés de los clientes que al entrar por la puerta que se procederá a abrir en la fachada de Poniente se encuentren la majestuosa escultura.
En el “tholos” vacío se siente la ausencia determinante de la diosa, su presencia se presagia como necesidad imperiosa para complementar una desangelada y absurda barreduela de cristal, apéndice, o lagrima, en la que evidentemente falta una puerta para acceder al mercado y que inútilmente buscan cada día un buen numero de personas, y donde lo mismo se amarran las bicicletas, que estacionan las motocicletas y ciclomotores.
El mercedes blanco encontró el lugar perfecto, la imagen por detrás del cristal hacia verle que hubiera penetrado como metido en una capsula transparente dentro del mercado, violando impúdicamente el lugar reservado, mas diríase intimo y privado que sacro, aunque lo fuera pero como no había puerta todo quedó en una ilusión óptica.
Sevilla a 22 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 20 de noviembre de 2011

puerta para el cambio

La concesionaria

Con la trinidad de ser adjudicataria, constructora y concesionaria era hasta lógico que para acometer lo de la Encarnación y convertirle en la mayor plaza de la indignación, icono del tiempo rosa, los dineros vinieran de los créditos que no parece que puedan pagar en su vencimiento.
El presupuesto para la puerta de Poniente, que no alcanza ni los mil euros, parece que es un terrible hándicap económico en la empresa que tiene que devolver el crédito global que el ICO le facilitó hace cinco años, justo cuando se empezaba, para mayor indignación lo de la plaza, y que según las noticias aparecidas supone que con la ultima partida se tendrían para trescientas cincuenta mil puertas, que ya seria abrir puertas, de un total de las cinco millones de puertas que se podrían instalar si se cancelara la deuda generada, y otras tantas con los intereses, si los hubieran, y que son desconocidos.
La noticia es , aparte del resultado de las elecciones con un cambio de poder, que si no hay prorroga justo el día antes del sorteo extraordinario de la lotería nacional, lo mismo solo refinancian los de la misteriosa trinidad lo que cuesta dos millones quinientas mil puertas, por lo que es terrible que esta puerta de la fachada de Poniente de la plaza municipal, que puede abrir al publico una entrada al mercado, y a la misma, una salida del laberinto, pueda crear el enorme obstáculo que el misterioso costo supone a la trinidad acreedora, y nada hay en este misterio sin resolver, (como la Encarnación )¡Ay, Alameda! que para hacer los números al cierre de caja, como una puerta al balance, aparece la enorme dificultad el saber por cuanto nos salen los misterios de la puerta para que se abra, mas se diría que nadie sabe por cuanto salen en esta ciudad todos los misterios que aquí tienen la puerta abierta.
Sevilla a 20 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

Lo que cuenta

El voto

No es que sea este caso del voto, una promesa que cumplir, pero hay días que como este en el que lo prometido lleva a la reflexión, cuando te desayunas que la vida de un lince está tasada en dos millones de euros, y aquella que perdió del tiron quien por aquello de que apareciera la encefalopatía espongiforme bovina, se le partiera el corazón a trizas de llevar tantos días sin partir ni un filete, pues esta, no lo creerán, sale por lo mismo que se cobra por un ere.
Dice la noticia que la cantidad ha sido devuelta, pero pensando en los linces aparece la duda, y la pregunta, de que si hay que ser un ídem, para saber si todo ese dinero que aparece en la débil cuenta bancaria, acostumbrada a los números rojos, si estos que por su cuantía mas parecían ajenos, evidentemente que no podían ser propios.
Las sentencias se dictan con dinero, pues se dice que no hay mayor castigo que aquel que toca a los bolsillos, y resulta que un lince, siempre es un lince, por aquello de que es un lince.
Sin embargo un pre-jubilado con ere que según se desprende del auto, acaso ni sabía quien fuera el lince que, por voto favorable, inscribió un nombre, al parecer al azar, domicilio, al azar, y numero de cuenta, al azar, como beneficiario, nada menos de una empresa en “crack” en la que nunca había puesto un pie encima. Y luego dicen que las vacas estaban locas.
Se sabe que fueron estas contagiadas por un prion que les administraron al hacerlas forzosamente carnívoras, cuando le dieron de alimentación harina de carnes procedentes de cabras afectadas de “temblaeras” , muertas por comer tanta basura que se deja en los montes, y que en la tranformacion en pienso para los rumiantes herbívoros, para mas señas, pues resulta que otro lince de la economía caliente, sugirió no llevar a cabo, por aquello del ahorro energético, y en propio beneficio (empresarial), que no se alcanzara la temperatura aconsejada para que la cabra muerta, que no vale ni la millonésima parte de un lince, obtuviera el sabor de las verdes praderas, y como consecuencia, acabara con el sector cárnico solo del susto.
La condena por perder la vida, esa que como efecto colateral se estaba cargando nada menos que el mismísimo lince de la planta transformadora, pues supone la misma cantidad que un “eres tu” ingresado en la cuenta corriente, (la de los números rojos) del pre-jubilado, que, otorgando en el silencio, sabia que como apareciera el lince se montaría el numero.
Sin que para nada suponga a estas alturas ningún menoscabo, devolver la cantidad impropiamente recibida, al caer en la cuenta, (como un lince), de que esta cantidad como que no tenía un origen que fuera familiar.
Y es que los números no tienen el mismo valor, como la vida de la cabra y la del lince. Numero de circo, de sentencias, números de sustos, números rojos, la diferencia siempre está en el número de votos, que en este caso tampoco significa lo prometido, que de siempre se dijo que era deuda.
Sevilla a 20 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

sábado, 19 de noviembre de 2011

Si la prima asentara la cabeza

Reflexión

A nada que salga el Sol, e incluso cuando los días son desangelados, como este de la reflexión, hace que esta llene de pleno las vitrinas, y en lugar de los productos que se exponen, la reflexión hace que lo que se vea sea el cielo, azul o gris, y las viviendas que conforman la plaza estrangulada por la escalera Oeste, la fuente bulto, el parterre desubicado, la invasora barandilla, el kiosco extemporáneo, y el receptáculo de Correos, que junto con los tres arbolitos que quedaron, y la plantación de veladores colmatan una panorámica en el vidrio curvado de la vitrina, como consecuencia de la reflexión de la luz.
La reflexión, invariablemente debería de coger en un día como este, ligeramente desapacible, por aquello de que como esta la cosa `pues como no invita a salir de casa, eso si, siempre y cuando emitan cuando menos un par de partidos ajenos a nuestros colores, para no tener que pensar en el resultado.
La reflexión tiene de bueno que por lo menos es una jornada tranquila y no soliviantan el cuerpo, con los riesgos que se corre con la prima de riesgo, (hay que ver el peligro que tiene la criaturita)
Esta visto que ya casi es un riesgo salir a la calle, y mas si llevas dinero encima, pues nada asistes a un funeral y ¡zas!, treinta euros en lotería de la hermandad, y otros quince en la de un compromiso hicieron que volaran, con mas riesgo que la dichosa prima, nada menos cuarenta y cinco euros del ala, y por suerte, que al quedarme solo con un euro me permitió no entrar en el bar, donde el riesgo hubiera sido mayor.
En esa reflexión andaba cuando mi amigo Paco, persona seria, me ofrece que venda un talonario de lotería para recaudar fondos para una escuela de un pueblecito de Perú, como no llevaba nada, le dije, (en la esperanza de que no encuentre mi puesto) que me lo llevara, y mira por donde me encontró.
Pero la reflexión política está en saber que tendrá la comunidad de mi casa que nadie quiere ser presidente, y que tendrá de grave la situación económica existente, cuando se empeñan en contarnos la milonga de que existen, cuando menos dos soluciones, e incluso cuatro, y miren como estamos, reflexionando todavía sobre los riesgos que corre la prima como no se la condone, y mira por donde, aun había quien creía que todo venia de FMI, y la cosa era por lo de Strauss-Kahn, de adicción sexual, y su fobia al “Control”.
Esta visto que la reflexión siempre lleva al mismo sitio, lo malo es que aun no pusieron la puerta para entrar, por lo cual en esa reflexión andamos, si bien me inclino que será la automática. ¡Donde va a parar!, vamos, que no tiene ni punto de comparación.
Sevilla a 19 de Noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 17 de noviembre de 2011

Por escrito

La comitiva

Pude enterarme, y no fue fácil, pues según parece pasaron tan rápido que apenas fueron unos pocos los que advirtieron la comitiva, de la que en retaguardia estaba la concesionaria.
Ese indicio me daba que pensar que se tratara de una visita política en periodo electoral, pero a pesar de la magnitud de los participantes, inferior en número a la que dispuso el contador de galapagos, no era de política si no de propaganda, ustedes me dirán.
Se trataba, según pude informarme, de una empresa de publicidad que intentaba buscar las localizaciones para un spot, pero por la velocidad con la que cruzaron el llamado mercado, que me da en la nariz el aroma propio de lo que desprende aquello, que no se llevará a cabo ninguna filmación. Es una pena pues lo mismo en los planos cortos se podría apreciar a simple vista alguna de las deficiencias que se observan.
Por el contrario, el pañuelo de Kondo no trajo esa suerte que se la atribuye, y quien vino fue la persona que ya ni esperaba, y según me dijo era la que había dispuesto y supervisado, toda la obra ejecutada en lo que se llama mercado municipal, y claro está su papel era negar toda la evidencia que los errores existen, como Teruel.
Estoy por soportar detenidamente que me explique como se puede mover una mesa en ángulo recto con pileta incorporada, si los desagües y toma de agua están colocados en un sitio y la pileta y el grifo en el lado contrario, posiblemente ese día no fue a clase.
Aun me faltaran explicaciones que me lleven al entendimiento del laberíntico diseño, de la altura de los mostradores, de la elección de un suelo inadecuado por su difícil limpieza, y sobre todo los criterios para colocar las puertas que parecen que las dispusieron de forma contraria al mínimo sentido de la optimización de un recorrido comercial. En definitiva que lo que sea, después de tantas veces dicho, ahora lo quiere por escrito, cosa que le remitiré con mucho gusto al gerente de la empresa, antes de, si hiciera falta, darle otro curso.
Hoy otra comitiva pasó por el centro, la casualidad hizo que me la encontrara, pues desde el primer día es sabido que el poniente está a la izquierda si miran al Norte, pero tampoco pasaron, creo que se temían lo de la puerta.Tendremos que esperar a que pasen las nubes y pueda contarse no el paso de las nubes que precisamente de eso se encarga otro,si no todo lo que queria saber de esta histoia, (y nunca se atrevió a preguntar)
A todo esto la ex cigarrera Pepa, Altadis no se cierra, acompañada del ex concejal García, otrora contador de caracoles, en su soledad, justo cuando se encontraban en el centro me dejaron con un muy efusivo saludo la propaganda de Cayo, luego existo, y con las misma le mandé un retórico saludo,con salud, para el camarada Torrijos, como el General.
Democracia o mercado, es la pregunta del pasquin, y como comprenderán siendo uno placero de toda la vida, como de claro me queda, la elección, mercado, pero no como este amarillo, si no como Dios manda, y el mensaje continua, “Tu eliges”, y ya sabéis, yo siempre elijo puerta.
Mañana puede ser que venga la comitiva que falta, que lo mismo está tan sobrada que ni viene, pero puedo apostar que si el candidato Tarno, que tuvo familiares carniceros en la Encarnación, y el Delegado Serrano, que se crió entre los puestos de la fachada Sur, lo mismo se acuerdan y caen de que el poniente siempre se encuentra a la derecha, justo donde falta una puerta. Para que contar.
Sevilla a 17 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 15 de noviembre de 2011

Paco, Kondo, Jaime, me encontraron

Mañana

Mañana me enteraré por la prensa, pues como que me da igual ocho, que ochenta, quien comandaba la comitiva, posiblemente de formación política que, con la parafernalia de los flashes, cruzó por la calle de en medio, sin reparar en la que por ejemplo, tiene al poniente en la derecha si mira hacia el Sur.
Mañana podré enterarme de quien no me pidió el voto. Me dijeron que era una comitiva tumultuosa, ¡que pena!, hubiera podido mostrarle la puerta inexistente a todos, y que los responsables de la concesionaria marchaban en la retaguardia de la apretada formación.
Lo cierto es que en la dificultad de hallarme, algunas personas me encuentran cuando me buscan y no precisamente para pedirme nada.
Mi amigo Paco, que llego a ser internacional de rugby siendo sordo profundo, y por cuyo motivo no pudo aprender a hablar al no poder escuchar ni sus propias palabras, vino a verme, le habían dicho que no me había jubilado y que aun permanecía detrás del mostrador.
Era la primera vez que entraba en este laberinto y solo su tenacidad le llevó a encontrarme, eso si dando vueltas y vueltas, pues ¿como podría preguntarle a nadie donde me encontraba?
Cierto es que hacia mucho tiempo que no nos veíamos, y el me expresó de sopetón, y así me lo dijo en su lenguaje gestual, que me encontraba gordo barrigón, y envejecido por el pelo, que se puso blanco posiblemente de los disgusto que llevo con lo de la puerta.
Aun no me había repuesto de tan agradable visita, y la sorpresa se presentó, y aunque esperaba a la persona que está encargada de ir solucionando los continuos problemas que aparecen en el llamado mercado, si mal algunas veces también crea algunos, tal como habíamos quedado, pues como que no vino, y ya se que por lo visto, y me figuro, estaría formando en el pelotón de cola de la visita, que seguro, mañana me informaré de quien se trataba.
Y mira por donde, apareció Kondo, y esa fue una alegría aun mayor. Después de doce años, había vuelto Kondo, un japonés que vivíó durante mucho tiempo en Sevilla con su esposa, maestro de escritura, y que hace mas de doce años tuvo que dejar nuestra ciudad con urgencias, y marchó a su país para cuidar a su anciana madre.
Durante estos doce años ha estado traduciendo a Miguel Delibes al japonés. Me regala un ejemplar que nunca voy a poder leer mas allá de la dedicatoria, y me trae dos regalos, uno es una tela ritual con un mensaje de buenos augurios para mi negocio que el mismo coloca, y el otro, la publicación en un libro de poesias, en japones, con la particularidad que se encuentra uno según me dice, que es la traducción de un poema que hace mucho escribí, y que se lo dediqué cuando se marchó, y que ni recordaba. Me dice que incluso se estudia en las escuelas. (Como se pueden figurar ni puedo creérmelo)
Tenia cierta prisa, iba a visitar a alguien que se encuentra en el asilo de la calle Oriente, para llevarle otros regalos, y le despido con mi inventada palabra que tanta gracia hace a los japoneses, “harigatissimo”.
No tenia venta, ni pasaba publico, y la caterva procesional seguramente caminaba por otro lado del laberinto, cuando en su bici llegó el joven antropólogo para entregarme una copia en DVD, de su trabajo de fin de carrera que con el titulo de “Patrimonio, paisaje urbano, y política local” basado en lo ocurrido en esta Encarnación de mis canas antes de mis carnes, en el que pude dar toda la información a cuantas preguntas de su interés me formulaba y por el que ha obtenido nada menos que la calificación de MATRICULA DE HONOR
Hoy el día no daba para nada mas que para la felicidad, no hubo ventas, acaso mañana, que es cuando me han llamado para entrevistarme con una persona responsable, (debe de ser alguien nuevo), y hablaremos, no le quepan dudas de la puerta. Veremos que pasa, si el trozo de seda que me trajo Kondo, y que luce en el fondo amarillo de la formica, está haciendo efecto. Mañana.
Sevilla a 15 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 14 de noviembre de 2011

En el absurdo

Esperando

Hay días en los que me pregunto que hago esperando, si aun no he descubierto a quien, ni que debo de esperar, ¿acaso que rotulen mi puesto?, cosa además obligatoria, y que desde hace un año espero, y espero, pero creo que no lo van a rotular nunca.
Por suerte, la pensión que me quedó es tan pequeña que tengo que seguir trabajando, lo que me permitirá seguir esperando, y esperando a que coloquen el rotulo, pues de otro modo me hubiera quedado esperando lo inexistente, como la puerta, como Godot.
¿Que espero que me lleva esperando para un año?, ¿Acaso que queden tapados el sistema de conducciones de las aguas, para que supriman el antihigiénico sistema de rejillas en cuyas canalizaciones se remansa el agua cuando deja de ser inodora?.
Espero tal vez que dupliquen las luces, al igual que hicieron en la sinuosa calle, hoy mercadillo de artesanía dominical, para que no tenga el llamado mercado municipal, ese triste aspecto que en la pobreza de luz aquello causa, entre el suelo oscuro de un granito de saldo y el amarillo pálido de la formica.
Que espero pues, que pase, si el reglamento de mercado, vigente en la concesión adjudicación no dijera lo que se le podia leer, aquello de que el viario interior debe de tener una anchura minima de cinco metros, pues lo mismo se podía decir cuatro,o tres, o dos ¡pero menos! Menos.
Acaso fuera inesperado encontrar tal medicion, pero ¿Que se podía esperar?
Como Estragon espera que llegue Godot, pues el asunto que se traen entremanos es delicado, el tiempo es el que no espera y la obra se acaba de una manera tan absurda que cada vez que recuerdo mas lo de la puerta, cosa que sucede a diario, pues justo la tengo enfrente, a menos de dos metros, no hay que medir para nada los cinco metros reglamentados, ni coger la cinta métrica para nada, basta extender los brazos, y se puede tocar el cristal de la puerta inexistente, puerta que llevo esperando desde el principio, y pienso que por algo tan sumamente sencillo, tan fácil de realizar, que estoy convencido de que no hace ni falta que aparezca Godot, pues lo que espero es solamebte que abran la puerta para entrar, para salir, puerta automatica, pero antes hay que colocarla, y antes hacerla, y antes encargarla, y antes presupuestarla, y lo mismo llega antes Godot, y me ponen el rotulo, y tapan las rejillas, e instalan unas ventanas para la aireación, y esperando, esperando, se pasa el tiempo, y quien sabe lo mismo hace falta que cierren algunos puestos mas para saber que Godot no llegará nunca, y lo mismo no cabe esperar ni un minuto mas. Pero como sabemos, esta obra es del genero absurdo,que no espere nadie, que nada tenga sentido.
Sevilla a 14 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 13 de noviembre de 2011

Todo por la urna

La urna

En el fanal sin salida, donde la enorme urna encierra el futuro, la clase política busca en el centro, y para nada hace por encontrar el voto,inexistente como la puerta, si mirando al Sur, está el poniente a la derecha.
Ni tan siquiera en las jornadas inaugurales, (pasada a Esperanza) donde tomaron protagonismo tanto la protesta, como la huida, y las batucadas de pago intentaban apagar el clamor ciudadano, indignado por la opacidad de un megalomano capricho, despilfarrador en su costo, inadecuado en su espacio, al que tenían que acabar de prisa y corriendo, como cuatro años después de la adjudicación, sin penalización por demora en contrato, y con una desviación economica superior en cuatro veces el precio presupuestado,pues ni ese día llegaron a pasar en donde les esperaba.
En la urna de cristal, en cuyo interior las enormes columnas son obstáculos del paso en su viario amarillo, donde algunas, por su inexplicable colocación, mas parecen que fueron puestas sin el menor conocimiento, pues tampoco en las municipales, tuvieron a bien que aparecieran por allí, ninguna de las personas que, pertenecientes a las distintas agrupaciones, van pidiendo por la calle de enmedio que las coloque por cuatro años.
Deben de tener el presentimiento que en aquella urna no conseguirán nada, pues tendrían que reconocer cuanto tragaron los que tragaron, y cuanto no quisieron ver cuando miraron hacia otro sitio, en lugar de ver lo que allí se estaba realizando, y de paso, aunque fuera para justificar el sueldo, se le podia haber echado una miradita al contrato, a la Ley de Patrimonio, al reglamento de mercados, la Ley FEREE, y por aquello de la vanguardia, y la sostenibilidad, exigir las fotovoltaicas olvidadas, como la puerta.
A una semana de las “generales”, ya me gustaria que vinieran y aceptaran esta invitacion mas me inclino a que sea lo contrario. Hay mucha ventaja en el marcador, por lo que hace dudar de que pueda aparecer ninguno por allí, y menos sabiendo que falta la puerta, y las que se colocaron de forma aleatoria,se hicieron a miles de kilómetros, y sobre un dibujo en la mesa de estudio.
Cierto es que deberían de venir, y pasar por esta urna sin voto, cuando menos los candidatos, por mas que ya que no cabe posibilidad ninguna de que Alfonso vuelva con su sequito a repetir tan fugaz visita.
Al menos Javier,¡es capaz! Aunque no se le ve el pelo de cuando lo lucia azabache del brillo de juventud cuando portaba el pendon, y lo mismo si viene lo acompaña Juaninasio,que este en cuanto vea lo de la puerta seguro que lo entiende, y por supuesto Gregorio, criado en la plaza de toda la vida, hijo del gremio, que para eso es el responsable de Salud y consumo, y advertirá que el suelo de granito tiene sus dificultades para una perfecta limpieza, y también María del Mar, para comprobar que aparte de cuanto se perdió de Hispalis con la invasiva cimentación, el “tholos” para Ceres es ideal de la muerte cuando pongan la puerta inexistente, y Amidea, conocedora del espacio, al ser la única que estuvo de visita en Julio, y tuvo oportunidad de tomar cuantas notas correctoras pudo, para que después de mas de cien días, no llevar a la practica ninguna.
Y Beltrán, y Juan, y Curro, por descontado que comprobaran que lo de la puerta existe, y por que no, que venga también Maximiliano, y Lola, junto con Ignacio, María Pía, Evelia, Jose Miguel y que no se quede atras Juan Garcia, para que verifique lo de la accesibilidad en las puertas, y Asuncion, por si hay que hacer numeros, vengan todos a la urna,fanal sin salida, ni entrada, a ser posible el Jueves, por favor.
Sevilla a 13 de noviembre de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 11 de noviembre de 2011

Junto al cartel

La novia

Hasta ahora, normalmente los sábados, y algunos viernes, podía contemplar el paso de los invitados de las distintas bodas que en los templos de las cercanas feligresías se celebran. Gracias a la panorámica de la gran ventana que me permite visualizar todo lo que pasa, se observa la tendencia en los tocados, la moda de los engalanados vestidos, los tacones de aguja a juego con el color, los bolsos de mano, así como también los mal que les quedan a la mayoría los frac alquilados.
Hoy en la barreduela de cristal, ese “tholos” en el quedará entronizada la diosa Ceres, una “virgen” ha llegado, vestía palabradehonor con cola, de un blanco degradado, con tocado formado por un velo de encaje con un tono mas cremita que arrancaba de la cascada de falsos tirabuzones que peinaba, y que posiblemente en la ceremonia luciera una tiara, o diadema.
El nuevo matrimonio gira de felicidad en el cilindro de cristal donde hay aparcada una vespa negra, (¿un augurio?) El caso es que en su felicidad del momento eligieron aquel lugar, santuario de Ceres, para su reportaje fotográfico, luego subieron a lo de las setas, y dicen que dejaron un candado cerrado en los barrotes, ya que en el puente de Triana como que los quitan, y en lo de las setas esto mismo, si se hace costumbre, además de atraer a lo amantes de todo el mundo candado en mano con su compromiso de fidelidad, lo mismo se hace atractivo turístico. (Idea gratis para la concesionaria)
La “virgen” realizaba sensuales movimientos en los que buscaba encontrar los escorzos cinematográficos ideales de la muerte para el book de su gran día, y su amantísimo y paciente esposo aguantando el tiron con las poses adoptadas por su enamorada señora, ahora con los brazo abiertos, ahora con el velo al viento, ahora despeinándose, ahora como buscando algo, y mira por donde acabaron justo haciéndose la ultima foto junto al cartel, ese que dice que efectivamente aquí falta una puerta.
Unas horas antes tuvo a bien la siempre esperada visita de la responsabilidad, creo que máxima en este asunto de la puerta, y todo parece ser que hay mas demanda de puertas que de puesto, y la verdad ,que no se cual puede ser el problema. ¿Abrir puertas?
Todo radica, y es fácil comprobarlo, que como las que se colocaron estuvieron instaladas con tanto desacierto que lo que procedía era cambiarlas de lugar y adecuarlas a las verdaderas necesidades que el espacio requiere para optimizar un inexistente recorrido comercial que, por el disparatado diseño, ha quedado limitado a una sola calle, si bien existen un par de travesías, que en un segundo termino tienen su aceptación, pero el resto, ya me dirán. Cuatro son calles vacías, y dos muy mal ubicadas.
Cierto es que al no poderse rectificar, solo por lo costoso que puede resultar, pues técnicamente es algo tan sencillo, como desplazar dos, de las cuatro, puertas existentes en la sinuosa calle, ahora mercadillo dominical de artesanías, para enfrentarlas con los espacios donde existen calles transversales, y aprovechar el cambio para instalar ventanas superiores abatibles para la renovación de aires.
Por otro lado parece que otros vendedores del mercado quisieran disponer de una puerta cercana a sus puestos, (antes de que dejen de serlo), y si ellos lo demandan seguro que no les faltaran razones, pues con toda seguridad abrir cuantas puertas se puedan facilitaría de tal manera al publico el acceso que el mercado pasaría a formar una parte de mas de viario de la ciudad, mercado abierto y seria utilizado para cruzar, de un lado a otro, de izquierda a derechas, de levante a poniente, de Norte a Sur, de Laraña al Coliseo, de Imagen a la Venera, de Regina al pasadizo Sur, y cuando menos dejaría de ser un laberinto, e incluso las personas mayores, no se marearían buscando la salida, y los minusválidos dejarían de tener esa enorme dificultad para poder abrir desde el carrito una pesada puerta doble donde dos hojas permanecen cerradas.
Tengo la impresión de que la responsabilidad tiene hoy, el mismo convencimiento, lo que me hace pensar que se abrirán nuevas puertas, a menos, cosa que creo improbable, que lo que se quiera es que se sigan cerrando puestos, y la responsabilidad ha dicho que, como la maquina, se ha dicho la verdad.
Sevilla a once del once de once
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 10 de noviembre de 2011

Tercera caida

Tres mas dos, mas tres más

Esta operación, aunque lo parezca, no suma aun ocho, que por si no lo sabían era el numero de lo de la Encarnación provisional. Le vino dado por un santero cubano, que en el 92, cuando la Expo, ya vaticinó todo lo que se ha cumplido.
En esta Encarnación sin Esperanza, siendo el ocho número que significa protegido por la patrona, y resucitación de lo perdido, de lo olvidado, de lo muerto, seguro que debe de corresponderle otro numero. Tres mas dos, mas tres, significa que mientras al que todo daban por muerto, resucitó en la nueva Encarnación, y cuando ya salieron tres de la fosa de las necesidades, a decir verdad sin escaleras, y hasta sin un trozo de lino con el que enjugar los enrojecidos ojos de una rabia contenida, de tanto esperar, para esto.
Dos se encuentran en stand by pass, es decir esperando para ver como pasan los días en la esperanza de que aquello cambie de palpito, y la prima de riesgo se condone, que no es ninguna guarrerida con la hija de tu tía, la hermana de tu padre, ni tampoco que esta, por aquello del riesgo, tenga ligadura de trompas, aunque no se llame Falopio el novio, ni Vitorino, como el de Macarena, y el pespunte del cosido a mano se lo puedan dar a la del elefante,(Trompa mas grandes cayeron)
El caso es que allí están los dos con tan malita cara de uvi, que todos creen que es por el amarillo del formica.
En el laberinto del interior, encontrar una puerta puede ser una salida.
Tres salidas están pendientes solo que se resisten ha tomar con las manos vacias las de Villadiego,- dicho que se basa en la asociación en el refranero español del nombre Diego con personajes ladinos y socarrones (“Yo me llamo Diego, ni pago ni niego”). Villadiego sería “localidad” donde van y viven los “diegos”, los que huyen.
Tres mas, esperando que les llegue el tiempo de jubilo, mientras no les acontece nada de lo que se imaginaron, pues nadie les aparece dispuesto a facilitarle una cantidad para que les sea mas llevadera la fase final en los dorados retiros aljarafeños. Aun queda uno, tal vez dos, y hasta si me apuran tres, con un incierto panorama, como cualquiera de los que quedan, acaso cuatro, por como está la cosa.¿Dije digo? ¿Digo, Diego?
Lo cierto es que contaríamos al revés, y los que resisten son, aparte de aquel que daban por muerto y resucitó en esta Encarnación, pues como que no hay mas de un tercio del reservorio, pocos regulares, y si acaso algún legionario, los que vienen a conformar el destartalado batallón de desigualdad en formación “Magnus itineribus” en las que el caprichosos diseño intervino para que, otro tercio, perceptiblemente se está yendo al garete como consecuencia de una mala operación aritmética, tres, mas dos, mas tres, casi cuatro, tal vez cinco, acaso seis, posiblemente siete, con seguridad ocho, como el numero de lo de la Encarnación provisional, y con la esperanza perdida, ¿Quien se puede fiar de la nueva patrona, siendo la concesionaria? En el primer aniversario, la Esperanza, Patrona de la Encarnación, llegará, pero los puestos se encontraran cerrados, y ningun placero estara para contarlo. Cabe decir que en esta ocasión no habrá sido por la bajada en la bolsa de Nueva York, ni por la caída del mercado, de valores naturalmente, la causa es por aquello de que tal fecha, será domingo de Adviento (la llegada).
¡Que susto!
Sevilla a 9 de Noviembre de 2011 Francisco Rodríguez Estévez