domingo, 27 de noviembre de 2011

Un año (fin del Acto I)

Todo tiene su fin

No acabo de entender que nada se haya hecho al respecto para mejorar la circulación por el laberinto que dispusieron en lo de la Encarnación, cuando ha quedado de manifiesto que es algo que a todas luces se hace necesario.
Espero que el fin no sea cerrar mas puestos, aunque camino se lleva cuando definitivamente cerraron tres y existen expectativas de que algunos más les secunden.
No tiene sentido, pero es que a los once meses de la inauguración, entre los responsables, hoy irresponsables, y los irresponsables, hoy responsables, junto con los responsables de la concesionaria adjudicataria, constructora irresponsable de un encargo imposible, hasta que lo modificaron para que también tuviera su fin, por cierto tan insostenible, pero que al menos sirviera como icono rosa,pero la irresponsabilidad, al fin y al cabo, les lleva a todos al mismo fin en la conclusion final.¿ A quien se le olvidó poner la puerta?
Y es que aunque parece acabado, le quedan repasar muchas deficiencias mejorables y que no se acometen, al parecer, por los costos que supone, pero fueron tantas las desviaciones que tuvo el irresponsable e insostenible proyecto, que de por si salio imposible, pero que nada importaba en sus costos con tal de ponerle fin, (haciéndolo posible).
Por cierto, que si se cuantificaran la cifras del montante economico que en estas se emplearon,las cantidades resultantes superarían a las que se generaron en las previstas penalizaciones por la irresponsable demora que se preveía cobrar,y que algún día, es posible que se tenga la cuenta en cuenta. Partida aparte, todo tiene su fin.
Efectivamente, la puerta de la fachada de Poniente, con seguridad se acabará abriendo, acaso mucho antes de cerrar la cuenta de lo gastado, aunque fuera irresponsablemente, y por supuesto sin que se acaben de realizar todas las modificaciones, mas bien reparaciones, que continuamente se llevan a cabo, por el momento, en las deficiencias que, salta a la vista, siguen apareciendo en el pavimento, barandas, escalones, y alcantarillado.
En lo de la puerta su fin, que también lo tiene, (como todo) no es otro que evitar que se sigan cerrando puestos, pero evitarla, acaso sea que dispusieron otro fin.

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