sábado, 31 de octubre de 2020

demora

 


Ingeniería germánica

La blatella también es germánica, la negra oriental. El mercado amarillo está en cuarentena, la germánica idea también, no en vano la ocurrencia se generó jugando con el ratón nada menos que en Berlín donde hoy dice el informativo que se inaugura el aeropuerto con catorce años de retraso.

 La ingeniería alemana, que también se aplicó en esta ocurrencia, ha detectado que la edificación, considerada como un hito, léase mojón como lo de la Encarnación, que no podía inaugurarse como así lo hizo el micológico capricho del doctor que estuvo jugando a ser Alcalde.  

Más de dos mil quinientos fallos le fueron detectados, por lo que quintuplicó el presupuesto a la baja que le aprobaron, como lo de la Encarnación, pero al menos el aeropuerto ha tenido tiempo de reparar tantas deficiencias. Es la ingeniería alemana. 

En "la ciudad de las personas" según aquel doctor, tan dado a frases lapidarias, como “la construcción de un sueño” , “el mimo para los pobresitos placeros”, o que lo de la Encarnación no se explica “porque no se entendería”, es la contundente respuesta  que dice contestando a los medios. Por no recordar lo "encaje de bolillo financiero".

 Pues con todo, y  una década pasada desde la batucada inaugural con salida por la puerta de atrás de unas setas acordonada de seguridad y manifestaciones , pues ni siquiera uno  de los numerosos fallos detectables a simple vista, de los que hacen del galimatico laberinto, el centro mas anticomercial, que se pudiera imaginar no solo los placeros, cuando que se le estuvo esperando por décadas en la eterna provisionalidad. El mercado amarillo tiene los retretes averiados, por suerte no vienen este año de la rata sus mejores usuarios. 

En el aeropuerto berlinés, como el arquitecto de las setas, las tazas de las letrinas tiene chorritos de agua en distintas presiones, en la plaza municipal  de abastos el agua baja por los techos, y los atascos ya no puede ser por los mojones chinos, acaso fuera por fatiga de los materiales, deficientes por supuesto.

La ingeniería alemana aplicada al aeropuerto de Berlín, inaugurado hoy, justo en pleno confinamiento de media Europa, vaticina eso de lo mejor está por llegar, y no parece que sean setas. Acaso “la sestima”. 

Sevilla está en el mapa, decía  aquel Alcalde en el discurso de plaza mayor, azotea de toda la vida, ahora hace diez años, evidentemente la tontería estaba en desconocer la Historia, o cuando menos buscarla en wikipedia.

Es cierto que catorce años para detectar y reparar dos mil quinientos fallo, por la INGENIERIA GERMANICA, nos demuestra la inutilidad que padecemos si en diez años solo se ha dado solución a una salida de aire molesta, insalubre y desagradable que “soplaba” toda clase bacterias sobre cuantas personas accedían a la entrada de la sinuosa calle donde quedaron dispuestas las pesadas hojas de las puertas de bisagra y mil manos, de la plaza municipal de abastos.

 Los retretes llevan meses averiados. Gregorio Samsa hubiera eclosionado  de su ooteca, en esta metamorfosis acaso más kafkiana, que ni fue emblemático, ni sinergia, ni emporio, ni locomotora, y eso, evidentemente ni el doctor Sánchez podría explicar. Manda huevos.

Se inicia un largo puente de confinamiento para  mejorar en la ciática que me postra y seguir viendo informativos.

Sevilla a 31 de Octubre de 2020

Francisco Rodríguez

 

 


viernes, 30 de octubre de 2020

La historia que ahora se repite.

 

miércoles, 15 de enero de 2014


Día sin fin

 

No les he contado que desde el día de Reyes tengo un pié hinchado, solo uno, el izquierdo. No me he dado ningún golpe, ni me he pinchado con nada, estaba sentado  y al levantarme empezó con un dolor agudo que por suerte remitió al instante, pero desde entonces desde entonces no ha cesado.

 Aun no había aparecido la hinchazón solo el dolor. Automedicado con paracetamol un gramo, sin alivio, y tirando como pude llegó el miércoles. Visita al medico de urgencia, este observa leve hinchazón y prescribe ibuprofeno 600, es lo que hay, aun advirtiéndole que esta medicación aparte de subirme  la tensión, me agrava un problema de la piel, que va para tres años, y en espera desde Noviembre de los últimos resultados de distintas pruebas. La doctora insiste en el tratamiento.

Lo dicho, dos días con la tensión disparatada, y la nueva floración de manchas en la piel, no aliviaron en nada ni la hinchazón ni el dolor. Sábado, consulto al farmacéutico, y me recomienda Enantyum, cada ocho horas y Voltaren gel. Algo de alivio, que aparece de nuevo el dolor, y permanece la hinchazón del pie.

Estoy por ir al Macarena y esperar cuanto haga falta, con la urgencia colapsada, aun a riesgo de contraer la gripe, y pedir a Dios que no me receten nuevamente ibuprofeno.

El día detrás del mostrador en la desértica calle se eterniza con el malestar que el dolor del pie me causa. En la preocupación ni podía esperar que alguien tropezara dando con la cara en el cristal pensando que se abriría una puerta inexistente.

A fin de cuenta aquello es una guasa, y el joven, tratando de encontrar salida al mercado de la improvisación, llego a este que sin duda está considerado como máximo exponente en la ciudad de la gracia, antes de las personas, justo en donde se empleó el dinero de la patronal de la construcción, en lugar del inexistente, (como la puerta) cuando se pregonaban construcciones  de sueños.

El trío de jóvenes están grabando un gag, y nada menos que pensaron que encontrarían el argumento para la tontería bajo las setas, y así poder montar la historia, lo cual no es ninguna broma ganarse la vida haciendo tonterías profesionalmente. La guasa está cuando en lugar de hacer cosas se hacen tonterías.

Por unos minutos he olvidado el dolor del hinchado pié, y el que me causa comprobar como cada día las personas intentan encontrar una puerta inexistente, el humor ha sido una breve terapia paliativa, por mas que la improvisación llevada a cabo  fuera excesivamente improvisada, al punto que recordaba las medidas que aquí se llevaron a cabo, pues cuando una madera no pega, se inventa el pegamento, a falta de dinero, el voto de calidad, y si se olvidó la puerta, pues nada mas fácil, se busca la Ley de Accesibilidad, y se hacen las indicaciones para que se coloque.

Por el momento a estos jóvenes de la improvisación, les he obsequiado con algo que les puede venir muy bien, posiblemente cuando menos lo esperen encontraran que se les abrirá la puerta que buscaron en la Encarnación.

Espero que esta noche mi pié pueda obtener un poco de alivio por los efectos de la medicación, pues será harto difícil de que mañana aparezcan otros cómicos que lo mitiguen. El martes por la tarde tengo la cita del medico.

Sevilla 14 de Enero de 2014
 Francisco Rodriguez 

jueves, 29 de octubre de 2020

dita sea

 


Dita sea

El placero se levanta temprano, con los años le aparece un ritual imposible de romper. Con la edad le lleva más tiempo completarlo para sentirse seguro en el acontecer que a diario le aguarda lleno de sorpresas, es la venta. Un veneno dita sea.

Cuatro días postrado, dita sea, con lo que pago. Madrugar ayuda, pero me lleva casi una hora de completar ritual, higiénico sanitario para poder salir a la calle e iniciar el recorrido de intramuros hasta llegar al micológico laberinto, donde cada lunes al sol comienza la semana, mas esta, con suerte será en viernes y la próxima en martes.

Lo privado y lo público, en esto de la pandemia no le vale la ciática, dita sea, aunque sea jodido. Todo es corona. 

Por más que llegara arrastrando la pierna lasa y dolorida en el sueño del miembro que se hace vehículo y medio de transporte para el desplazamiento perimetral de confinamiento. No se imaginan que tan a duras penas llegué al centro de atención primaria que me pensaba  el inmediato alivio.

 De entrada, no hay medico, el diagnostico del posible e inexistente especialista, lo tiene que indicar el de cabecera, ahora de familia. No tengo cita y parece que sea imposible obtener esa dispensa del galeno.

En el silencio del gran pasillo vacio de consultas cerradas sin medico ni pacientes la 11 tiene la puerta abierta, por suerte le conozco, pero, dita sea, le suponía una gran contrariedad atenderme, pues no estaba previsto que le apareciera un paciente en vivo y en directo, fuera de  la amplia lista de llamadas que tenía que atender, me pregunto ¿cómo auscultará  el pecho, mirará la garganta o valorará la inflamación a través del móvil?.

Aun sabiendo que es un muy buen profesional, por esta vez, ya pasado el enfado inicial por hacer en mi caso,  lo que no podía realizar con todos sus pacientes, “colarme y sin cita”, pero, eso sí, con un enorme dolor que irradiaba la pierna que lleve a rastras. Prescribe, con buen ojo clínico, cuatro inyectables, cuatro, y petición directa  al especialista que corresponde el diagnostico. Cuatro días, cuatro, llevo postrado, dita sea, y la privada más de lo mismo pero con analgésicos.

Cuarto día, y no tenía más remedio que acudir al trabajo  como fuera, tras tres intentos frustrados por el dolor, y en un esfuerzo de placero de toda la vida, por atender un pedido, llego en taxi, naturalmente, y con el dolor atenuado acabo por valorar que esto me llevará algún tiempo de recuperación a la vista de la ignota fechas en  que llegue la cita con el traumatólogo con petición directa y preferente, y luego lo que el diagnostico dictamine.

La pandemia y el estado de alarma me hace pensar que la recuperación de las ventas aun serán más lentas que mi inestable pié izquierdo, en cuyo caso lo mejor es no renunciar a ningún derecho de lo que tanto me cuesta.

La consulta telefónica es para la segunda semana del próximo mes, será con el médico de familia al que le solicitaré dado el lento procedimiento la recuperativa baja médica. Y todo por ponerme un calcetín y a oscuras. Dita sea.

Sevilla 29 de Octubre de 2020 

(Estado de alarma hasta Mayo, maldita sea)

Francisco Rodriguez

lunes, 26 de octubre de 2020

Tres, eran tres en esto

 


Ahí estamos

Justo donde “hacemosloimposible” hace costosas setas a la baja de treinta y tres a ciento veinte. Donde lo municipal es ajeno, se entrega lo propio, y lo “emblemático” es,  como diría Mariano,  puritito laberinto sin salida, desde Roma hasta lo de arriba, visor social, pagado en espacies. Allí, donde la espera de condena se condona, donde el cristal hizo antropófagos de su propia carne, ahí estamos.

Como los tres monos de la cultura oriental el “San Saru”, ahora hace una década, y un lustro de obras, que se implantó  este fúngico espacio llamado de modernidad, tal que este movimiento viene con cierto atraso, cuando surge en la arquitectura con anterioridad a 1900, un siglo y una década anterior a esto de la Encarnacion. El capricho.

Ahí estamos, con los tres monos, Mirazu, el que no ve, representando al ciego consistorio que desde los despachos de la casa grande, o desde la apretada agenda de la responsabilidad a un no ha podido ver ninguno de los múltiples fallos, que persisten donde ni miran. 

Kikazaru el que no oye, representando a la concesionaria, que lejos de preocuparse por su concesión administrativa, cosa pública, mas intenta en gran medida generar una devaluación, que según contrato le beneficia, de nada  puede servir la queja al sirviente de una patronal invisibilizada. 

Completa el trío de micos, Iwasaru, que ni habla ni lo dejan hablar, ni lo ven, ni lo escuchan,  las normas son las normas por muy equivocadas que sean. Representa a los “pobresitos placeros” sombras de sus ancestros,  tan callados que como hablen no les dejan aparcar en su propio aparcamiento, como parte municipal de plaza de abastos. 

Tan enmudecidos estan que Kikazaru, ni haciéndole los mimos que quería Monteseirin se le hicieran, en lenguaje de sordos, puede entender que tantas deficiencias se puedan encontrar en el laberinto.

Diez años llevó para solucionar una salida de aire posiblemente contaminado, por su procedencia del obsoleto sistema, ponzoña para entrar al túnel, donde la gota malaya persiste  y cae encharcando la entrada que se hace mayor el charco cuando se amplia con la condensación de la caja negra que busca el sumidero de rejilla donde en el modernismo de las puertas de cristal estas se encuentran escondidas como cadáver emparedado ad aeternum.

Ahí estamos, donde la ventilación es cosa importante en este tiempo que se establece obligatoriamente  https://www.aehi.es/2020/05/27/sistemas-de-aire-acondicionado-en-locales-de-publica-concurrencia-y-la-covid-19/, y en este lugar por suerte el buen tiempo aun permite abrir las pesadas puertas de doble hoja y mil manos.

 Bajo las setas el “San Saru” sabe que nada puede hacer cuando el que tiene que mirar no se asoma, el que tiene que escuchar ni oye y “probesito” Iwasaru ni siquiera cree que todo vaya con el.

Ahí estamos, con diez bajas en diez años, un exponencial de vértigo. Mal negocio  el que vaya a la baja este emporio de riquezas, sinergia del comercio locomotora del sector, si el vaticinio de predicción  indica que no se llegará al tiempo de resistencia provisional.

Ocho años llevó colocar puntos de luz que duplicaran las mortecinas lámparas incandescentes del oscuro laberinto, estas fueron sustituidas por plafones de pálida luminosidad de tubos  fluorescente con penalización por reactiva. Ahora hace dos año, y nada menos que veintiséis pantallas permanecen apagadas. Para que seguir.

Sevilla a 26 de Octubre de 2020

Francisco Rodriguez

domingo, 25 de octubre de 2020

 lunes, 7 de octubre de 2013

Todos vivimos - bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte.
¿Es el enemigo?
Os doy mi palabra que no se como llamaros, si amigos, si queridos amigos, o acaso estimados amigos, reconocidos amigos, admirados amigos, pues todas se me hacen grande ante la pequeñez que causa mostrase en la distancia de un silencio sin respuesta.
El tiempo habla, el silencio responde, el amigo contesta. Más me inclino, a pensar que no tenéis la respuesta, ninguna respuesta, a que no quieran hacerlo.
Como entender que ninguno de ustedes con la consideración de la posible amistad, aunque fuera supuesta, acaso pensaba, creía, que existía algo afín, eso que pudiera tener de plus, aunque fuera por una simpatía de ideas, por un apego personal, o por un cariño de otro tiempo más difícil, y por ello, la deferencia de que alguno pudiera contestarme..... alguna vez.
Dicen mis amigos, amigos, como vosotros, pero que no tienen la responsabilidad de servicio como ustedes, que por pretensión personal, y abnegación ciudadana, con gusto voluntariamente tenéis asumida, y otorgada con el respaldo mayoritario de los votantes. Pues ellos creen que debería de desistir en pediros, como amigo, lo que vengo machaconamente reiterando, pues creen que poco amigo puede ser quien ni atiende, ni tan siquiera responde.
Ellos, mis amigos como vosotros, no saben que nada de lo que os escribo puede caer en saco roto, y para nada entiende lo que es la responsabilidad de gestión de lo publico, ellos lo ven todo muy fácil, y a decir verdad, lo de la puerta es todavía mas sencillo, pues no tiene ninguna dificultad, para una empresa del sector, poner una puerta automática en lo de la Encarnación, cuando tenemos una Ley de Accesibilidad que cumplir. Claro que hay que encargarla.
Lo perverso es que uno que lleva tanto en esto, y ha visto tanto, que a todo se le puede encontrar explicación, y como no aparece ninguna en este asunto de instalar una puerta, la cual se hace se hace necesaria por cuanto mejoraría sustancialmente cuando menos el poder de atracción a un lugar que ya de por si se hace laberinto, y por tal causa crecerían las medidas de seguridad y evacuación, por no recordar el penoso trazado anticomercial en donde existen demasiadas calles desérticas y sin flujo de publico, especialmente la llamada travesía central cegada, sin entrada ni salida, en detrimentos de otras que gozan de cuatro puertas. Así es el capricho del alemán y las palmas del consistorio responsable. Pero como explicar el silencio……Lo mismo es que no tenéis ni idea, pero imagino que tendréis “paginas amarillas”…. Pienso.
Dicen mis amigos, como vosotros, que vosotros no sois amigo, y me quieren hacer ver que habéis tenido sobradas razones, y tiempo de sobra para haber realizado no solo la puerta, esa que me dijeron que se iba a instalar, y luego se suspendió, esa que como asunto era algo que teníamos que ver, e incluso con histriónica sorpresa, ¡Pero como!, parecía increíble que aquella no hubiera sido instalada. Me resisto a dejar de llamaros amigos, en especial por que no quedaría bonito llamaros ¿Es el enemigo? como Gila.

viernes, 23 de octubre de 2020

lunes, 16 de junio de 2008

La estacion del metro

Metro de metropol

Por más que le pongan metropol, aquello no tiene nombre. Acaso el mote de "las setas" lo mismo le cuaja, pero no hay derecho. 
 Basta ver el ritmo de la obra, que ahora marcha con velocidad lenta, a la que llaman de velocidad  de seguridad, para advertir a simple vista lo que acontece. Ocio jubilar.
 Tiene eso de la Encarnación, que fue proyecto premiado, ¡menudo fallo!, y es obra adjudicada en concurso público, por supuesto a la baja, que ya subirá, con toda la pinta de que algo no marcha bien. ¿Error en la cronometrica? ¿Error en los cálculos? ¿modificados? ¿error de costos? Demasiado
.
Es sabido que eso de “las setas” obtuvo el galardón de icono, por los meritos que el jurado de tal prestigio alcanzó a ver en los paneles selectivos y posteriormente en la maqueta, que otra cosa es la realidad, siendo el fallo favorecedor concedido por la atrevida estación de metro, metro de Sevilla, propuesta para el metro que hace Alcalde.
 Aunque para idea, ¡que idea!!, la que se aportó posteriormente desarrollando la solución de un gran aparcamiento perimetral.


Hay que recordar que esta fue desechada con la misma firma que quedó estampada en lo del aparcamiento de cinco plantas, hasta en tres ocasiones, tres,sera por firmar, por aquello de cuando la Hispalis era cuestión de cuatro piedras. La realidad es por el momento, que ni metro, ni estación de metro aparecen por en el metropol.
A nadie escapa que aquello más que rompedor y de vanguardia, se antoje un pelin caprichoso, no en balde el costoso proyecto cambió de constructora para ponerle velocidad de prisas, y estas suelen resultar caras.
Adjudicado a la empresa que mas celeridad impondría en su realización y ofertaba el mejor precio, según documento, en el que aparte de la consiguiente penalización por la demora, el contrato suscrito para realizar metropol-parasol, cabe suponer que la atrevida estación para el metro debería de haber estado terminada, debe de entenderse que en funcionamiento, en la fecha prevista. 
Siendo esta, con todas las variantes ofrecidas, en la actualidad desconocida, fecha ignota, pues definitivamente no hay quien la sepa, para que metropol- parasol pase definitivamente a ser lo que se ha dado en llamar el nuevo referente de la gracia sevillana.
Como los plazos aprietan, (seguro que pasado este tiempo lento, de seguridad, volverá el de las prisas, el de temeridad) seria pues el momento de además de incrementar el costo de semejante cosa en ocho millones de euros, ocho de la Encarnación, para volver a colocar a la desubicada Hispalis de nuevo, donde no afecten a las enormes zapatas de la mas invasivas de la cimentaciones, que se dotara, por aquello de la sostenibilidad, el que corresponda para el ahorro energético, instalando tal como establece la Ley, los paneles fotovoltaicos.
Aquí nos quedamos, estación para el metro en el metropol, y paneles solares en el parasol. En otra ocasión será la azotea botellodromo y la contaminación visual. O tal vez lo de las escaleras y el metro-centro, y algún día le llegará el turno a lo que quedará convertida la plaza de abastos, esa que entre aplausos fue calificada nada menos que como mercado emblematico. ¿Hay, gracia?
Sevilla a 15 de Junio de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 7 de octubre de 2020

Carcel de oro (Penal)

 

domingo, 30 de diciembre de 2007

Carcel de oro

1. Penal

Donde venden el dinero, que se llamaba taberna argentaria, ahora le dicen entidades, para los muy tieso, caja, que no banco ya que iniciaron la actividad sentados a la puerta de los mercados, antes llamados macellum, que eran donde los macellarius ofrecían los alimentos, que sin disponible no había tu tía, y como no se fía ,de eso se aprovechaban.

Ese glomero de tenderos que ocupaban el espacio mercantil al uso, antes, se llamaba plaza de abastos, luego, mercado, y a sus tenderetes, que se le dicen puestos, a estos establecimientos, antes eran denominados cajones, al despacho del pescado tarima, y a los de las carne tabla. Al final se acaba en madera, como las setas de la Encarnación, antes mercado, antes plaza de abastos.
Tuvieron los penales de esta ciudad la suerte marcada de acabar siendo, como legado de Roma, macellum, o banca. Es evidente que el destino depara estas cosas, pero no con la misma suerte.

No sé si todavía se está por conservar la 5ª Galería de la cárcel de Ranilla, donde para el análisis etnológico, tanta historia al parecer existe, si bien con las remisiones, y la buena conducta, el dato constatable indica que ningún penado llegó a cumplir treinta y cinco años de condena.
Lo que parece cierto es que se conservará, dicen que por su valor arquitectónico,(vaya a saber) y el edificio de lo que fuera la comisaría de la Gavidia. ¡No te digo Salinas! Igualmente sucederá con el edificio del mercado de la Puerta de la Carne, hoy instalado provisionalmente, como lo de la Encarnación, prestando sus servicios en el andén, bajo la cubierta epatante de lo que fuera la estación de Cádiz. Son dos ejemplos de edificios salvados por distintas suertes, lo mismo espero para la amenazada Trinidad de cristales.
La Encarnación nunca fue cárcel, aunque un día del Corpus la convirtieran en cadalso, pues no era plan de demorar el ajusticiamiento, y menos, desmontar los palcos de la Plaza San Francisco, sin embargo, la Historia revela, aparte de ese punto negro, que siempre tuvo algo místico, desde la paleocristiana, los altares romanos, la madraza coránica, el beaterio de excomulgadas, convento, iglesia, y palacio, que quedaron convertido en solar en tiempo del francés en fuga, hasta que los vendedores cogieron sus cajones, tablas y tarimas y lo convirtieron en plaza de abastos, hasta que se arrinconaron pero nunca jamás se pago una condena más alta, a treinta y cinco años se elevaran las provisionales, que si llegan a ser definitivas no quedaría nadie para contarlas.
Este dato, puramente etnológico para su estudio, puede ser tan valido como cualquier otro, como para que un lugar tan interesante, tan singular, ejemplo del cooperativismo en un régimen dictatorial, paradigma de la arquitectura efímera, único en su estilo, documentado y datado en el tardo-franquismo, reducto infame donde fueron hacinados los vendedores expropiados con el fin de que estos alcanzaran el cenit del eudemonismo en un mercado moderno, sea por su historia conservado.
Por una vez se cambió la suerte y el mercado quedó convertido en penal.

Las asfixiantes chapas, como un horno, que guardan mil historias junto a los centígrados que irradian el calor en el interior de esa sombra, como si de una cárcel se tratara, se perderá, de no conservarse, y las generaciones futuras, no podrán creer nada de lo que se les diga, a menos que puedan comprobar in situ como fue un increíble modo de vida, que resulto ser una condena.

Francisco Rodríguez Estévez

Sevilla 1 de Agosto de 2007

jueves, 1 de octubre de 2020

COLMA LA CALMA

 


Colma la calma

Mi joven compañero es calmo en su estado general y laboral. Su profesionalidad le lleva de antes de nacer y amamantado de “encarnacion”, puede ser que incluso tenga en el hemograma rastros de escama de plata.

 Ni parece de aquí pero es pura cepa, atento y servicial, conocedor de su oficio mantiene la calma incluso en este tiempo que la pandemia nos enciende y nos encrespamos por tonterías, lo cual en el parecería cosa difícil pues de su encendida cabellera, que se va apagando con el tiempo, deja pasar en sus rizos de juventud la keratina de los años que adorna con el chongo samurái que guarda la incipiente  areata.

Viene todo esto a que esta pandemia de tristeza, de caras tapadas embozando nuestro propio aire devolviéndoselo a los pulmones, donde la discrepancia incluso en la calma mas tensa se colma de no querer hacer una tragedia, que lo es, para estar atendiendo a todos los posibles clientes del arco, desde el de hueso a solomillo, del de la carcasa al faisán, del jurel al salmón salvaje, la Encarnación, madre y maestra que cumple 200 años sin interrupción lleva generaciones de calma que en ocasiones la rompe quien sin saber sienta catedra, de desconocimiento. 

Ya sabéis, aun nos quedan pululando por el laberinto, en un juego del tiempo de silencio, de triquiñuelas y descuidos. Ya se hace difícil, pero en ocasiones incluso por profesionalidad el vendedor se deja perder.

Hoy no es el caso, la calma se colma cuando nuestro genero, el que cuidamos tanto y no solo por que dependemos de nuestros artículos para generar una venta de tragedia desde hace muchos meses, es mas los mimamos por conocer cuánto esfuerzo ha sido llevarlo hasta nuestros mostradores, para que nadie le hunda LOS DEDOS Y CLAVE sus uñas de dudosa higiene en lo que no se dispone a adquirir, y muy a pesar, será en otra cocina, otra mesa, otro comensal quien se encuentre con lo que otro desprecia, y es cuando se enciende no solo el pelo del vendedor, sino hasta el tuétano de sus propios huesos, y la areata se libera para desmelenarse de colmo, y el cano pelo,  y la calvicie, incluso el chongo se transforma, cuando en ocasiones no se puede soportar el desprecio que hace gala la mala educación de estos malos compradores de law cost, que piensan o creen que la Encarnación de 200 años aun se está en otro tiempo los de Regina a Dados, y sus puertas eran Neptuno, Apolo, Flora, Ceres.

La calma se colma en estos difíciles tiempos en los que además aparecen nuevos centros comerciales, cadenas alimentarias y grandes hipermercados, que entran EN LA CONCURRENCIA.

 La Encarnacion, cumple 200años no sin malos momentos en la historia de nuestra ciudad, el caso es que con todo seguridad no sabremos si estos resisten lo pasado el presente y el futuro, sin la genética necesaria,   "el martes primero de agosto de 1820 empezó a establecerse el Mercado Principal de Abastos en la nueva plaza de la Encamación"

Sevilla a 1 de ocubre de 2020 (47 años del abandono)

EL SEÑOR ESTÁ EN LA CALLE

Francisco Rodriguez