sábado, 31 de enero de 2009

La bien pegá (¿O era pagá?)

Bien que la estan pegando

Las noticias traen, la vuelta a donde se quedó detenida. ¡Vuelven los alemanes!. Todo indica que regresaran al tajo que inesperadamente abandonaron, para seguir pegándolas, no en vano son expertos tecnicos. Es posible que nunca se explique, ni con traductor, que fue lo que sucedió al finalizar el verano, para que dieran de mano en una tarea tan adherente. Pensemos que tan solo se fueron por unos meses para enfriarse del acaloramiento al que los sometió “Lorenzo”.
El reto está en ver si la tenacidad alemana, en este nuevo intento, puede terminar aquello que iniciaron el verano pasado antes de que finalice el presente año, aunque, si faltara liquidez , y no solo en los engrudos, nadie quita que la sombras, sea como las de los “madoffes” ,que si no se hace perenne en su follaje, será caduca, o cuando menos, resultará alargada, pues ni cabe pensar que fueran sombras chinas, como lo de las piedras, y acaben colocándose en el “antiquarium”, junto a la estación del metro.
Por lo pronto, nuevas prisas, y nuevas dudas. Se puede, o no se puede. El eterno dilema, esa es la cuestión en lo de la Encarnación, siempre la misma pregunta sin respuesta, y quedar como pasmarote, permanentemente en la fase de las incertidumbres, a nada que se fije la atención en lo evidente, y de por sí extraño, que tantos parones se produjeran, y se realizaran tantas modificaciones en “algo” que tenia que estar “todo” atado y bien “atado”.
Es lo que tienen esta Encarnación convulsa en sus propias confusiones, que al buscar alguna explicación, solo se encuentran enigmas.
Con la nueva cronometrica, definitivamente se abandona la construccion de la osada y vanguardista estación para el metro, revitalizador de la zona comercial peatonal, pero marcará las pautas convenientes para un rosario de fases inaugurables, inherentes al adhesivo, (con sus “mudas” intercaladas), que darán el “pego”, o cuando menos traerán cola, pero que ni pegaran nada, ni serán las que se formen para esperar inútilmente la llegada del metro-centro al metropol-parasol, con guiones de separación.
Sevilla 30 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

viernes, 30 de enero de 2009

Agorgonada

Imagen relacionadaCosa de Medusa

Todo puede que sea la venganza de la Gorgona que por tanto tiempo permaneció escondida en lo de la Encarnacion.
Lo que está ocurriendo en el solar  parece cosa de la propia Medusa que, después de dos milenios, se nos apareció tal y como si no hubiera pasado el tiempo. Ahora quieren acomodarla bajo las ebúrneas torres de hormigon en la patochada de la Encarnacion, acaso ara que los caprichosos tentáculos del “Arquithectus”, que sostienen los capiteles quedarán, con el “forrado” de madera en los capiteles de las setas, casco semiesférico de celentéreo, cuyos rizos colgantes,como tirabuzones, se asemejen a las serpientes que adornan la cabellera de Medusa eternamente.
Octopusi, es el pulpo, y tiene ocho tentáculos, a modo de pies, y es cefalópodo al tener en ellos la cabeza.
No son turripodos, estos baluartes a modo de torres que ni en cabeza, ni pié alguno cabe, y crecen como hongos, con vaivenes de medusa. Turritopusis, parece significar que tiene torres por pies. ¡Sardinas, al pie de las torres! Pregones de competencia para la inmortalidad, con la Turris fortísima.
La”Turritopusis”, resulta que es el mas reciente descubrimiento en la materia, y de ella se dice que es inmortal. Muere y resucita, como la Encarnación, una y mil veces en una secuencia de fases interminables.
 Dicen que es sorprendente, epatante, como su cubierta abovedada y traslucida, tal que parece una fantasia de vanguardia, aunque se le reconoce una edad anterior al “Setaceo”, pues cuando aparecieron, el dinosaurio (de la Encarnación), ya estaba allí.
Por suerte la comunidad cientifica al descubrirla ha detectado la peligrosidad de su envolvente camuflaje, pues las toxinas que desprende pueden ser altamente peligrosas e incluso tan mortales como las amanitas phaloides. De ella se ha escrito que “ Estamos ante una invasión en toda regla. Silenciosas y lentas, pero no por ello menos real” Como lo de la Encarnación. “Y está sucediendo delante de nuestras narices”.
Resultado de imagen de turritopsis El destructivo invasor es la “Turritopusis nutricula” capaz de conseguir la proeza emprendida porque ha descubierto la manera de modificarse cuantas veces haga falta, e incluso hacerlas retroceder a fases anteriores”.
Lo cual parecía indicar que se trataba de lo de las “setas”, pero resulta que es un hidrozoo.
Sevilla a 29 de enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 26 de enero de 2009

Encarnacion, contrato sacro

Contrato de papel

No intenten comprender nada, sería tan inútil como encontrar una respuesta. Solo basta ver aquello que, por incomprensible, quedó sin explicarse bajo el pretexto de “que no se entendería”.
Respuesta torpe, con la que se enjuicia la capacidad de entendimiento. Respuesta inteligente, cuando afirma que aquello es ininteligible. Dos respuestas en una sola frase, para acrecentar el enigma.
Pero es lo que tenemos con lo de la Encarnación, que hasta después de pérdida, toda lógica, no deja de sorprender.
Con la “instrucción” dada, por aquello de “la insoportable demora”, llegamos a saber que sigue existiendo buen “feeling” entre las partes. Ante esta “intimación” declarada, después de lo “pasado”, con la misma constructora, en que cabeza cabe, que se le pueda exigir, otra vez, lo que dice un papel firmado. ¡Vamos!, ni de broma, que es comida, ni de boca, que es estoma, por más que tuviera original y copia.
Esto de los papeles si que está pareciendo “que no se entendería”, cuando unas veces lo aguanta todo, y en otras es papel mojado. Nada mejor que un contrato verbal, la palabra es sagrada, sin cláusulas, ni penalizaciones. Así, desde luego, no parece que sea serio mantener el buen rollito existente, cuando este anteriormente desaparece por el “incumplimiento” de otro “encarguito” en el que las cláusulas determinaron su cancelación. Tanto se debe, tanto se paga.
Pero con la “instrucción” dada, la “insoportable demora”, parece que no es suficiente causa de ruptura para actuar de la misma forma. Y esto debería de explicarse aun corriendo el riesgo de “que no se entendería”.
Sevilla a 26 de Enero de 2009
(Año chino del buey)
Francisco Rodríguez Estevez

Encarnacion, contrato sacro

domingo, 25 de enero de 2009

Siempre, a oscuras (inexplicablemente)

Sombras de dudas

Queda muy bien en los discursos, eso de la luz y taquígrafo, cuando se escucha en una voz que se ha engolado de solemnidad. Otra cosa, es lo que hacen. Entonces, es cuando aparecen las sombras tras la luz, y nos enteramos que el taquígrafo, pasado de moda por las nuevas técnicas, es plaza vacante.
Acaso todo tenga una razón de ser así, pero para que no queden sombras de dudas, y estas no se hagan permanentes, como las sombras de la Encarnación, a la que de rositas le sustraen la luz de su pasado, y la energía de un futuro sostenible, resultando, cuando menos penumbroso, que tanta sombra siga sin explicarse.
El caso es que ni se explica, ni se explicará de inmediato, tal vez “por que no se entendería”. Pero el enigma está en como explicar lo inexplicable. Ni más alto, ni más rápido, ni más fuerte, ni por supuesto más claro. El misterio es el misterio, y todo lo demás serán conjeturas.
Si la “insoportable duración de lo de la Encarnación”, ahora polietapica, y antes emblemática, es todo un misterio por resolver, poco aclara que “la instrucción” ordenada incluya la “nueva” cronometrica de terminar aquello por fases, pues es sabido que, en la practica habitual, esta “panacea” es una normalidad en las construcciones, ya que ninguna se concluye súbitamente, salvo las que quedan sin el aporte económico, que no es este el caso, si como nos dicen, son ciertos los cumplimientos de los pagos que hemos efectuados.
El galimatías se enreda en factores de urgencias, justo cuando se acabaron las prisas, para crear un rosario de inauguraciones, como objetivo de distracción (léase gozo y disfrute) de los ciudadanos y ciudadanas, en cada fase que se realice, y vayan rematándose, dentro de los parámetros de seguridad.
Pero lo que no se entiende, y esto es por que no se explica, no por que cueste entender, ni por lo que cuesta que se entienda, es que, a pesar de la “insoportable demora”, tambien llamada “inexplicable”, no se le exija a la ganadora del concurso de adjudicación la penalización establecida en el contrato, si su cumplimiento no se lleva a cabo, tal y como los ciudadanos, por mediación de quienes nos representan, hemos realizado en efectivo.
Todo parece indicar que lo inexplicable de lo Encarnación, será cosa de creer, se perpetuará en su misterio.
Sevilla a 25 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 21 de enero de 2009

Cuanto tiempo perdido

En tiempo y forma

Una cosa es el tiempo, y otra las formas, aunque estas no sean las de medir el tiempo. El tiempo se pierde al medirse, pues con el final de cada tiempo, aparece otro tiempo distinto, e idéntico, para volver a empezar este begin de begin en el que solo estamos por un tiempo, y que perdemos en su mayor parte de una forma lamentable.
Estaban, pero ya no estan. El caso es que tomaron el camino lógico, aunque ilógicamente los dejaron en retaguardia. En este caso no era cuestión de tiempo, si no de dinero. El destino de 833 millones de las antiguas pesetas, que es todo un pastón, resulta que se había previsto en primera instancia, es decir, sin tiempo que perder, para una actuación que ya tenía partida consignada. Lo razonable fue sin dilación alguna buscar otra dirección de envío, con argumento suficiente, para que no cupiera duda de que pudiera existir duplicidad.
No es que pueda entenderse, pero es lo que tiene esto de lo de la Encarnación, que todo estaba escrito, firmado, y rubricado, pero que sigue siendo una permanente aporía, además de misterio, en el que crees por lo que dicen, o crees que nunca se pondrá entender.
Acaso todo estuviera dicho en lenguaje de mimo, que no dice nada, y el documento se escribiera en un batiburrillo de lenguas muertas, imposible de traducir, y la importante letra pequeña, en alarde de cultura global, la transcribieron de lo que se le ocurrió a Zamenhof para el entendimiento universal.
Con la penumbra de las sombreadas formas, tampoco dejaba claro si el metro sería medida de tiempo, cuando el día lo marcan los astros, y si esta se establecía en años-luz, o con el calendario maya, con lo cual hace que el grado de dificultad se encuentre en saber que hora es mirando los enorme gnomones en la sombra, inutilizando la luz solar, que en esto de medir el tiempo compite como la cal, con la arena que, atrapada en el bulbo de la “Rueda del Tiempo”, indica al caer su ultimo grano que, a nuestro tiempo, se le pasó otro año.
Así van treinta y cinco vueltas, pero con seguridad, este tiempo pasado, tiempo caduco que se deja en plena crisis económica, para dar paso al nuevo tiempo de la esperanza que empieza a marcar la saeta de Illinois, al ser agua pasada, solo podría ser medida con la clepsidra, pero no por lo que ha caído en tantos años, si no por el dolor de, al perder mucho mas que el tiempo, se escaparon.
Sevilla a 21 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

lunes, 19 de enero de 2009

Una orden, es una orden

Llegó el comandante

Dice la leyenda, e incluso la canción, que lo que hizo, al ver el desorden que se había originado, y poder controlar el caos iniciado, que llegó y mandó parar.
El mando siempre está para dar órdenes, y asumir las responsabilidades, lo que evidencia su liderazgo. La orden dada es tajante, aunque, contraria a la del comandante.
El mando exige, magnus itineribus, para que aquello no se detenga bajo ninguna excusa. Vamos que hasta lo de la crisis, tiene que ser un acicate para acabarlo.
Llega la orden algo más que tarde, cuando después de 17 largos meses se pasaron de la fecha prevista en el contrato de adjudicación, para que se inaugurara “lo de la Encarnación”, como de repente se ha caído en la cuenta de que aquello tiene una cierta demora. Pero en lugar de buscar en la letra pequeña del contrato, si existiera la responsabilidad culpatoria, e incluso si quedaron fijadas las penalizaciones, según los casos, se tira por el camino de las urgencias, cuando nadie las tienes y se ordena que definitivamente se concluya, sin pausas, la insufrible obra, por el habitual método de las inauguraciones parciales.
Nada puede haber que la detenga, va en juego la palabra tantas veces dada. Seria inexplicable que se pudiera parar “esa cosa” cuyo origen, que no originalidad, fue gestada donde, sabiendo que nunca pasa nada, tiene la exclusiva capacidad de, si la ocurrencia le fuera ajena, poder abortarla.
A nadie escapa, por no ser nuevo, que a lo de la Encarnación por fases, ya se le venia venir que tuviera ese final propiciado, cuando empezaron a llamarle polietapica, y eso ocurrió a nada que empezaron a perderse fases en el disparatado camino.
Tanto la estación del metro bajo el “metropol”, como la del metro-centro, a la sombra del “parasol”, fueron las primeras fases que se suprimieron.
La Hispalis, y la Isbilya, joyas del pasado, tambien sufrieron notables perdidas, el ladrillo no sabe de historias, pero quien pone el grito en el Cielo, cuando solo se escucha el silencio.
Otra fase de la polietapica, que se calló, y se cayó de los carteles, fue lo del “planetarium”, a la se podría añadir el desaparecido vergel de trepadoras que daría color al ecológico proyecto sostenible y olor insostenible en el espacio lúdico para la juventud.
Recuperada la perdida fase de seguridad, por sus extraordinarias medidas olvidadas, causas de tantos retrasos, falta conocer las fases que se llevará conocer las medidas que se tomen para instalar las placas solares para el ahorro energético, obligatorias por Ley, e incluidas en las medidas para la lucha del cambio climático y para la salida de la crisis económica.
Claro que es mas que posible que esto de las setas se acabe algún día, aunque sea por fases, tal y como se ha dado orden tan explicita, y para nada puede importar que la seta uno, roce con su salida de alineación lo ordenado, ni que la seta seis, no se haya leído lo de la contaminación visual que tan claro queda definido en la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.
Sin comandante que mande a parar, la suerte, la mala suerte de lo de la Encarnación, fuera que tal cosa no se le ocurriera a la oposición, que si no, a nada que le metieran mano, que distinta hubiera sido la orden. A parar. A parar, he dicho. (Dijo el comandante)
Sevilla a 19 de Enero de 2009

jueves, 15 de enero de 2009

Las fases de la risa

Referente de la gracia de Sevilla

Recordaran esta frase, dicha por el doctor, cuando, justificando lo de la Encarnación la califico como un enclave muerto, y que solo se podía hacer eso de las setas, para su revitalización.
No conviene olvidar esta otra de la sinergia del sector comercial, cuando premiaron los champiñones, ni tampoco la que se expresó para enaltecer las virtudes de la laureada idea, sobre su osadía y tratamiento respetuoso con el pasado, y la singularidad de su estación de metro.
Luego vinieron las del metro-centro, dos mejor que uno, y otras frases seleccionas para referente de la gracia, hasta que llegó lo de la seguridad. Son recuerdos sobre lo de la Encarnación, que se nos olvidan, como las celulas fotovoltaicas, y estas cosas deben ser además de recordadas, de obligado cumplimiento.
Las noticias traen ahora lo de la creación de una comisión, ya saben lo que son las comisiones. Basta decir que, en otro tiempo, fue llevada a pleno la misma idea, crear una comisión para lo de la Encarnación, pero sin embargo, no fue aprobada por los que ahora la apremian. Cosas de la Encarnación.
Hace pensar que, a estas alturas, se opte por lo más caro, y lo más lento, en lugar de elegir lo que resulte más económico y a ser posible más rápido.
La concesionaria elegida ofertó en sus plicas el precio mas barato, y el menor tiempo de obra, cosa que resultaba, según las declaraciones que efectuaron las otras empresas concurrentes, harto difícil de realizar, y ya ven los resultados.
Entonces fue cuando apareció lo de la seguridad, cosa que tenia que haber estado prevista, y no estaban ni en el capitulo de imprevistos.
Según puede leerse en la prensa del día, que, a causa de los retrasos y el encarecimiento sufrido, (nada de las penalizaciones), se llevará un nuevo replanteo de las obras, sin que se explique por donde puede salir la cosa de la polietapica, para “ que, cuanto antes, se pueda abrir el mercado, el museo, y pueda disfrutarse del primer parasol” (no me negaran que será una gozada), y añadir, que la idea de completar la obra en su totalidad antes de abrirla al publico(para su asombro) , salvo que no tendrá ni estación del metro, ni estación de metro-centro, ni los obligatorios paneles solares para la sostenibilidad, que nadie se le olvide que son obligatorios por Ley, pues eso, que antes de abrir la obra en su totalidad, cosa que “ en principio ES MAS BARATO, Y MAS RAPIDO, y mas cómodo para la constructora”, concesionaria-adjudicataria, pues nada, se realizará por el método mas caro y mas lento. Por fases.
Pero no queda la ahí la cosa, cuando se lee, achacando la culpa de los retrasos acumulados, lo que sigue a modo se cultural apostilla “la ENORME COMPLEJIDAD de la obra, será un proyecto puntero, no solo en Sevilla, que lo es, si no en el marco de las grandes ciudades históricas”.
Puede decirse que tras estas declaraciones nos quedamos tan panchos, más al saber que en las grandes ciudades históricas, al menos, que se sepa, no se les ocurren hacer lo que aquí se hace, o cuando menos, fuera de toda chusma, cuando realizan algo, lo hacen con la suficiente seriedad y garantía, como para que ni les salga tan caro, ni tardan tanto tiempo. Eso sí, no tienen tanta gracia.
Sevilla a 15 de Enero de 2009-
Francisco Rodríguez Estévez

miércoles, 14 de enero de 2009

Algo huele a falo, (perdon, a fallo)

El oráculo dice

Lleva tanto tiempo en florecer, que apesta incluso antes de abrir el capullo. El pestoso “Amorphophalus”, es la flor mas grande que existe. Por suerte no actúa como las rosas, que lo hace cada año en dos estaciones, una en primavera, como la fecha de inicio de la del “metropol”, la otra en otoño, junto a las setas, como lo del metro-centro.
La “Amorphophalus rivieri” llamada así por su semejanza a la verga de Hércules, como la Alameda, ¡Ay, Alameda!, mas que al gran pepino de caja, y por el tamaño de su capullo que imita en su forma una seta, ¡Ay, Encarnación!, es oriundo de Malasia, y la singularidad, que es de concurso de ocurrencias, está en su hediondo perfume, que dicen tiene recuerdos entre “muscaria phaloide” y gatos muertos, como “Emblematico” y “Peligro”, y tambien por su engañosa belleza de gato por liebre, en tan breve floración, que ocurre cada cuatro años, que mas que erecciones, parecen elecciones.
Una variedad menor crece en Brasil, menos zamba y mais traballar, que parasita trepando por cualquier rama, sin mas ética floral que el disfraz carioca del carnaval de la selva, pero identificable por su olor a tubérculo podrido. Por su tamaño, si se cultivara, el capullo florecería en cualquier tiesto.
Viene todo a que el “oráculo” de esta hispalense, por romana, que como el toro del cartel, descendiente de Apis, y callada, por lo del serrallo de ese señor de Sevilla ¿aquel trueno?, si, el mismo, pues nada menos que dice que ha emitido el vaticinio para que lo de las setas broten poquito, poquitito a poco. Lo complejo del complejo etapatico está ahora en su desarrollo.
Parece que no es plan de abortar el asunto, la cosa será, por forcet, o por cesarea, como Hispalis.
Una vez que con los plazos se eliminaron las nonatas estaciones, que fueron imposibles de medir al no disponerse de metros, y desaparecido el ignoto “planetarium” de bajo consumo, por olvido de la energía sostenible sobre la bóveda de paneles, lo coherente técnicamente y por seguridad, es seguir las indicaciones del oráculo. Así, las inauguraciones darán comienzo conforme la cronometrica vaya indicando lo que se acaba, pues todo lo que se empieza termina acabándose, incluso el dinero.
Pero todos sabemos que sin el, todo acaba sin terminar, y se acaba, cuando se acaba.
Definitivamente Hispalis acabara abriendo sus puertas, puerto, plaza, estación, mercado, planetarium, antiquarium, y aeropuerto, cuando Dios disponga, no en vano, la inquisición, con su candado de cierre lleva esperando, desde hace una eternidad, la partida económica.
La vitoreada predicción, aplaudida por los palmeros de la corte, apenas en los damnificados, hizo ni fú ni fa, pues todos saben que hasta el hombre del tiempo se equivoca cuando llueve, y ya lo hace sobre mojado. El “oráculo” sabe que la flor mas grande es la “Amorphophalus”, aunque le huela a nabo.
Sevilla a 14 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 11 de enero de 2009

Medidas caidas del Cielo

Misterio, enigma, milagro

Se nos volvió enigma. Como se podría explicar que, cuando la cosa está en tenguerengue, llegue la crisis y lo solucione. Vienen 5 millones de euros, 832 millones de las antiguas pesetas, para que se empleen en el “antiquarium”. Todo un milagro, que permitirá desvelar el enigma de la Hispalis en lo de la Encarnación, que sigue siendo misterio.
Todo viene a decir que, de no haber llegado esta milagrosa “ayuda”, se hubiera generado una nueva demora “sine die” que hubiera impedido llevar a cabo su anunciada inauguración.
El enigma sigue sin aclararse, cuando, existiendo la seguridad de su conclusión, se destine tal desembolso, a algo que tenia su previsión con anterioridad. Menos, si para su aplicación, tras el preceptivo concurso publico, beneficia a la empresa privada encargada de la explotacion del museo, obligada por contrato de adjudicación a realizarlo de cabo a rabo.
El misterio nos lleva a dudar si se está acometiendo una prioridad, que no escasean. Pero para eso estan las cuentas, para darlas. Pero para conocerlas, tendremos que esperar al final. Aunque las deducciones nos llevan a que no estaban las cuentas tan claras, como parecían por lo que se nos decía, y deberían de estar. Especialmente después de todos los ajustes y recortes sufridos.
Al menos, Hispalis se verá en el futuro fortalecida y segura gracias a este milagroso impulso económico en tiempos de crisis. Ahí está el enigma, la crisis genera el misterio para que obre el milagro, son cosas de la Encarnación. Total, son solo 5 millones.
Sevilla a 11 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 8 de enero de 2009

Conclave en la escalinata

Ninguno
Ni uno, ni dos. Como con toda seguridad parece que ninguno de los dos metros, el subterráneo, y el otro, el metro-centro, lleguen hasta lo de la Encarnación, según estaba previsto y anunciado, toma sentido que se hayan anulado sus estaciones. Una, bajo el “metropol”, la otra, a la sombra del “parasol”, ambas destinadas a recepcionar, al necesario publico, hasta esa extraña y misteriosa “cosa” ideada para que los vendedores del mercado dejen la provisionalidad.
Los que nuevamente llegaron a la Encarnación fueron los Magos para contemplar su eterno “misterio”, que mas debió de parecerles “enigma”, al que no es suficiente escribir “cartas”.
La clave puede estar en los indicios, y estos se dejaron ver, a nada que se entregaron los regalos, como una señal de que “aquello” pueda reanudarse.
En la fría mañana, tras el paron, asomaron los operativos del “staff” técnico, con sus blancos cascos de protección, haciendo corro sobre los peldaños de la desnuda escalinata, junto al esqueleto de paneles pegados que asemejan la fusta de un atrevido “champiñón” que intenta en vano darse a la fuga por Regina, queriendo ser estación.
¿Sería motivo de un “planning” de trabajo? Imposible saberlo. ¿Acaso una indicación, para anunciar una normalidad inexistente? ¡Quien lo sabe! Seguro que estarían hablando de cualquier cosa en ese conclave circular, cabe hasta la posibilidad de que estuvieran pensando las medidas a tomar para continuar. Aunque sean medidas sin metro.
Sevilla a 7 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

Conclave en la escalinata

Resultado de imagen de obras en la Encarnacion de Sevilla

Ninguno

Ni uno, ni dos. tal que fuera previsible nada de nada.  Como con toda seguridad nos aparece que ninguno de los dos metros anunciados, el subterráneo, y el otro, el metro-centro, llamado tranvia, lleguen hasta lo de la Encarnación, según estaba previsto y anunciado, toma ahora sentido que se hayan anulado sus estaciones.
Una subterránea, bajo el “metropol”, la otra, a la sombra del “parasol”, ambas destinadas a recepcionar, al necesario publico, hasta esa extraña y misteriosa “cosa” ideada para que los vendedores del mercado dejen la provisionalidad, y que llaman "metropòl-parasol".
Los que nuevamente llegaron a la Encarnación fueron los Magos de Oriente para contemplar su eterno “misterio”, que mas debió de parecerles “enigma”, al que no es suficiente escribir “cartas”.
La clave puede estar en los indicios, y estos se dejaron ver, a nada que se entregaron los regalos, como una señal de que “aquello” pueda reanudarse.
Resultado de imagen de obras en la Encarnacion de SevillaEn la fría mañana, tras el paron al que se está acostumbrando la eterna obra en  el solar, asomaron los operativos del “staff” técnico, con sus blancos cascos de protección, haciendo corro sobre los peldaños de la desnuda escalinata, junto al esqueleto de paneles pegados que asemejan la fusta de un atrevido “champiñón” que intenta en vano darse a la fuga por Regina, queriendo ser estación.
Resultado de imagen de obras en la Encarnacion de Sevilla¿Sería motivo de un “planning” de trabajo? Imposible saberlo. ¿Acaso una indicación, para anunciar una normalidad inexistente? ¡Quien lo sabe! Seguro que estarían hablando de cualquier cosa en ese conclave circular, cabe hasta la posibilidad de que estuvieran pensando las medidas a tomar para continuar. Aunque sean medidas sin metro.
Sevilla a 7 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 6 de enero de 2009

Cambiaron los tiempos

CARTAS

La suerte hizo que le tocara, a esta sección, el recorte que comienza con este año de la crisis. Cartas, deja de ser ese tablón de anuncios en el que colgábamos nuestro parecer, con mayor o menor acierto, sobre los temas que en nuestra consideración tenían su importancia.
Siento como pocos que desaparezca ese pulpito que permitía descargar todas esas homilías, segunda acepción, que se nos ocurrían. CARTAS, ahora será como la “pancratio”, un lugar donde tendremos que utilizar todas las llaves del conocimiento para sobrevivir en ella. Son las normas.
Habrá que afinar, para que con el ahorro de palabras establecidos, poder seguir en la lucha y os llegue un recuerdo para esta Encarnación, a la que una propuesta fungiforme disfraza de broma, por la risa floja que suele dar viendo “aquello”.
La seriedad del tema merecería una reflexión, cuando menos para preguntarse si lo que se está haciendo es lo correcto. Así de sencillo, aun sin estar al tanto en la trama de todo lo ocurrido, pues es de imaginar que seria mucho pedir que conocieran el premiado proyecto, casi desconocido por las múltiples modificaciones, pero en todo caso, contéstele a sus adentros, si, contemplando “esa” cosa, le llega a convencer.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 6 de Enero de 2009

lunes, 5 de enero de 2009

Mis deseos

Nuevo año

Se acabó ese año ocho que vino lleno de inquietantes presagios, y que se fue dejando los peores. Después de todo, resultará lógico que todo tenga que volver a la normalidad, si bien es cierto que esta llegará antes para unos, que para otros.
Nos llegó este 2009 de los malos augurios, que no tiene que ser de antemano peor de lo que resulte, aunque si será más duro de llevar, especialmente para los que menos tengan que llevarse.
Se le vaticina como un tiempo cruel que creará profundas desigualdades, pero nadie reconoce que todo se debió a las nefastas gestiones, y la permisividad de control por los agentes responsables, y en la laxitud política, llevadas en los anteriores.
Con seguridad, ante lo que aguarda, se le hará culpable de todo lo acontecido, cuando si acaso está llamado a ser un año de cautelas, un tiempo de sufrir las olvidadas restricciones que no se llevaron a cabo en el tiempo opulento, de consumo y gasto, que acabó siendo descubierto.
El tiempo siempre acaba hablando, y como es imparcial juez, aplicará su veredicto exonerando de culpabilidad a este que se inicia, con algo más que incertidumbre, como lo de las setas de la Encarnación, ¡Ahí, estamos!
No cabe duda de que acabado el tiempo de paron técnico en el micologico complejo, al que se le sumó el paron festivo, que vino a unirse al de la crisis, junto con el ERE laboral y el abandono del pegado por la falta de fluidez del engrudo, completando un nuevo ciclo de tiempos perdidos, que un día de estos se vuelva al pegamento de los tablones, aun sabiendo que generaron un nuevo atraso de tres meses en la ultima cronometrica.
Lo de la Encarnación además de no tener tiempo, ya no tiene palabras. Bastaría no solo que el tiempo trajera días de lluvias, aunque se anuncia nieve, para crear nuevos retrasos. De caer, se comprobará la eficacia de las medidas de seguridad tomadas, y aunque es el deseo de muchos, lo mejor sería que no se caiga.
Si bien como todo es cuestión de dinero, y este será un año de estrecheces, todo dependerá para su continuación, si desde la madre Rusia envían el caudal para adquirir, a la baja, la porción de oro negro en venta de saldo, capaz de regenerar una tambaleante tesorería, pues ya no valen los pagarés de dudoso cobro, para que la constructora en crisis, pueda salir del atolladero micologico.
No cabe, por más que sea técnica, que la seguridad sea la del cobro, más cuando los proveedores y sub.-contratas tambien se encuentran afectados por el síndrome del ladrillo, causado por la banca y sus descuentos de contar y no parar.
El descuento, en lo de la Encarnación, como no puede ser en lo del tiempo, tal como quedaba descrito en la sugerente oferta adjudicada, solo se hará efectivo al dejar impagada parte de la importante obra suspendida, (con seguridad para siempre), que tambien estaba incluida en el proyecto adjudicado, y que no será otra que la estación para el metro, la estación “metropol”.
Desde hace bastante tiempo, esta estación aplaudida, vitoreada y laureada, venía siendo olvidada en los comentarios interesados, que parecía que nunca hubiera existido. Una premonición que se está haciendo realidad. Nos quedamos sin metro.
Al menos los Reyes volvieron a pasar por la Encarnación, recorrido que, por seguridad, no se realizaba en los últimos años, lo que aprovecharé para pedirle mi deseo. Ya sabeis.
Sevilla a 5 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez