Ninguno
Ni uno, ni dos. tal que fuera previsible nada de nada. Como con toda seguridad nos aparece que ninguno de los dos metros anunciados, el subterráneo, y el otro, el metro-centro, llamado tranvia, lleguen hasta lo de la Encarnación, según estaba previsto y anunciado, toma ahora sentido que se hayan anulado sus estaciones.
Una subterránea, bajo el “metropol”, la otra, a la sombra del “parasol”, ambas destinadas a recepcionar, al necesario publico, hasta esa extraña y misteriosa “cosa” ideada para que los vendedores del mercado dejen la provisionalidad, y que llaman "metropòl-parasol".
Los que nuevamente llegaron a la Encarnación fueron los Magos de Oriente para contemplar su eterno “misterio”, que mas debió de parecerles “enigma”, al que no es suficiente escribir “cartas”.
La clave puede estar en los indicios, y estos se dejaron ver, a nada que se entregaron los regalos, como una señal de que “aquello” pueda reanudarse.
Sevilla a 7 de Enero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez
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