domingo, 27 de abril de 2008

CUENTAS Y CUENTAS

La cuenta atrás

Con las reservas de que esta nueva cuenta pueda ser la definitiva, en esta ocasión y por si acaso, no ha quedado concretada la fecha, hora H inaugural, una vez visto lo sucedido con la previsión anterior, que una cosa son los deseos y otra la realidad. Las últimas predicciones no indican que será entre finales de 2009, y la primavera de 2010. Malas fechas para la micologia.
La ultima primavera, primera y verdadera, será Dios mediante, el momento culminante, con todo lo que ha pasado, para poner fin a esta cuenta atrás que empezó el día 1 de Octubre de 1973.
Con las dudas razonables de que se pueda posponer, a un periodo más propicio electoralmente, a esto de la Encarnación, guste o no, sin tener que recurrir a Tiresias, al que dejaron ciego por lo mucho que acertaba, o a la bruja Lola, tambien le llegará su hora final, que todo es cuestión de esperar, como mínimo veinte meses.
Por el momento, la poliepatica Encarnación, esa de la modernidad, de la ocurrencia que dicen de vanguardia, la de la epatante cubierta y mercado emblematico, la del antiquarium y el botellodromo juvenil, la del metro y otras innovaciones, nos está dejando ver la escalinata mingitoria mientras se hacen los cálculos de carga para las celulas fotovoltaicas, elementos obligatorios que por nada del mundo pueden ser olvidadas, más siendo una obligatoriedad, y el despiste genere una demora como la causada por el desplome de una cubierta similar.
Es evidente que no existen las prisas cuando los plazos se fijan largos e inconcretos, más cuando se está en la seguridad que, aunque la cuenta atrás esté iniciada, no existe, mal que pese, la vuelta atrás, con lo cual se crea la tranquilidad de que los plazos se cumplirán justo cuando se acabe, ni un día antes, ni después.
Otra cuestión es lo de las inauguraciones, que serán varias, pues me da que estas serán por fases, a convenir, justo cuando lleguen, a su tiempo, y en su debido orden.
Cierto es que el reloj debería haberse detenido el 27 de Noviembre del pasado año y que la adjudicación premiaba la velocidad de actuación en una obra con prisas, castigando la demora, pero eso era cuando las urgencias, las horas ahora se marcan con nueva cronometrica y los riesgos con condonaciones. Ego te absolvo.
La Encarnación tiene ahora una velocidad nueva, una quinta marcha para la desaceleración. Piano y lontano. Dos años más que se llevará la cosa, que hubiera estado terminada, según se dice, de no haber sido por lo de la seguridad, con la que al parecer no se contaba en las previsiones, dos años más, lo cual parece que es demasiada desviación, para una obra que se debía de realizar en menos de tres. Cuentas nuevas, pues ya se sabe que en seguridad nada es suficiente y todo es poco.
Sevilla a 26 de Abril de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

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