sábado, 22 de septiembre de 2012

Mentir, o no mentir




Confieso públicamente que hasta hace unos meses, posiblemente hasta Abril, ¿pero, como? Si eso es cosa que tenia que estar hecha, llegué a créeles.

Ahora como no les creo, me podrán mentir, o puede que no lo hagan, pero evidentemente que se engañan ellos mismos.

Creo que no se han dado cuenta todavía de que ya no les tomo en serio, y es algo que lamento profundamente, por cuanto es lastimoso que algún día se pregunten cual ha sido la actitud de cada uno en esto de la puerta, mas sabiendo que se hace necesaria, aunque solo sea por seguridad y para cumplir con normativas de accesibilidad en los edificios públicos.

Mentir es algo que se escapa en las personas que tienen el suficiente criterio como para no faltar a la verdad, y para eso hace falta como mínimo tener criterio propio.

Pienso al cabo del día en demasiadas ocasiones, en especial cuando la observación me permite ver los inútiles intentos por entrar justo por un lugar donde no existe puerta, que ya de por si es algo incomprensible, no solo que no la dispusieran en el lugar idóneo, sino que el publico la busque donde no se encuentra, que intento encontrar que respuestas me preparan en la responsabilidad para cuando se acabe este silencio de espera. Y a pesar de que se me ocurren las más dispares acabo en la conclusión de que no tienen ninguna respuesta, ni lógica ni disparatada, ni coherente, ni justificada, no tiene respuestas ante la evidencia mas allá de la inoperancia, que acaso el tiempo tenga la respuesta. Pero no en este caso.

En el menage a troi, cooperativa, concesionaria y administración, rueda las patas cortas de una mentira tan profunda como la garganta y surgen informaciones que son verdaderos contrasentidos, a las que hago como que me las creo, tan solo para que ellos se lo crean. Así llegamos a las siguientes conclusiones, la puerta es necesaria, no solo una sino algunas mas, dice la cooperativa, pero lo que pasa que la concesionaria solo dispone dinero para una, y el mejor sitio es el rincón. De la escultura de Vasallo, no sabe, ni contesta.

La concesionaria dice que ella puede colocar cuantas puertas le sean solicitadas por la Administración, y siempre que técnicamente sea posible, pero no realiza un estudio de optimización para mejorar el recorrido en el laberinto. Incluso aprueba la vuelta de Ceres.

La administración dice que está para servir a los intereses de los placeros, pero nada al respecto de la automatización de las puertas, y teme que si se coloca una ante la falta de liquidez de la concesionaria, y no mas, solo es por aquello de que así se la ha solicitado la cooperativa, pues cabe temer que de otra forma todos lo placeros, supone en equivocado parecer, que querrán que le coloquen la suya junto a sus puestos, ignorando que solo existe esa posibilidad remota nada mas que en dos lugares y todo lo demás es imposible…………..Ceres pertenece a otra Cultura

Lo mismo, como hemos quedados en tomar un café repetidas veces con las partes importantes, es decir, Administración y concesionaria, (pues creo que la cooperativa, auto anulada, dista mucho de que apliquen su propio estatuto) quien dice que no se pueda abrir la puerta cualquier día de estos, sobre todo para que en el futuro nadie sienta la vergüenza que esta historia pueda causar.

Sevilla 22 de Septiembre de 2012

Francisco

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