jueves, 24 de septiembre de 2020

Agujero negro

 


El agujero

Diez años han pasado para llevar a cabo una actuación en lo del metropol, una de las muchas que se hacen necesarias. Esta es la primera y afectaba muy directamente a la entrada de la plaza municipal de abastos, y por ende a cuantos pasaban por esa sinuosa calle, que se soñó comercial. 

un pasadizo cubierto al que llaman el túnel y al que le retiraron el elemento mas modernista que tenia el proyecto del berlines, como eran sus puertas plegables de cristal. Allí están Escondidas en un agujero negro.

Pues así indolente durante diez años, diez, la ponzoña de un aire caliente impregnaba a cuantas personas llegaban, dándose por sentado que ese chorro llevaría miles de bacterias expulsadas de algún sistema mal realizado.

 Diez años, diez, se ha tardado en esta elemental rectificación, acaso por la posibilidad de que entre las bacterias que viven en esos sistemas de climatizadores obsoletos, pudiera generar una colonia de virus, que son palabras mayores en este tiempo, si están coronados.

Para tal menester se ha realizado un agujero en el vuelo sin carga de un lateral que decora una curva en la escalera Norte, escalera partida apenas utilizada ni por los que se equivocan, tal vez en ocasiones los pequeños se deslizan por la base del P-1, utilizándolo de rampa de juego, un peligro. 

Pues allí, en ese vuelo, que no soporta carga alguna, se ha retirado durante tres días tal cantidad de escombros como resultado de la realización del agujero  de escape para que definitivamente el aire caliente no vuelva a invadir todo el espacio de la sinuosa calle cubierta, ni largue ese soplo tan desagradable que se ha soportado durante diez años.

Ver la demolición del pequeño espacio, permite imaginar que La fabricación del vuelo no deja de ser un verdadero agujero económico, con sesenta centímetro de hormigón, y dos láminas de chapa de hierro de gran grosor a modo de lujurioso encofrado lo cual a dejado ver lo que permite intuir los altos costos de lo inútil. 

Un butrón inaccesible. Ni que decir tiene que para realizarlo diversas maquinarias percutoras, cortadoras de hierro, y una cuadrilla de hombres incluida una grúa ex profeso han librado durante una semana una dura tarea para realizar el agujero de marras. Ahora viene la solución.

Divierte pensar en la que se ha empleado, y solo para tapar la salida de aire caliente, nada menos que han utilizado varias chapas lo suficientemente gruesas que ya parece desproporcionado, solo para realizar una pared, eso, sí, DE HIERRO, lo cual ha llevado gran cantidad de soldaduras y una semana de trabajo, oficial y peón, además realizar una puerta de bisagras, y su bastidor del mismo material, y acabado en pintura negra. 

Para la salida de aire caliente, que hacia algún sitio debería ir, idearon dispersarlo, expandiéndolo a la calle a través de unas rejillas sujetas a seis pletinas de hierro soldadas a puntos que quedaron de la que fue retirada y que estaba bajo la enorme capa de cemento.

 Por suerte nadie pasará por ese lugar, mero adorno curvo de una escalera “caprichosa”. A partir de ahora el aire caliente calentará con toda seguridad la chapa de hierro, lo mas seguro sea que irradie el calor acumulado. 

Como todo en estas setas el agujero ha empleado todo los recursos económicos que hubiera costado las puertas automáticas, y si apuran instalar el renovador de aire de la plaza municipal de abastos, y a esta tapa de hierro le bastaba colocar una hilada de ladrillos que además de aislante la pared resultante, por más que fuera blanco del grafiti, además de mas eficaz hubiera dado para reparar muchas deficiencias, pero lo del metropol siempre será un agujero.

Sevilla a 24 de Septeimbre de 2020

Francisco Rodriguez

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