El jardín
Con esta calor y tanta sequía, como que
tenía el pozo de las ocurrencias en el lecho de gravas, como la tuneladora, y
como aquellas son capaces de romperle los dientes a las afiladas cuchillas de acero
reforzado del topo giralda, como que, guardando el retorcido colmillo de la
ironía, esperaba que llegara esa serpiente de verano, que no otra cosa siempre fue esto de la Encarnación , justo,
cuando acaba de pasar por el salón-comedor esa multicolor que nos deja sin
siesta, para quedarnos sin amarillo, a pesar de la pájara, y sin los topos
rojos de quien gana la montaña. ¡Mecachis!
Hubo un tiempo que los sevillanos, sin
montaña, ni playa, ni piscinas, pasaban los veranos en su alhaurin particular, y hasta no
hace mucho, en el de Maria Luisa, e incluso en el del rio grande, cuando lucía los
palmitos, para librarse de los rigores que se sufren en esta ciudad, buscando desesperadamente
el alivio de la sombras de sus árboles.
Como el verano no es tiempo de noticias,
y con lo de la "malaya" a huevo, me temo que como no aparezca
"algo conveniente que conservar", en este tiempo de siestas, a la Encarnación no le
queda nada mas que mirar el calendario en este periodo de claudicante espera, y permanecer
como aguardando a ver que pasa, y como suele ocurrir lo mas conveniente en estos casos es mirar al
calendario hasta que los acontecimientos lleguen, como la lluvia llega a los veneros, para llenar el pozo de la ironía y refresque las ideas, como sombra de trepadora
escondiendo el caliente soporte metálico del sombrajo, efectivo al parecer, o con la
deliciosa umbría del alhaurin. Jardín de los sueños, jardín de las delicias, jardín
grande, turris eburnea. Jardín del más grande. Torre en el jardín.
Alhaurin de la Torre y Alhaurin el Grande,
son dos jardines, el de la torre y el grande, como dice sus apellidos, Axarquia y Alpujarra, almohada de
albahaca, alminar y al quivir, dualidad que en la Isbiliya creciente a los
pies del Aljarafe se funde, y convierte en Giralda, el gnomon acristalado.. Asunto de cajas.
Tiempo de lo grande. Sueños grandes, deudas grandes, grandes fracasos. A mayor fracaso, mayor premio. Grandes setas, grande espárrago, grandes sombras, grandes miedos. Grande, que te quiero grande, Grandes planes y grande engaño. Si grande fueran las setas, mas grandes será el espárrago.
Pero antes de lo esperado, mira por
donde, llegó la serpiente veraniega que estaba esperando y ¡zas! La Encarnación en portada.
Portada con titular y tres paginas de interior, no estaba mal la cosa, pero el
reportaje se olvidó del mercado, como al alemán se le olvidó la temperatura, a
la gerencia hacer publica el acta del concurso, a Sánchez sus palabras de mimo
para los placeros, a Bueno el in situ, y a Emilio que existen hemerotecas. Sevilla tuvo que ser, con su lunita plateada, en el monte del olvido.
El verano produce sueño, y con el sueño el olvido, pues la callada mariana, sesteando las calores de sus calles sin sombras, no recuerda que "sombrear"
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 21 de Julio de 2006
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