jueves, 20 de febrero de 2014




La mamutita

 

En la inmensa cárcel de hielo, donde se reformaban las ideas, ha sido hallada una mamutita. Como la noticia es científica no dice nada del posible hallazgo de algún huesecito, un pequeño fragmento dental, de algún humano de los que se alojaron por esa inhóspita zona del Gulag.

Lo mas sorprendente de la noticia es que se habla de la resucitación de la criaturita, una completa cría de mamut hembra encapsulada en los hielos, que ha sido encontrada en perfecto estado de conservación. Se le calcula que su periodo de vida no alcanzó los dos años, pero nadie discute que tenga diez mil. Cosas de la Ciencia.

Una hibernación post mortem que, (tal vez en menos tiempo del que se tarda en recuperar un meñique pinchado en el mes de Abril, y que la demora sanitaria ha transformado en una osteomielitis insidiosa que veremos cuando acaba) permitirá a los científicos disponer de lo necesario para llevar a cabo el caprichoso experimento de clonación, y generar una mamutada.
Claro que todo dependerá de los números, pero no de los ejemplares, pues aquellos, al igual que los de la suerte, salen, y en su defecto siempre se encontrara el “tipe” de los arreglos.

El tipe no es un número inexacto que tanto gustaba a los griegos, como el Pi , el Thi, latinizados como misa tridentina, recuperando una lengua muerta, si no una sustancia de blanqueo de errores.
El Thi es el número de moda, su valor es uno con seis, uno, ocho, cero, tres, tres nueve, así  hasta que te canses, relativamente. Diez Thi, partido por dos, nunca nos daría el ocho absoluto. El ocho es rotundo. Ocho, redondo equilibrio, panza y cabeza de un posible monigote.
El ocho es el numero de la Encarnación, significa la resucitación de lo muerto en la santería cubana del bastión de las izquierdas, de esa Encarnación a la que no han clonado de ella misma, sino que el thi de los números urbanísticos, cabala de la perla, no tuvo mejor idea que inventar semejante cosa con la ecuación del griego “tipe” en mano, y le salio esta mamujada de los tiempos del cine mudo, ideal para los silencios, que tanto dará que hablar.

Pero resulta que la mamutita no tiene rabo, y es algo preocupante, que en su resucitación clónica le aparezca el mutado apéndice al desaparecido proboscidio en su nueva encarnadura de laboratorio, aunque no parece que el desvelo afecte tanto a esta encarnadura de hormigón, haciendo setas, por mas que el invento traiga su cola, pues siempre se tendrá el “tipe” a mano, para llevar a cabo cualquier modificcion.

Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 12 de Julio 2007-

(Trece heridos en el encierro)

No hay comentarios: