sábado, 22 de febrero de 2014


A chino

 

Hacerse comprender resulta difícil si se utiliza un lenguaje críptico, no obstante si se efectuara en chino el curto no pasaría de ser quien compendió el saber, pero en esto de la Encarnación, el curto no deja de ser un gato.

El saber es un peligro y Peligro un rabón de pelo gris que, al ser gato, no sabe lo que es y todo lo más que enseña son las zarpas al desvalido Emblemático tratando de asustarle para que abandone el dominio que tiene de la colonia.

Los gatos, respetados en muchas culturas por sus siete vidas, tan solo se reencarnaban cuando agotaban tan largo crédito vital. La Encarnación tiene una historia con final a punto de cumplirse, pues se le está acabando el ciclo y se le anuncia una reencarnación como a los gatos.

Para ello, está anunciado que, en breve, se reanudarán las tareas que quedaron pendientes desde hace un año. En breve estará plasmada la idea premiada en planos. En breve se estudiará  si las modificaciones recomendadas, se ajustan a normas y leyes. En breve se tendrá rescatado el solar. En breve se convocará concurso para adjudicación de nueva obra. En breve se conocerán los costos y la participación de cada una de las administraciones. En breve saldrá a subasta el edificio municipal que soportará la parte alícuota. En breve se obtendrán el resto de las partidas económicas.

El mensaje críptico es de difícil resolución, y guarda más de lo que dice,  además de gato encerrado. ¿Acaso no suena a chino?.

Sevilla a 23 de Octubre de 2004
Francisco Rodríguez Estévez

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