Fregolismo
En el mundo del espectáculo estos números consisten en
cambiar lo más rápidamente posible de indumentaria, otra cosa seria si fuera de
chaquetas que es un espectáculo también. Numero de risas
En lo de la
Encarnación se ha pasado de “enseñar el colmillo” vistiéndose
por los pies, (Hay que ver lo se llega a decir a veces) a solo mostrar la
lengua de la burla, al tiempo que el abanderado deja ver el canal. Numero de payasos.
Recientemente algunos de los placeros de esta Encarnación han
tenido la oportunidad de llenar una doble página de prensa, donde han podido expresar cuanto era sus pareceres, y después de lo que puede
leerse en ellas cabe pensar que no quedará otra que “subir el tomate”. Numero de humor.
Tal es la frase que fue utilizada por el responsable de los placeros, algo
que quedó dicho en la negociación de la subvención, y fue recogido en los medios,
para dar a entender que de ninguna de las maneras se abonaría las exageradas cantidades que hacia en sus cuentas
la concesionaria, y como no podía ser de otro modo, ¡zas! apareció la subvención
municipal, otra vez la del silencio, con tal de inaugurar, y no tener que subir el tomate y abaratar el desorbitado precio que habían
establecido de modo y manera por una serie de conceptos indefinidos (y nunca
justificados) que pretendía cobrar la concesionaria. Numero rojo. Numero rosa.
En la lectura de esta doble oportunidad, en paginas centrales y amplio reportaje fotográfico, se puede advertir
que no solo se cambiaron la chaqueta, con la rapidez que asombra el fregolista,
cuando lo que procedía era seguir “enseñando el colmillo”, otra frase del momento,
y plantar en la mesa del pimpinelismo que en lo de la Encarnación, e s un trío
por mas que parezca una boutade.
( Intervención pretendidamente ingeniosa, destinada por lo común a impresionar.)
( Intervención pretendidamente ingeniosa, destinada por lo común a impresionar.)
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En los medios se informa del interés de Sacyr por dejar
definitivamente esta Encarnación de ruina, en la que no están por continuar, ni
cobrando las cantidades que judicialmente ha reclamado al Ayuntamiento. Numero de circo. Numero imposible.
Debo de entender que antes se instalará la puerta, pues lo
mismo durante el proceso, con las alegaciones, apelaciones, pignoraciones,
reparaciones, agrimenciones, evaluaciones, reflexiones, motivaciones, cavilaciones, suposiciones y errores sin soluciones, que entre pitos y flautas, pares nones, se
terminaran los años de concesión y me cogerá centenario. Numero clausus.
Ahora se planteará sin duda si los placeros, en su conjunto,
pueden hacer frente al sustancial aumento que sufrirá el recibo de ignota
naturaleza, una vez que se pierda el benefactor detalle del anterior Alcalde,
abonando del erario publico una importante cantidad, que sin ella, jamás de los
jamases, por parte de los placeros se hubiera iniciado esta desaventura en una
plaza municipal de abastos de verdadera ruina, donde todo está tan mezclado que
se hace difícil discernir que es mercado y que son el resto de las
multidisciplinares actividades, y como porretearon el gasto de cada una de ellas
estando mayoritariamente todo centralizado. El numero de asesores es alargado.
La puerta no puede
ser moneda de cambio, la puerta es el cumplimiento de una Ley, que no se cumple. ¡Justicia, señor! La puerta es un
mejoramiento integral de todo el conjunto, para que facilite a los usuarios
poder entrar y salir del laberinto. Numero Pí
Las palmas se vuelven lanzas, más sabiendo el fregolismo que
tienen estas dos partes de responsabilidades pimpinelas, por lo que en nuestro
particular desencuentro, es la velocidad con la que hacen que no se reconocen,
y entonces, la rapidez de actuación más se identifica con la prosopagnosia, que
es cosa de cara, pero no para olvidar lo cara que esta saliendo esta. Numero erótico.
Sevilla a 10 de Febrero de 2014
Francisco Rodriguez Estévez
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