Aunque se ventea que con el ignoto disponible se cubriría la operación, mas se
tiene la sensación de que se busca denodadamente la financiación que cubra los
parasoles. Hoteles y aparcamientos llevan números en las posibiliddes.
Por el contrario, en el palacio de ferias, incluida la de
San Miguel, no comenzaran las obras de ampliación, justo hasta que esté todo el
dinero contante y sonante, según los números, sobre la mesa. Tapete verde, gana
la banca. Es igual, pero no lo mismo. No es lo mismo, haber que tener.
Haberlo hailo, pero tener..... Solo se tiene el temor de que
acabado los gatos, no aparezca el chivo, a ser posible destetado y expiatorio.
Un cabrito que lo pare, sole , y lo metro, pole. Parar y medir. Sin
explicaciones. Para qué, darlas no se entendería.
Patrimonio no esta dispuesta a ser chivo de nada, faltaría
más, menos a destetarse de la mamandurria. Senos siliconicos de un top-less de
revista. ¿Pero donde encontrar un “cabroncete”, que sea bueno para descargar
las culpas de tantos errores?.
No miren a la ciudadanía, bastante hace con soportar, ni
miren en la oposición política. No miren a los comerciantes, aburridos de
esperar, ni a la Escuela, ni a la Universidad, ni a la Academia, que no va con
ellos, ni tan siquiera a la canallesca prensa, ni a ningún grupo de experto,
tumbadores de maleficios.
Ni en los verdes, ni
en los ecologistas, ni en la asociada izquierda, ni en los recalcitrantes
peatonalizadores, ni en los paisajistas del urbanismo amable, ni en los
conservacionistas, ni en la elite cultural. Miren solo en su interior, en su
conciencia, viendo lo que se busca, ¿pero donde está el limón?, y lo que se
pretende, es que se tire el refresco.
Francisco Rodríguez Estévez
2 de Julio de 04
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