A las claritas
Son elementos del rodaje que por experiencia personal para nada me son extraños, pero en este caso se planificaron mal pues no tuvieron en cuenta la afectacion que esto produce en la entrada a una plaza de abastos municipal donde hay vendedores y mercancias mayormenten perecederas, y una mala venta tiene sus concecuencias.
Deberían de tener suficiente autorización municipal, vía Sevilla
films, para que algo tan grave se consienta, o acaso no tuvieron la suficiente,
por suerte no hubo ningún incidente que hubiera necesitado los servicios de
ambulancia, o bomberos, pues retirar tan cantidad de vehículos cuatro
furgonetas, un camión, cuatro turismos, y dos monovolúmenes de gran cilindrada,
en la dificultad de maniobras de urgencias no hubiera sido tarea fácil.
No llego la avisada policía, y todo parecía que no pasara
nada, de no pasar, ni el publico y para colmo cuando intento recabar una explicación
el responsable del mantenimiento de los servicios, en un acto acaso de enfado,
pues no puede ser que otra manera, viene a resultar que lo que estorba ni son
los coches, ni el comedor instalado en la puerta, por cierto con el tirador
impregnado de una asquerosa sustancia que por desconocida podía ser altamente
peligrosa si tuviera elementos contaminantes de enfermedades.
Para este asunto el joven encargado de mantenimiento de los servicios, con la responsabilidad desbordándole, mas parecía sufrir un ataque de ira hacia una figura de ternera de poliéster que hace las delicias de los niños y mugir a los abuelos, y que tengan por seguro que no tengo intención de retirar, menos viendo la cantidad de deficiencias que se tendrían subsanarse, y cuando menos cumplir con la Ley de Accesibilidad que por los visto viendo tantos detallitos, se me antoja que poca autoridad tendrá ya este responsable de los servicio, cuando se encuentra imputada la persona que telefónicamente me comunicó la pretendida autoridad que le endosaron a este encargado del mantenimiento, hoy enfadado, y que le molestó en extremo no los cohces, sino la figura de poliéster, acaso para que me subiera la tensión.
Para este asunto el joven encargado de mantenimiento de los servicios, con la responsabilidad desbordándole, mas parecía sufrir un ataque de ira hacia una figura de ternera de poliéster que hace las delicias de los niños y mugir a los abuelos, y que tengan por seguro que no tengo intención de retirar, menos viendo la cantidad de deficiencias que se tendrían subsanarse, y cuando menos cumplir con la Ley de Accesibilidad que por los visto viendo tantos detallitos, se me antoja que poca autoridad tendrá ya este responsable de los servicio, cuando se encuentra imputada la persona que telefónicamente me comunicó la pretendida autoridad que le endosaron a este encargado del mantenimiento, hoy enfadado, y que le molestó en extremo no los cohces, sino la figura de poliéster, acaso para que me subiera la tensión.
Desde las claritas del día hasta las dos de la tarde, que
acabaron marchándose, evidentemente destrozaron la raquítica venta de final de
mes, al punto de que en el recuento al cierre la recaudación fácilmente la
superaría un gorrilla, y además en su plaza no se necesita puerta.
Sevilla a 28 de Octubre de 2014 Francisco
Rodríguez Estevez
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