Se muere. Dicen los que le quieren que tiene los días
contados, y no pretenden alargarle el sufrimiento con invasivas medidas, solo esperan
que su enjaulada vida acabe con dignidad, se entiende que pseudo humana, en la
ciudad que su presencia emblemática tuvo la suerte de disfrutar, y ser admirado durante tantos años aceptando
su diferencia, y que empieza a lamentar el final que se le acerca.
El gorila albino se convirtió en algo mas que un primate,
Copito de Nieve aun muriéndose es noticia. El mercado se convirtió en una
sombra, y se duda que pueda, en su singularidad, llegar a soportar los plazos
de internacionalidad que le preparan.
Con Hispalis en su
corazón el tiempo juega en su contra. El mutante, al menos, gozó de un espacioso jardín para su hábitat, piscina
de baño, dormitorios con climatización, comida abundante y fresca donde aguarda
el destino. ¿Qué gorila resistiría en seis metros de jaula, sin agua
corriente, y con una pésima cubierta que
extrema las temperaturas? La Encarnación, mutación dolorosa, que sufrió el
transito de la indolencia se nos va, y
contrariamente al mono blanco, pocos se están dando cuenta de lo que sucede
tras las jaulas.
Sevilla a 22 de Noviembre de 2003
Francisco Rodríguez Estévez
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