Aunque parece ser que los informes económicos no reflejan
una bonanza de caprichos, sino más bien de apreturas, pues todo parece como que
no conviene airear el saldo rojo de la cuenta corriente, si es que se quiere seguir
estando en el club de las elites. Aun así, lo recomendable, para no ser
detectada en lo cortita que se anda en el fondo del monedero, debe de ser
comprarse un gran bolso, a ser posible de firma, para gastar y gastar, y volver a gastar..
La callada mariana, anda a dos velas, pero exceptuando por cómo
le está quedando su desfigurada cara, de tanto lifting, como que no hay quien
se lo note, es mas se diría que anda sobrada en el gastar.
Con tantas costosas operaciones lo del informe Icomos, como
que llega tarde, siempre le llega a esta Encarnación de mis carnes, todo tarde.
Pero, de todas maneras era sabido que, ni aunque hubiera
llegado a tiempo, se tenía la remota intención de recuperarla, ni como plaza, y
menos como plaza de abastos, ya se sospechaba el desinterés mostrado con los
anteriores indicadores, primero con el mercado sótano y los aparcamientos, y
luego con el “in situ” y el dedalitos, lo que evidenciaba que no se estaba por la labor de recobrar el
esplendor comercial de su ayer, y vistas las actuaciones que se llevan a cabo, qué
decir del histórico, ese que obliga a salvaguardar el pasado.
Estaba visto el percal, desde que” las setas” deslumbraron
al foráneo jurado encargado de dirimir las bondades, por lo que aquella
agrupación de formas fungiformes ya justificaba la ardua tarea selectiva, y los
bien abonados emolumentos, y poco podría importar lo que ni Icomos, ni nadie
viniera a decir al respecto.
Acaso, y sería doloroso de ser así, que por ignorantes, no
se sabía en el selecto plantel, todos doctos, ni en la secretaria del concurso
de ideas montada al efecto, ni en las delegaciones afectadas, ni por el trío
escabel de la vanguardias, ni por tantas personas que conforma el corporativo
elenco, ni por las asociaciones de notables, ni por donde se imparte el saber y
la docencia, ni por los ilustres , y ni tan siquiera por lo cesantes, para que
nos tengan que decir desde un foro internacional algo tan elemental como “EL
PAISAJE DE SEVILLA, ES MUCHO MAS
IMPORTANTE QUE LA CALIDAD DE UN SOLO EDIFICIO SI LA RELACION VISUAL DE LA
CIUDAD PUEDE VERSE ALTERADA POR ESTE”.

Cabe pensar, si en el proyectado antiquarium, con acceso por
rampa (por aprovechar), o en el aludido, que no proyectado, planetarium de
luces, con accesos por rampas y escalinatas, se buscará un lugar para colocar,
a falta de mitorajes de buen tamaño, y mejor precio, donde Cultura, al menos instale
el marmolillo salvado de San Laureano, piedra llorosa, puesto que estas setas
ni tuvieron primera piedra, ni foto al uso, para que al verla, recordemos que sobre
ella tuvieron lugar los repetidos lamentos del Alcalde que compungido decía:
“Pobre ciudad, pobre ciudad”.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 6 de marzo de 2007
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