sábado, 4 de octubre de 2014

Juguete roto
Aunque  pueda parecer lo contrario, pocas cosas en ámbito público pueden realizarse así por que sí. Está claro que, lo de la noria, también tiene su sentido, por lo que es de agradecer esa ingeniosa propuesta que preparan, al objeto de que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de columpiarse, e incluso tener una visión distinta de la ciudad, cosa hasta la fecha, que solo era propia de los abnegados ediles,
Este evento de óptica igualitaria, donde todos pueden ver lo mismo, se mire por donde se mire, permitirá a cuantos se suban a la cabina, para ser elevados, comprender desde las alturas, cuanto pasa y cuanto se atasca, e incluso el pasado esplendoroso que dejó el tabaco, antes de la persecución de sus adictos fieles, y la muralla almohade, de antes de la expulsión de los infieles constructores.
Con el balanceo llegará a alcanzarse otras cotas, incluso tener la perspectiva de otra mirada,  diferente y divertida, similar a las que, ofrecidas desde la mágica isla se obtienen, para con la suma de ambas, tener al menos con la amplia variedad de carruseles giratorios, un rejuvenecimiento garantizado, un divertimento más en la amplia oferta de ocio, incluso sin mojarse.
Es evidente que tiene su tirón la diversidad, por sus  de atracciones, de este imán que para chicos y mayores supone tener una calle del infierno permanente,(que no es que esté en obras de esas que no se terminan nunca, ni que bajo ella avance, por el hueco horadado, la Giralda)), lo cual crearan  en la ciudadanía  nuevas sensaciones, para llegar a entender lo que significa darle vueltas al asunto. Cosas del tiovivo.
El objetivo se centra, antes de que se acaben los años de diversión y el corazón aguante los puenting, realizar las barbaridades propias de la inquietud y atreverse a cualquier cosa. Esta visto que ha pasado el tiempo de los cacharritos, de las arquitecturas de madera, juguete didáctico de construcciones imposibles, pero es que el tacto de la caoba, crea una adicción sin descanso  y un regusto por el vértigo de las emociones fuertes, que no es saciada con el cheminova de toda la vida  para experimentar esas investigaciones de ceesei casero. Sobre todo, cuando “cuecen” amanitas para reencarnar el paradigma micologico. Como para no darle vueltas .
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 30 de Enero de 2006

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