PARADA, ¡YA!

El pleno

El próximo día 21 se celebrará el pleno extraordinario, de carácter monográfico, en el que se debe de esclarecer todo lo que quiso conocer de lo de la Encarnación y nunca se lo pudieron explicar.
No puede quedarse en seguir o no seguir, ni en parar o no parar, ni menos mantener el argumento de que cuesta lo mismo terminarlo que abandonarlo. El debate solo se puede entender si con el voto de calidad, o sin el, se procede a la aprobación de una parada reflexiva, una parada obligatoria y de tal calado, para que a lo de la Encarnación se le pueda poner identidad a cuantos responsables tiene este asunto, al objeto de que no tengan escapatorias por la rendijas de los olvidos.
Una parada para cuantificar, no solo todos los millones que faltan para poder finalizar aquello, también de donde van a salir estas cantidades. Una reflexión para en el caso que se decida, con un argumento tan escandaloso como ese de por un bien común, mas que dudoso inexplicable, incorporar los paneles solares, esos que son obligatorios para toda construcción, y en especial en los edificios públicos, y por lo tanto en este que tanta sostenibilidad advirtieron los miembros del jurado internacional y de prestigio.
Un tiempo de reflexión para que se cuantifique los costos que les supondrán a los placeros, tanto por el equipamiento que, según los números barajados por el consultivo alcanza la desorbitada cifra de 4.2 millones de euros, como las desconocidas cuotas que se establezcan por la adjudicataria para que esta pueda recuperar la inversión, a la fecha incompleta.
Una parada de reflexión, para conocer perfectamente tanto la técnica a emplear para revestir las setas, como el posible incremento, al objeto de que no pueda aparecer otra sorpresa y no queden responsables que identificar, para adjudicarles las nuevas responsabilidades.