El próximo año
Después de tantos años dispersos por distintos lugares de la ciudad, el próximo año puede ser que sea, el que solo un pequeño grupo de todos los vendedores que abandonaron el antiguo mercado de la Encarnación, pueda volver de nuevo a sus orígenes.
Nada será igual, pero no dejará de ser una gran alegría para los supervivientes que lo consigan que esto suceda, después de todo lo pasado, y los recuerdos que se generaron durante toda una vida en la provisionalidad. Fueron muchos los años en los que al finalizar se exclamaba el deseo, mas vehemente en los últimos,( acaso los peores comercialmente), para que fuera el próximo año, ese tiempo inalcanzable, el tiempo soñado para volver.
Cuantos hubiéramos preferido que la recuperación de la Encarnación, hubiera sido algo tan sencillo como recuperar “la plaza de abastos”, al igual que hicieron en Huelva, Cádiz, Jerez, Almería, por no insistir en la inalcanzable Boqueria de Barcelona, la espectacular plaza de Santa Catarina, también en Barcelona, y el maravilloso mercado central de Valencia. Pero estaba visto que lo de la Encarnación tenia que ser una majadería, un papanatismo, una patochada, una vanguardia, una modernidad, todos adjetivos que de “eso” se ha podido leer en prensa, al igual que capricho, icono, proyecto imposible, “ido de las manos” y también eso tan actual y ecologico que del aplauso pasó a ser “algo que no haría”, en el supuesto de que tuviera autoridad, o capacidad para ello.
Por eso a lo de la Encarnación, adjudicada en 2004, justo en un momento en que los analistas económicos Kydland y Prescott, ya advirtieron la llegada de un tiempo de dificultades, por lo que no puede nadie aplicarle aquello de que la Encarnacion se iniciara en tiempo de bonanza, cuando lo que se avecinaba era todo lo contrario.
Si acaso, como todo se podía hacer, sin genero de duda, al tener la autoridad democrática que conceden las urnas, pero en modo alguno, como declara puede tener la autoridad por la vía de los hechos, si cerrar al trafico el centro, se piensa que puede atraer al publico, y menos que con esta ingeniosa medida, establece graciosamente que el centro esta salvado. ¿Pero, de que?
Guardo la hoja de periódico que dice lo que dice, y no dice nada de la Encarnación, pero conviene tomar nota, para recordar lo que se puede olvidar en tan solo seis meses, y seria imperdonable que Triana entera, si la tuviera, no le diera la razón, pero…… ¿y si no acierta?, ¿Dónde nos vemos, el año que viene? ¿En Jerusalén?
Sevilla a 14 de Junio de 2010
Francisco Rodriguez
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