El sol de Arizona
La energía es un valor que regala el sol, y parece que el de Arizona tiene valor añadido, dicen, que tiene tanta fuerza , que el calor allí es como un iva, que viene y que va como un balance, balancé, de oriente a occidente cada día, incluso los nublados, de ahí que los navajos tuvieran a Nube Gris, de los jefes grises de toda la vida, que de siempre a mas pluma mas gris, apenas hay color en un mundo de grises y los del septimo de caballería, en territorio caliente siempre llegan al rescate permanente de la Juanita Calamidad.
En tiempo de crisis, es sabido que hay que salir como mejor se pueda y no se puede permitir añadirle calamidades, por muy juanas que se rescaten, que las tornas cambian en un plis plas, y por eso, Barak, listo donde los haya, viendo venir el frío de Oklahoma, mas conocida por Sooner, que sonar suena, se ha propuesto ahorrar combustible con los inventos del tejado, que por Ley aquí son obligatorios de instalar hasta EN LAS SETAS.
Tal deferencia de elegir las ideas que tenemos por aquí, para el aprovechamiento integral del sol de Arizona, que en Sonora también suena que no “parasol” que solo genera sombras, y que tan contento se han puesto los ediles de esta ciudad que tiene “Heliopolis” por donde tuvo botella, por el encargo que los americanos de Phoenix han efectuado a la empresa que tanto hace por esta ciudad soleada donde las hayas, que lo mismo tiene trato con Santa Rufina, que facilita los “focus” que alumbran en el hospicio con luz propia, y la Macarena y todo, lo traigo andado, por la muralla, Parlamento y puente, y cuanto haga falta, Giralda, bien alumbrado.
El icono no brilla, ni brillara, por que la umbrela solo es una opacidad, pero aun por eso, también tienen su energía positiva, y su carga de electricidad estática, pero lo más importante, a raíz de la felicidad que ha causado el proyecto para el aprovechamiento de la energía solar por medio de paneles fotovoltaicos en el desierto de Arizona, que, como de pronto, la modernidad, y la vanguardia , una vez eliminado el papanatismo, parece que radica en la implantación de los paneles solares en lo de la Encarnación, y ahora los alemanes se hacen cruces para encontrar un lugar donde sujetar toda la nanotecnología que tiene que sujetar la madera, para contentar este postrer capricho, que tan buenos resultados reconoce hasta el mismísimo Barak, y no lo barak.
Sevilla a 3 de Julio de 2010
Francisco Rodríguez Estévez
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