miércoles, 20 de octubre de 2010

Hacia el futuro, ese gran desconocido

37 años y 67 días

Si tal como la precipitación apareciera de pronto(una vez que Sacyr ponga en marcha el contador de los 413 euros)y la bulla nos lleva a tener que abrir las puertas con las grúas sobrevolando el aparatoso andamiaje hasta un día inauguralmente propicio como pueda ser el de la Constitución,la provisionalidad cumplirá los 37 años,(9 de ellos bisiesto)mas 67 días. Pues, a pesar de la alegría que puede suponer abandonar ese bidonville de chapas, donde los supervivientes cumpliremos catorce mil cuatrocientos setenta y nueve días, todo queda emborronado por culpa del destino. Destino en el que nos han metido, si o si,por prepotencia de unos, y laxitud de otros. Dos bandas para una dura negociación.
Cierto que el futuro siempre es desconocido, pero se pueden hacer previsiones. No conviene dejar nada al azar, ni esperar que actue la suerte,ni confiar en la "flor", en especial cuando las cuentas, por inciertas, tienen resultados imprevisibles, más cuando,(acaso sea por el color de pollo de “simago”que le han puesto)aquello tiene su mijita de mala espina.
Durante muchos años con "síndrome del salmón", que siempre tiene que ir contra corriente, intentaba evitar este final sin suerte,pero es que no hubo forma de cambiar aquello que, no se si comercialmente lamentaremos, pues eso queda en manos del tiempo. Pero peor era saber que, después de lo de la Encarnación, cualquier cosa podría valer.
Por suerte, este grave y costoso error perpetrado en el centro de la ciudad, ha generado que se disponga de una ordenanza para que en el futuro no vuelva ha suceder nada parecido, pero a lo de la Encarnación, le llegó tarde.
Todo hubiera cambiado hace cuatro años y cuatro meses,si en Junio de 2006, no hubiera aparecido la trampa en las elecciones de los placeros,donde una votación irregular facilitó que, por un solo voto, con toda seguridad de quien no era ni socio,donde todo vale,permitió que todo siguiera igual,se diría que peor, pues en ningún momento,se quiso contar para nada con la opinión de los socios, es mas en ningún momento de los últimos años estos fueron consultados, ni minimamente informados alrespecto. Cierto que aquello no parecia que fuera cosa que preocupara a los placeros, siempre ocupados en otros asuntos.
Cuando Metropol-Parasol,(en 2005), estaba sujeto al Reglamento de Mercado, bastaba ver que el propio diseño de los puestos, cosa mas fea no las he visto, y la anchura de los viales, mínimo de 5 metros,era suficiente para intuir que o se pasaba el reglamento por debajo del parasol, o se cambiaba el reglamento.
Como era de temr se decide lo segundo, y justo en Agosto de 2009,entra en vigor la nueva ordenanza que lo permite, al no establecer las medidas de los viales,a diferencia de cuando el proyecto, que es de 2005, y previsto acabarlo, por concurso de adjudicación,en Junio de 2007. La demora, hizo ganar tiempo para las estrategias, ademas de inventar el pegamento.
Esta nueva ordenanza, mordaza intervencionista, que en nada mejora el anterior reglamento,no hace mas que trabar, y trabar el uso, y la costumbre, es mas, como ejemplo, en el capitulo de las licencias el galimatías solo crea motivos sancionables, y para nada favorece la ilusión para la competitividad.
Mientras,la directiva de los placeros, enfrascadas en setas, ni se les pasaba por la imaginación las consecuencias que, a la llegada del nuevo mercado, estas ordenanzas pudieran tener,cuando las limitaciones tan “leoninas”,como el contrato Sacyr,que nadie quería firmar, y que nos pondrán a “cardo”, como el Alcalde llama al recorrido "peatonal de ruinas", que bajo el Parasol perdió el “METRO-pol” por los 50 metros, pero de margas, y usted que lo vea.
Vamos a eso que llaman mercado, que, por destartalado parece imposible que hubiera tenido el visto bueno de los caducados representantes de los placeros. Lo hacemos con la intencion de remar como un galeote encadenado a su remo, para que la nave no zozobre, y encuentre los buenos vientos, con la esperanza de que mientras dure la travesia, al menos que el casco no haga aguas, pues perdidas las fuerzas con la automutilación infame de cambiar puestos por espacios, reduciendolos en su numero con el jibarismo acostumbrado, con lo bien que hubieran venido,los cincuenta previstos de las bases, para reducir los costos, y aumentando el espacio de los destartalados puestos con lo caro que nos va ha resultar a la hora de los impuestos.
Pero para ahorro, el energetico, que de colocarse las fotovoltaica obligatorias,se podrian instalar en el alumbrado de Navidad, las bombillas de toda la vida.
En fin, siempre estamos en otras manos, y lo mejor será este Adviento (la llegada),como siempre ponernos, ante el futuro, en manos de la Encarnacion.
Sevilla a 20 de Octubre de 2010
Francisco Rodriguez Estevez

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