sábado, 23 de octubre de 2010

Abrir y pagar, solo hay que empezar

Para empezar

Con toda seguridad lo de la Encarnación no estará acabado para Diciembre, aunque lo asevere el Alcalde, ni tendrá penalizaciones la demora, ni se encontraran las responsabilidades.
Por el momento, lo único cierto es, que sin estar aquello terminado, ni pueda estarlo en la fecha que se desea, los vendedores del “mercado amarillo” tienen firmado con la constructora concesionaria adjudicataria Sacyr, el documento para que puedan empezar a cobrar en Diciembre, y poco importa si las condiciones de abrir aquello fueran, o no, las deseables, aunque no se alcancen las optimas.
Asusta, y no poco, tener que empezar aquello, viendo los andamiajes y las gruas transportando las piezas del puzzle que forman el enorme maderamem sobrevolando las entradas. Cuesta imaginar, en las pésimas que se presumen, como podría ser la afluencia tranquila de los clientes, cuando, justo en la proximidad de la puerta Este, se acaba de instalar una nueva grúa, sobre una enorme base de hormigón que apenas permite un paso, algo inferior a un metro de anchura.
La puerta Sur, que en la actualidad esta bloqueada, evidentemente permanecerá cerrada al menos, hasta que se revista de madera el puente de las setas cinco a la seis. Puente que definitivamente no puede ser visitado en caprichoso e inútil paseo tal como estaba previsto en el premiado proyecto, calificado de potente, transgresor, e incluso de papanatismo, y la puerta Oeste, la que se abre a la calle cubierta, calle comercial donde, como prolongación de una quinta avenida de Nueva York ofrecerán sus exclusivos productos las primeras firmas de nivel mundial, pues, con toda seguridad deberá de permanecer cerrada hasta que se retiren los andamios.
Todo hace indicar, que para ir acabando, se acometerá con urgencia el ensolado que falta en la esquina Noreste de la plaza, justo en el rincón de Regina a Alcázares, el ángulo que se encuentra delante del mercado provisional, al objeto de completarla, y todo hace temer, ante esta circunstancia, posiblemente planeada para forzar la desocupación que le ponga el final a tanto a la provisionalidad, como al enlosado definitivamente, por lo que, para empezar, entre las vallas y las obras, se desconoce que extraño recorrido tendrán que realizar los fieles clientes, y los curiosos visitantes, para acceder al nuevo emplazamiento, y encontrar la puerta disponible, cuando al parecer nadie se pregunta si no sería mejor esperar que todo se acabara para empezar, y aunque no le instalen las obligatorias células fotovoltaicas, obligar a parar el contador del contrato,cuando menos hasta la fecha de inicio, que, aunque tampoco tenga parada los autobuses que acerquen a los clientes, pero al menos que se pueda abrir, naturalmente, con garantías. (Pero no será fácil convencer a los placeros, aunque les llame comerciantes)
Sevilla a 23 de Octubre de 2010
Francisco Rodríguez

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