De júbilo
Es lo que de siempre ha tenido este misterio de lo de la Encarnación, que parece enigma, y cuando no, criptograma, a esta rata quien la mata.
La noticia de la entrega de llaves, se recibe dejando las tristezas verduleras del costoso sin vivir, en la caja de botellines, para calificarla como el día más feliz de la vida, lo que son las cosas. Es lo que va de 680 euros mas IVA a 413,IVA incluido,minimo 267 euros, lo que supone un cambio de tristezas a toda la felicidad de la vida. Leer estas cosas que se dicen, enseñando los dientes sin tener que subir los tomates, y con la virtud de negar al que pide, aunque sea de vicio, que por oidas,solo pueden ser dichas en la euforia de la alcachofa, es algo como que entristece tanto como la nana de las cebollas
Se piensa, de forma generalizada, en la jornada de jubilo, en la que dieron oficialmente fecha de llaves para el 18 del presente, que esta ha sido la jornada en la que se que puso fin, siendo principio.
Por eso en lo de la Encarnación, en la que nada es lo que parece, todo puede llevar a nuevos engaños, incluso inaugurales, Dios no lo permita, y los que se piensan ganadores permanecen ignorando que perdieron irremisiblemente, aunque hubiera sido la oportunidad de dar su fútil opinión, y sin embargo aquellos que temieron perder, por mas que fuera a los compañeros de camino, lo mismo ganaron, aunque fuera en sus convicciones.
El lamento, cosa propia del tango, ya no sirve. La alegría ha desbordado todos los pronósticos, y lo ocurrido, fue algo previsible por que se ha consentido sin la menor reflexión, algo que se pudo evitar con sobrados argumentos, y que con otros, fuera aplaudido.
Que diferente hubiera sido todo de haber actuado de forma distinta, con otros intereses mas altruista, con otras ideas, con espíritu cooperativo, con otra preparación, con otros fundamentos, con otra opinión, con mas rigor, con mas participación, con otro argumentos, con otras maneras, con otro estilo, con mas conocimiento, con menos ataduras, con mas ganas, de otra manera de como se ha obrado.
El tiempo dará y quitara razón, incluso la Justicia, pero hoy, en la jornada jubilosa, las cuentas estarán en otras cabezas.
Sevilla a 9 de Octubre de 2010
Francisco Rodríguez
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