viernes, 8 de octubre de 2010

Reunion urgente a las tres

Top secret

Nadie sabía nada de nada, pero se sabía todo. Era un secreto a voces que las tres bandas planeaban dar el golpe. Banda azul. Tras la reunión algo ha sido desvelado y del misterio de lo de la Encarnación se sabe que, como siempre, acabará en la madera.
Definitivamente pronto va a conocerse todo, incluso el sórdido trasfondo, y hasta es posible que se caiga en la cuenta de que las cifras sufrieron un baile, y lo que era imposible, como la madera, ha bastado nuevamente con la calidad demostrada en tantas ocasiones que, en un plis plas nos resuelve el entuerto, y, desde la base de la aportación económica con el dinero que no es de nadie, lo mismo pega, “lo impegable”, y el que venga atrás que arree, que nos la vuelve a pegar, con la pega de los grandes descuentos, donde queda menos que pagar en las semanas fantásticas que todavía quedan por liquidación de existencias.
Nadie dice lo que no sabe, pero, en esto de los números rojos de la Encarnación,donde todo está aun sin concretarse ya se tiene un valor aproximado, y si por azar resulta, que no es una mala cuenta, lo mismo sirven.
El caso es que en la negociación actúan las tres bandas, la de los promotores, con un presupuesto disparado con un “Kalashnikov”, que sin hacer blanco rezuma sangre. La de los constructores, con fallos trampas, y penalizaciones de perpetua, amnistiados in extremis de responsabilidades que nunca llegaran a descubrirse. La de los damnificados, automutilados en la ignorancia supina de defender intereses ajenos, para quedar jibarizados en su propio destino. Tres bandas, para un gran golpe, golpe de efecto donde la cabala está en hacer números imposibles, como la madera, números inexistentes de cuentas por hacer, tal como un experimento con gaseosa que puede tener ignotas consecuencias a nada que estos se constaten en números contables, y no tengamos la calidad a mano para resolver esta conjetura que nadie en muchos años llegará a entender.
No hay vuelta atrás, serán nuevamente damnificados por cuantos años puedan resistir, y sin plazos que pongan fin a la nueva provisionalidad, por que esas son las cuentas que no se hacen, pues cuando todos pensaban que se resolvería en tres años máximo, fueron algo mas de 37 .
Las nuevas manos en las que queda todo busca el justo lucro mercantil, pero mal hace dando números a la baja, por muy mal que le vaya en el Ibex, si la estrategia es tal como cuando la adjudicación, para ir creciendo en sumas imposibles, y a poco, cuando ponga modificados con los números reales, especialmente para compensar las perdidas que desde hace tiempo le marca una bolsa despiadada con las gestiones que no ajustan bien los cálculos desde el principio. Pues lo mismo ya no está quien lo resuelva.
Sevilla a 8 de Octubre de 2010

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