lunes, 29 de septiembre de 2014

San Miguel
Tal día como este de obsoleta feria y santoral compartido por arcángeles, hoy hace quince años, el director de un periódico tuvo a bien  publicarme una carta en la que hacía alusión a la situación de lo de la Encarnación que ya llevaba 26 años sin solución.  Fue mi primera carta. Aquello fue como algo que insuflo el interés en los placeros que empezaban a languidecer. Ahora con más de tres mil escritas, mil setecientas colgadas en un blog, y poco mas de mil publicadas en los medios, amén de varias intervenciones tanto en radio como en televisión, y una amplia participación en la televisión local, apenas levanta en minimo interés en el reservorio de placeros que permanecen callados cuando tendrían motivos suficientes como para decir algo, pero como pensar lo imposible si ni tan siquiera saben defender sus interese como imaginar que lea un blog. Demasiado.
Como pueden imaginar cuando aparecieron los mail, este sistema me permitió llegar a más personas, y era evidente que lo de la Encarnación en la actualidad apenas genera el más mínimo interés a la dirección de los periódicos, como para publicarme una de las larguísimas cartas que ahora os envío, en la mayoría de las ocasiones ilustrándolas con algunas fotos.
Sin destinatario concreto, me conformo pensando que algunas de las 341 direcciones que forman mi directorio tenga a bien leerla, por más que sean cansinas y reiterantes, aunque en los últimos días estoy editando lo que escribí hace muchos años, y que por suerte las he encontrado en los disquetes que daba por perdidos.
Por lo tanto, aparte de los lectores que en más de una ocasión quedaran in albis, por lo mal que llego a explicarme, revelo a estos que perdonen ya que esto de escribir se ha convertido en una terapia, algo intimo que escribo “a los hombres del futuro” para que entienda si fuera posible, algo de lo que en la Encarnación vino a suceder, y de paso hago de esta costumbre de sobremesa un acto saludable para la memoria, por leerme y releerme y  de esa forma llegar a comprender el esfuerzo que hacéis  los lectores por intentar comprender lo que dejo escrito.
Tres lustros después, y con las nulas expectativas de la publicación en algún medio, os comento que en el mes de Febrero  me llego una carta del gabinete de alcaldía, en contestación a la enviada solicitando se cumpla la Ley de Accesibilidad, que tantas veces había reiterado, en la que pasan a informarme que la petición de la puerta, entenderéis que automática para cumplir la Ley, pues según se desprende de la lectura de las últimas líneas, se destaca que esta se encuentra en  vía de solución. Febrero de 2014.
Desde esa fecha vengo llamado con reiteración a cuantos números de teléfono corresponden, incluso me he personado en la mesa filtro de atención al ciudadano en una de las salas del ala izquierda del Ayuntamiento en planta baja, haciendo constar se me indique la fecha para el cafelito más tranquilo en el despacho del Alcalde para poder explicarle todo más tranquilo. Hoy también.
Se consuma que la comercializadora de la concesionaria tiene atribuciones que solo le pueden corresponder a la Delegación Municipal de Consumo, y se comprueba que la Delegación municipal de Consumo, hace dejación de sus responsabilidades dejando obrar a la concesionaria, y lo peor los representantes de los comerciantes, son aquello que el niño de la Pantoja le ha dicho a entrenador de futbol Guardiola. “Un hito pa ti”
Por más que la Delegación responsabilice de las deficiencias y demás actos que se incumplen, a la Concesionaria, mostrando junto con la propia debilidad en el asunto, la más lasa de todas las actitudes,  y por el contrario a la máxima responsabilidad de la Concesionaria, cuando me dice de viva voz, documento verbal, que no puede hacer nada, que todo esto es cosa de la Delegación de Consumo, pues ya se pueden calcular como será lo del cafelito en el despacho del Alcalde, y más tranquilo.                                                                                 No me lo imagino, pero si entiendo que insignificante es una Ordenanza Municipal de Mercados de Abastos y los contratos de concesión con los comerciantes, y la propia Cooperativa, para una empresa que  hace puentes, canales, túneles, hospitales, diques, palacios de Justicias, y setas, y lo que le venga en gana, por lo que cambiar la especie regulada por el mercado municipal, pescado por carne, haría falta más que un juez para evitarselo.

Sevilla a 29 de Septiembre de 2014                                                                                                              Francisco Rodríguez Estévez

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