Parece como si facebook no dejara de preguntarme y nada
pudiera ser imaginable para llegar a contarse, pues sería como si en su regreso
a Itaca, ya pensaría Ulises, que todos
los sucesos que le acontecieron darían para una historia.
Pudiera ser, que esto llegara con el tiempo a entenderse,
pues serian muchas lecturas, tal que algo así,
como en de Joyce si la compresión
del lector llegara a tiempo entender a Leopoldo y comer riñones de cordero .
Vendría a ser, si pudiera a través de la palabra escrita,
describir lo que llegaría a sentir Gregorio
Samsa, al punto de eclosionar de su ooteca en blatella germánica.
Nada seria comparable si escribo como, pero no el cómo de
una puerta automática que por más que se
resistan acabaran instalándola, es aún peor, se trata de la desventura que
causa el infructuosos intento de poder
llegar a traspasar un puesto en lo de las setas, y ríanse de la Odisea, comprenderán al dublinés, y lo de la
metamorfosis les parecerá, un cuento de Calleja.
Para cuatro años advirtiendo que la omisión de la puerta, omisión
de la Ley, para nada le importa ni a la responsabilidad, en este caso dos, ni a
la oposición, otras dos, y para nada ni a clientes, ni a vendedores, lo cual demuestra
la laxitud imperante.
Cuatro años intentado llegar a la dorada orilla, y desde el carajo solo se vislumbran acantilados golpeados por las fuerzas traicioneras de las negras aguas.
Cuatro años intentado llegar a la dorada orilla, y desde el carajo solo se vislumbran acantilados golpeados por las fuerzas traicioneras de las negras aguas.
Cuatro años tratando de explicar lo que es una licencia de
venta en plaza municipal de abastos, cuatro años buscando a interesados con
disponibilidad económica para un deseado traspaso, y con el mayor interés en implantar sus productos en un
lugar singular, lleno de errores, del que tenía que hacer bondades. Un lugar que en su
estructura aparecen demasiadas mordidas que hacen que la odisea sea un continuo
juego de la oca, a oca y tiro por qué me toca.
Cumplimentar la inclusión en Comerciantes del mercado de la Encarnación,
con su partida estatutaria y demás requisitos, para empezar, la preparación del
documento de cesión y la enorme mordida del Excmo. Ayuntamiento, y la posterior comunicación
a la Concesionaria, no parecía ser cosa fácil, mas cuando las partidas se
incrementan con gastos mensuales que en el triunvirato lo colocan en más de 700
euros mensuales, y con los impuestos, energéticos, fungibles, cuota a la seguridad social como autónomo y mínimo
sueldo, la cosa alcanza cotas que hacen imposible llegar a encontrar el
sustituto que pueda evitar que un nuevo puesto pueda caer en las garras de
Sacyr, y van tres, y otros tres apuntan el mismo destino que acabaran de no cambiar la cosa la totalidad de los placeros como ya vaticinaba el prestigioso periodista hace para cuatro años..
Era evidente que el contrato que se "obligaba" a firmar a los placeros, , y la falta de tutela de la Administración
dejaba esta plaza municipal de abastos, laberinto con Minotauro, entregada a su suerte. La concesionaria.
El punto se complementa que tiene la facultad de asumir con
alquileres a la baja, tareas propias de la propia Delegación, que mirando hacia
otro lado permite que se puedan cambiar las especies de los puestos, cuando
existe un más que suficiente servicio, de tal suerte que devalúa toda
posibilidad de llevar a cabo el justo
traspaso.
De igual manera, en su manifiesta despreocupación, ni mira si aquello dispone de cuarto de laboratorio
para el veterinario, oficina municipal, y despacho de dirección, según se
dispone en el capítulo II, artículo 10, del Reglamento de Mercado vigente en el
tiempo de ejecución de este bajo setas, y por lo tanto, sujeto al mismo, tal como las dimensiones del viario
etc. Vágatelas donde hay leyes que ni se cumplen, ¿Qué puede importar un
reglamento municipal, o un PGOU, quien dice de encontrar responsabilidades a estas
fechas.
Para mayor despropósito
consentido, el de la empresa que coloca su oficina en una habitáculo de terminaciones multifuncionales, eléctricas y distintos relej
de automatismos y seguridad, lo cual puede ser lugar inadecuado, acaso no permitido y sin duda puede resultar peligroso, y la administración como que ni se inmuta, y en lugar de pasar la disposición de este local que alquila aleatoriamente para
la distorsión del equilibrio, ese que ya llevo eliminar hasta quince puestos de carnicerías del
anterior mercado provisional, mientras la concesionaria, alegremente, dispone a alquilarlo cuando lo conveniente seria que
lo ocupara como oficina y posiblemente estaríamos más tranquilo.
Sevilla a 23 de septiembre de 2014
Francisco Rodríguez Estévez
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