jueves, 18 de septiembre de 2014

No digan, que fue un sueño

A nadie dejará indiferente este emblemático edificio, del nuevo mercado de la Encarnación, financiado totalmente por las administraciones públicas, donde volvemos a admirar la serena belleza de la Pomona.
Si tenemos suerte,  será para el 2008, cuando los participantes del XXIII Congreso Mundial de Arquitectura podrían admirarlo. Total seis años, para tal evento, el tiempo corre.
No fue nada fácil para el Jurado internacional, competente y de prestigio, seleccionar este extraordinario edificio de entre todos los proyectos presentados en concurso internacional.
Pero ahí está, una vez acabado, impresionando a todos en su primera mirada y asombrando en sus múltiples detalles, y primores.
En el interior, el titanio y el mármol, se mezclan con la fundición y la cerámica, sus sugestivos y relevantes frescos ornamentales, brillan más si cabe con los contrastes lumínicos del Sol, a través de lucernarios, vidrieras, y ventanales, que actúan automáticamente como reguladores térmicos naturales.
A nadie dejará indiferente este emblemático edificio, financiado totalmente por las administraciones públicas, donde volvemos a admirar la serena belleza de la Pomona, felizmente rescatada del escondite de los secuestradores.
En los espacios ordenados de su alrededor se integraron las recoletas placitas adyacentes. Una plástica combinación floral de magnolios y naranjos perfuman y sombrean el pavimento de delicado diseño geométrico, en una perfecta combinación de color.
Fuentes con surtidores de líneas vanguardistas provistas de elementos móviles, la clepsidra central marca el paso del tiempo.
Las impresionantes esculturas, dan a este entorno ese tono amable de la zona, cosmopolita y autóctono, sevillano y universal, donde la fuente original, totalmente restaurada, tras su decapitada y seca fase de abandono, recordará a todos su pasado.
En la primera planta sótano, un moderno aparcamiento permite a vecinos y usuarios acceder con facilidad a su disfrute. En la segunda planta sótano, unida a la estación del metro, con salida independiente al exterior, dispone de una zona de servicios, tiendas de recuerdos, sala de exposiciones, e incluso la posibilidad de ubicar alguna dependencia municipal, a modo de centro cívico,  y por último, en el tercer sótano el centro de interpretación de la Hispalis encontrada, cripta museística de todo la apasionante historia del solar.
Por favor, no digan que fue un sueño, pues aún faltan seis años si se logra que en Berlín nos adjudiquen el evento.

Sevilla a 14 de Abril de 2002

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