Si hoy es viernes, van 34
Hoy la sincronización con el despertador ha sido total, pues sonó justo en el instante que me despertaba,
que en este tiempo sigue siendo temprano.
No cabía mas demoras que las lógicas actuaciones
que se requieren para ponerse en marcha.
Sigue este tiempo nublado en el cielo
azul pavo, que es de vestido de toreros, con los matices oscuros que aun retiene
la noche.
El trayecto me lleva un paso alegre sin llegar a ser “magnis itineribus”,
una caminata al pasado por adoquines de Gerena en su mayor parte del recorrido.
Calles con calzada de la Sevilla de ayer que recuperó mi amigo Javier en su
tiempo responsable.
No crean, que esa pavimentación sería en su tiempo, aparte de la novedad,
algo deseado para que ya no fuera polvo y charcos de tierra, de las vías desgastadas
del trazado de la colonia y el tortuoso laberinto de Isbilya.
Solo cabe pensar que
tipo de calzado usaban cuando adoquinaron las calles de entonces, por suerte el
que llevo es cómodo y permite la pisada irregular de los salientes y mordidas
que tiene el granito y las desgastadas llagas de las uniones del empiedres. Un lujo para conservar.
No llevo prisa, y menos volverme a topar con las
deficiencias de una modernidad que se llevo tanta Sevilla, como costos a tutiplén de setas,
y que sigue siendo como bien dijo un gran arquitecto de categoría internacional,
fruto del papanatismo.
Si hoy es Viernes, como el criado de Robinson, por más que
fuera libre, nosotros seguimos confinados. Nada que aportar en el escaso
trabajo, bajo mascarilla de quirófano, cuando la clientela acude a última hora,
acaso con los mismos miedos que todo esto nos hace sentir, pero es que el temor también
lo produce el futuro incierto.
De regreso el tiempo también es incierto lleno
de cumulonimbos, que amenaza agua y de repente el Sol irradia su luz.
Ahora llevo prisa, me detengo en una panadería que por
suerte hoy no hay nadie en la cola que se forma en la calle, el técnico de la
lavadora me dijo que estaría sobre las tres. Mi gozo en un pozo, el Wapsap me
informa que no ha encontrado la correa. Ni sé que pensar.
He almorzado rápido pez
espada con gambitas, ensalada de remolacha, pera conferencia, vino de
Valdepeñas, pan integral, una meloja, y la infusión de saludos al Sol, es una
mezcla de plantas en base a la canela
regaliz y cardamomo entre otras. Está buena.
Ayer vimos un documental sobre grandes edificios en la
historia, me gustó mucho.
El técnico me ha chafado lo que tenía pensado hacer, que
era lavar y lavar, y volver a lavar. No podrá ser hasta el lunes.
Cuando venía de regreso pensaba
en lo de los aplausos, y siendo cierto que se arriesgan todos , y que muchos sanitarios junto con el personal auxiliar de gran importancia en una hospitalización que requiere
extremar los cuidados, han sido infectados y cuando peor han fallecidos, como que no me dejaba de la cabeza el pensar en cuantos no
fueron atendidos...... por la edad, cosa que parece que en algunos momentos alguien decidió
a quien conectar el respirador, si al joven o al viejo.
No espero a que suenen las palmas, voy a recoger la ropa que
tenía prevista para lavar, y recogeremos
la casa. Esta primavera está siendo triste, en especial este Abril que tanto celebra mi familia.
Que frágil es la vida, que corta, cuando se acaba con la mitad de mister
Moore.
Casi un millar de marines del portaviones USA, en alta mar, están
contagiados de esta pandemia.
El viejo carnicero, posiblemente octogenario de los de
entonces, al menos en apariencia, del sábado siempre decía “ Sábado, sabadete”.
En la plaza municipal de abastos de la Encarnacion
donde estuvo trabajando toda su vida, ya nadie le recuerda.
Sevilla a 17 de Abril de 2020
Francisco Rodríguez
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