Cuento de primavera 20 días(En principio superados) P.8
El Domingo de Ramos se nos presenta raro, siendo un día único,
este resultara tan distinto que nunca lo olvidaremos. Mi despertador tiene la
hora fijada, va con retraso al que me marca mi organismo en la costumbre.
Ya nada me hace retenerme en la cama, un poco de café y me
dispongo al lavado a mano de la ropa blanca, pues de cuando las medidas se averió
la lavadora, llevará algún tiempo en el ojo con detergente.
Limpiar toda la
casa con un producto específico para la desinfección me lleva al tiempo de ducharme y preparar el desayuno de tostada con
aceite de oliva y café solo endulzado con miel. En la calle suenan tambores.
Como cada año estreno ropa interior y calcetines. Y unos vaqueros que me compre en la rebajas.
Algún vecino da los
buenos días a tiempo de banda de cornetas y tambores, existen tantas que
desconozco el titulo de la interpretación, seguro que existe algún cofradita
hartible, que en los primeros compases reconozca quienes tocan.
Arreglo la cocina y pongo en orden algunos papeles, enciendo la
televisión, en el Vaticano el Papa celebra una misa casi solo, el móvil no ceja
de mandarme mensajes de wapsap, y facebook sigue dando opiniones que algunas
asustan.
Solo queda esperar. Creo que almorzaré temprano.
A la una empiezo a
pensar el menú a componer con todos los pequeños taper que hay en congelador, y
la variedad de latitas y frascos
que pueden elaborar esta comida sin
prisas, no salen cofradías. El pan se descongela, en un pequeño papel encuentro
varios trocitos de carne de cerdo ibérico, eran de pedacitos retirados de
varios solomillos desechados, ajo seco en trocitos, sal, pimienta y perejil
seco en aceite frio hasta que se doren,
el segundo serán rabas rebozadas, con limón ecológico que cogimos en el
campito hace un mes , la ensalada de remolacha roja lleva un crujiente de
anacardos fritos, el vino valdepeñas reserva medio vaso, de postre platano y
chocolate con sal, e infusión de rosas .
Como de toda la vida he guardado mínimo dos horas la digestión, pasadas en el tiempo, me levanto para
ver la televisión, siempre que puedo
para ver documentales, este es de alienígenas.
Preparo un café solo, y para
ocupar tanta pereza solo cabe mas higiene, afeitado
con espuma y cuchillas nuevas, cepillado de dientes y enjuague bucal con clorixidina. Para el pelo, ya en la ducha templadita, un champu de kherzo, y en la esponja marina
el gel de avena para pieles tópicas, bien secado.
Un te matcha, me espera cuando me pongo a escribir este
trozo de cuento de un Domingo de Ramos que no podremos olvidar. Debería estar sentado en la silla junto a mi
hermano y sus nietos pidiendo caramelos y volver a ver los pasos, como cada año
tan distintos.
Me envía un video y es Amarguras
un documental precioso, otro mensaje es una cruz de palma me la envía mi
cuñado, Pili, cuñada no hay más que una, me envía otro. Es lo que tiene la confinación,
nos hace tener proyectos para cuando se acabe.
Dentro de pocos minutos volverán los aplausos y creo que
tampoco abriré el balcón que domina el naranjo, cuando está moviendo sus hojas
con algo más fuerza que una leve mecida, la CANDELERIA de la Amargura pienso que costará mucho al PABILERO Y encendedor mantener la cerería encendida con la llama PRENDIDA del pabilo de su caña.
Suenan los aplausos. Gracia y Esperanza estarían en
la campana. La cena será salmorejo con jamon ibérico, omelette, vino de
valdepeñas reserva, pan de cristal de espelta, fresas, chocolate con sal , e infusión de hinojos.
Largo domingo. Largo día para todos, mas para cuantos
esperan la recuperación.
El aplauso de hoy ha sido pequeño casi inaudible,
acaso el viento se lleva su sonido. Buscaré una película, haciendo tiempo para no
acostarme tan temprano. Mañana posiblemente vaya a trabajar por más que me dé
cierto reparo salir con las noticias que hoy he tratado de no escuchar. Mañana
decidiré salir, el confinamiento, se hace largo.
Con retraso se escuchan tenues
palmas.
Sevilla a 5 de Abril de 2020
Francisco Rodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario