En el ecuador
Estando en el confinamiento se hacía difícil, pero ya
estamos en el ecuador, justo en la mitad de la semana de feria, en la jornada
que pudo ser la del día grande de la feria de Abril de Sevilla en su versión “espadas
“,que antes era el sábado.
El virólogo Simon,
que después del contagio le crecieron las cejas y le quedó la voz rozada,
explica lo de la curva descendente y el estado meseta alcanzado con el confinamiento, que puede tener pasos atrás en la desescalada pues aun no se sabe si se llego al
ecuador de algo que no se tiene referencias de cuando acaba, aunque el cómo ya tiene un vaticinio negativo.

En el ecuador de una crisis
los números no salen ni tan siquiera en la cuenta B. Abrir un establecimiento
con todos los costos para rendir solo en un tercio evidencia que en el primer
día la jornada no es precisamente de día grande, pues los números rojos ya
indican que la curva descendente, llamada perdidas, es siempre dolorosas, y no resistirían
ni una cuarentena prorrogable. Plan para la transición hacia una nueva normalidad",
Los grandes del sector, ya han protestado, y los pequeños
solo piensan en si lo conseguirán, o cerraran, he ahí el dilema.
Hoy me han
pedido que realice una grabación acerca de la plaza de municipal de abastos de
la Encarnación y los efectos de la situación
respectos a las ventas, ni que decir tiene que la venta es la consecuencia de
la cantidad de personas que pueden acceder a realizar las compras, y la verdad no vienen muchas.
Pues ni el metro, con su estación “metropol”,
ni sus aparcamientos periféricos, ni la ordenación del tráfico, ni emporio de
riquezas, ni locomotora del sector, ni sinergia del comercio, ni el túnel es, ni
por asomo la Vª Avenida de Nueva York, y lo de la Encarnacion, plaza municipal
de abastos ha quedado en lo que es, pues de la mentira solo fructifica el
engaño.
Así en todo orden de cosas, por lo que lo de la Encarnacion solo es
ejemplo, un ejemplo del embuste de la clase política, sea cual sea el interés que
les lleve, un ejemplo de docilidad e ingenuidad por cuantos resultaron negativamente
afectados.
Ya me pasaran el documental.
Escucho las noticias a través del móvil, en Madrid se ha triplicado, acaso por la salida de los niños, el número
de contagiados y el de fallecidos, pasitos “pa tras”, a la salida de mi trabajo un pequeño no
más de tres años se agarra al pantalón de mi pierna, cuando viene corriendo, su
madre va atenta tras él, y me pide disculpas innecesarias pero de educación, el niño
tenía las manitas manchadas de fresa, y me dejo, una insignificante marca. Le
acaricio el pelo y su madre lo cogió de la mano y doblaron hacia la derecha.
Lo que son las cosas, el susto impropio, pues solo había tocado
levemente la cabecita del chinito, y me vinieron todas las urgencias para
lavarme las manos. Todo el trayecto de vuelta, y diría que con urgencias por
llegar a mi casa y enjabonarme las manos.
Ha pasado la hora de los aplausos y no los he escuchado,
mañana vuelven a llevar a cabo las aplicaciones de fumigar la plaza municipal de abastos de la Encarnacion, con según dice la comunicación, un agente químico muy potente por lo que volveremos a retirar todas las mercancías
para que queden a salvo de la toxicidad empleada.
En una playa del litoral
andaluz también se le ha ocurrido a alguien aplica lejía en las arenas. Con
estas cosas me da que pensar que el
ecuador sigue estando lejos.
Sevilla a 29 de Abril de 2020
Francisco Rodriguez
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