martes, 7 de abril de 2020


Mercado de la Encarnación - Plaza de abastos, carnes, frutas y ...


Cuento de primavera 20 DIAS. (NI SE SABE) pag-10

Debería de haber hecho caso a mi primera idea y quedarme en casa, durante esta Semana Santa. Si la actividad de ayer me hacía presagiar que había acertado al acudir al trabajo, la mañana de este Martes Santo, que sigue nublado, fue decepcionante.
Había pensado terminar las existencias perecederas y que fuera el próximo lunes recepcionar la nueva mercancía, sin que ello significara que acudiría mas público. Demasiado temprano, y en la calle ni un alma, está todo tan oscuro que apenas hay cantos de los pájaros, esos que despiertan en cuanto aparezca la primera claridad del amanecer. La caminata es  el inicio diario para subir la persiana del pequeño negocio alimentario. En lo de las setas.
la plaza municipal de abastos va recibiendo a los vendedores desde muy temprano pues la preparación y colocación de las distintas mercancías requiere su tiempo. Es un tiempo de silencio. Todos en su tarea, una nueva tarea después de cargar y descargar, esperando la tercera, la venta, y concluir, la cuarta tarea del día, guardando el excedente debidamente según lo requiere cada producto, para llevar a cabo la limpieza y el cierre.
Calles Vacías De Sevilla, España Foto de archivo - Imagen de ...
Tantas horas, tanto esfuerzo, tanto expuesto y no solo la mercancía, tanta ilusion, soportando estoico la máscara higiénica tal que fuera un intervención quirúrgica, y resulto ser que la ausencia de publico chafó este segundo día de realizar una buena venta , que resulto ser una salida penitencial.
 Un trabajo doble para no obtener resultados, así es esto. En tantas horas da para pensar en demasiadas cosas, cuando se está en un momento malo, pero bien malo y la carita que tiene no es buena. Como diría Mariano, que es cosa mala. Mala cosa.
Carnicero de autor en mercado anónimo
Debería de habérmelo pensado y no regresar tan pronto al confinamiento, pero que se hace en la calle salvo caminar por el Sol que este mediodía me acompaña en el recorrido aportando el calorcito en el cuerpo enfriado por una climatización en el laberinto de las setas que la calefacción obsoleta y deficiente obliga a no quitarte el jersey de lana, y abrigarte bien el cuello.

Cada vez  las tarde se hacen más rápidas, son casi las ochos y  apenas he puesto en orden algunos cajones donde hasta encontré la serendipia. 
Acaso el Martes Santo, fecha que le tengo un respeto adicional, donde la casualidad me llevo a lances inesperados en algunos de ellos que no me sorprende que nadie de la familia haya llamado hoy, como diaria aquel, “cada uno tiene lo suyo”.
Suenen los aplausos los imagino en sus casa asomados en los balcón para disfrute vespertino de los más pequeños en estos días que comprenderán cuando sean mayores. Pienso en los enfermos, y en los sufren padecimiento, que tal vez toquen las palmas sentados o en el sofá que les da zona de confort  durante muchas horas.
Los aplausos son más débiles, y  debe de hacer algo de viento cuando las hojas del naranjo muestran un tintineo  que va cogiendo fuerza. Aún queda el sonido  de un nuevo aplauso que va con retraso.
Superluna rosa abril: ¿qué es y cuándo se puede ver en 2020? La noche lleva indicios de que será fría. Mañana no querría salir tan temprano como hoy, pero mañana me gustaría poder ver la Luna Rosa,  una luna de parasceve, un  tanto especial.

Sevilla a 7 de ABRIL DE 2020
Francisco Rodriguez

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