domingo, 5 de mayo de 2013




Tras las chapas

 

Hace diez años, y sin duda, aquella comitiva ha sido, es, y será, la mas recordada por los años, así pasen cien, Fue cuando la santa, por el camino de vuelta de la Amargura, con la que comparte titularidad en la fraternidad de Cristo en el Silencio ante el desprecio, que en lo de la Encarnación, el operario seguía una jornada laboral que hubiera merecido el respeto de parar ante lo que estaba pasando al otro lado de las chapas.

Parecía como que los miles de ladrillos de tanta historia no tuvieran la menor importancia, cuando todo hacia presagiar  que el objetivo del gran aparcamiento dejaría convertida la plaza municipal, la de abastos, (que arrinconada en la provisionalidad contaba lustros de espera) poco menos que en una galería llamada comercial, en los sótanos de un espacio arbolado de macetones y con lamina de agua, según la caprichosa idea creada por ineptitud de los responsables y por la indolencia que los damnificados placeros tenían para el futuro de esta, a tenor de los aplausos.

Pero en el solar tras las chapas, el conductor de la maquinaria que molturaba los ladrillos del pasado aun no se había percatado que en el enorme socavón se iba a producir lo inesperado, y que por supuesto que hubiera podido ser que escuchara el Salve Regina que, en el dulce canto de novicias, se dejaba retumbar en aquel desolado   lugar, que antes también fuera convento de la Encarnación, cuando la excavadora vino a chocar con un murete  de sólidos ladrillos argamasados, y que en forma curva como de un ábside, en la estratigrafía de Roma descubría lo que podía ser la pieza salvadora (aun no se para quien) acaso para que la plaza no fuera sótano, tal vez para continuar unas excavaciones que ya tenían previsto la demolición total.
Una Iglesia del siglo I. Roma escondida, Hispalis encontrada.  Diez años pasaron desde ese día extraño y único para la Encarnación en la que al pasar la Santa para su  presidir en los altares catedralicios la primera misa, tras las chapas se obró el milagro y lo que en principio parecía ser iglesia, y luego resultó ser casa de mercader, al menos detuvo que los placeros fueran colocados en un hipogeo que les enterrara en la poca vida que pudieran resistir. Pero acaso lo que nadie pudo imaginar fue el resultado final, cuando se juntaron al alimon excavación, escarbacion, cimentación y construcción, y unas enormes vigas se incrustaron en el suelo de la mas invasiva de las cimentaciones llevaron gran parte de Roma a las escombreras, y de ahí, hasta el ultimo gancho que quedó enterrado con la demolición del mercado de la Encarnación, y empezó el proyecto imposible, lo de las modificaciones, la madera, el pegamento, la barreduela de cristal y la puerta inexistente. El milagro alemán.

Sevilla a 5 de Mayo de 2013                                      
Francisco Rodríguez Estévez
(En esto encontré este blog que aunque tiene algunos errores, me parece que deberiais de conocer) http://llauna.blogspot.com.es/2011/05/las-setas-venenosas-de-la-encarnacion.html

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