Desde Rusia

 

Me causa una moderada preocupación que a los rusos les pueda interesar lo que escribo sobre lo de la Encarnación, pero el contador de visitas los pone en cabeza duplicando a sus inmediatos seguidores, los canadienses.

No quisiera pensar que el blog fuera utilizado por el servicio de inteligencia como un modo de comunicarse, y quien quita que puedan ser algún grupo subversivo.

Es intrigante que tenga tantos rusos como lectores de un asunto que sucede a miles de kilómetros. Es difícil imaginar como pueden interpretar la actuación de los responsables, en esto de la Encarnación, cuando en lugar de  encontrar una solución  tan elemental como es la instalación de una puerta para cumplir con las Ley de Accesibilidad, no hacen mas dejar que pasen los días, inoperantes, y en un silencio que raya con el desconocimiento el desinterés o la falta de preparación.

Debe de ser que en Rusia pase igual, ya sea igual que lo mismo, y no dejen en la irresponsabilidad gobernante que se coloquen puertas para que estas sean entrada y salida, como son las puertas de toda la vida, por mas que la que en lo de la Encarnación esta tenga que ser automática para cumplir la Ley, cosa que no se si sucede en Rusia. Rusia es muy grande.

Debe de ser esto parte del misterio de la Encarnación, una vez desvelado los secretos de Fátima, que, como revelación de lo acaecido, con la apertura llevada a cabo en Rusia, que mas que puerta le llamaron glasnost, es decir, cristal, transparencia, lo que dejaba en evidencia la tozudez de cuantos se negaban la existencia de una puerta, que como la puerta inexistente en lo de la Encarnación, modificó la perversidad de la situación.

Sea lo que fuera, es de agradecer a los lectores de Rusia, spasiva, el esfuerzo que deben de realizar para entender lo de la puerta inexistente en lo de la Encarnación,  cuando por aquí ni lo intentan.

Sevilla a 14 de Mayo de 2013

Francisco Rodríguez Estévez