jueves, 9 de mayo de 2013

Desatoro

 

Si hubiera sido “desa vaca”, lo  mismo hubiera llegado la funcionaria con suma diligencia, pero no. Era desatoro, no por equivocación, si no por succión.

Tampoco era desatranco, que siendo tranco el umbral de la puerta, lo mismo que el paso rápido, el prefijo, evidentemente que no es una precaria situación laboral antes de alcanzar el contrato de seis meses, sino que sencillamente nos indica que eso es lo que hay,  por lo que “des”, aparte de que nunca da nada, pasa a interpretarse como “sin”.

Ejemplo, des-memoriado, que significa sin memoria, des-ocupado, sin ocupación, pero no conviene confundir desierto, como la calle desierta por donde no pasa nadie, salvo la funcionaria, que confunde el animal con el objeto.

Desde muy temprano, en la distancia ya  se podía oír en el silencio de las solitarias calles el estruendo del enorme camión succionando el atasco hebdomadario que evacua con las tuberías de goma, llevando a cabo el desatoro por presión de agua, de unas instalaciones a todas luces insuficientes a través de las pequeñas arquetas que se pueden  ver como deficientes.

En cada paso de aproximación se dejaba notar el nauseabundo olor que aquello, en pura lógica, produce y despide, En este caso des-pide, no es sin pedir, ni que al prefijo lo hayan puesto de patitas en la calle, sino que es lo que larga,  al punto de que penetra incluso por el doble cristal de la hermética barreduela, y no se sabe como en la terraza los clientes se toman el desayuno con esta aromatización, siempre acompañada del ruido de los motores y la expulsión de gases contaminantes. Por suerte la fuente bulto todavía no está operativa.

Cuatro horas, se llevó hoy la dura tarea, pues era casi media mañana cuando los dos trabajadores,  y el camión con bomba aspiradora incorporada, dejaban el lugar de las operaciones.

Ni que decir tiene que este quehacer, no parece ser advertido,  que le vamos a hacer, o cuando menos no turba para nada ni a vecinos, ni a clientes, ni a comerciantes, ni les cuento a los placeros, pues ni el ruido, ni los olores pasa de ser una despreocupación, es decir sin preocupación, mas allá de las de pagar los recibos de mantenimiento, las tasas municipales, y las cuotas corporativas, amen de los gatos fungibles, impuestos y seguridad social.

 Una simple cuenta de calculo estimativo, hace pensar, que por lo que puede incrementarse el costo que pueda tener el servicio de desatoro, desatranco, desatasco, desinfección, y desinsectación, con estos plazos de actuación tan continuados seguro que conforman una  gravosa partida.

La verdad es que, si no fuera por la peste que tengo que aguantar, no se por que me preocupa este asunto si se soluciona con un ambientador de pino. ¡Más madera!

Sevilla a 9 de Mayo de 2013

Francisco Rodríguez Estévez

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