Los tres monos
Tiene lo de la Encarnación micologica, más que monos en la cara, pero de los que ni ve, ni
oye, ni dice, pero que además de cara como que tiene su cruz, muy de cara, pero de muy malita cara, ya que no salio la cosa barata que digamos, por lo que si menos es más…..
imaginen la cara.
Me vino por la casualidad topar con una persona micofilia,
de esas a lo que esto de las setas como que les pone, pero no estuvo de mas que
le avisara que, a lo que me respecta, crean que no es igual pero que me da lo mismo,
y que ya, aparte de lo de la puerta (y si pudiera venir Ceres) las setas no es cosa que me obligue para nada en la
sentencia, y si eso tiene que soportarse como elemento arquitectónico, pues que
remedio, porque aparte de icono del
tiempo rosa, conviene recordar, que según se supo en el principio la cosa
moderna era para zarandear a los ciudadanos, de esta capital de naciones,(
frases tan desacertadas como ajenas) justo cuando el Doctor, desdiciéndose añadía lo del mimo a los pobrecitos placeros
que llevaban tantos años sufriendo.
Pero donde olvidamos, aquella de “que a partir de las setas
Sevilla volverá a estar en los mapas”, por suerte el autor no afirmó que fuera en el candelabro, pues
siempre nos quedaría la duda si era de pasopalio.
Decía, que aquella
persona, ensimismada por las fantasías de las sombras chinescas que las
cuadriculas de madera, al observarlas detenidamente, le producían chiribitas en
la materia gris, por lo que no tuve mas salida que confrontar, intentado
sacarle de su narcolepsia voluntaria, cuanto favorable podía observarse como
bondades en este micologico proyecto, y cuanto podríamos encontrar que no lo
fuera, teniendo como bondades el tenor del diccionario: Bondad. (Del latín
bonitas, bonitatis= Calidad de bueno. Buen mercado, buena construcción,
buenos materiales, buena distribución, buen precio, buen provecho.
Con este parámetro tendríamos
que iniciar de abajo arriba, o al revés, y decidir si la cimentación fue buena, o por el
contrario tuvo tantas modificaciones que se realizaron tres. Todas lo suficientemente
invasivas como para que media Hispalis fuera desokupada. Así, unidades por unidades
de obra se completarían los distintos niveles del conjunto y el funcionamiento
de la aplicación de los distintos usos, ya que si solo nos quedáramos con lo que le
puede resultar espectacular,( una cubierta que similares las hay hasta en el
desierto) pues mucho me temo que por cada bondad encontraríamos cien errores,
incluso puertas inexistentes, reglamentos vulnerados, leyes soslayadas, y otras
zarandajas, como lo de la sostenibilidad, el “planetarium”, e incluso el jardín
de trepadoras que crearían un microclima en la azotea de los eventos, por no
hacer sangre en lo de las escaleras y la contaminación visual del bien
protegido, ni comentar los materiales del pavimento o las fuentes bultos, tan
sevillanas.
Ni que decir tiene que no vino al encuentro, acaso mi micologico
ciudadano lo de mico peso más que lo lógico y decidió en este caso no ver, ni oír,
ni decir nada, puro mico.
Sevilla a 6 de Mayo de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
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