lunes, 6 de mayo de 2013


Los tres monos

 

Tiene lo de la Encarnación micologica, más que  monos en la cara, pero de los que ni ve, ni oye, ni dice, pero que además de cara como que tiene su cruz, muy de cara, pero de muy malita cara, ya que no salio la cosa barata que digamos, por lo que si menos es más….. imaginen la cara.

Me vino por la casualidad topar con una persona micofilia, de esas a lo que esto de las setas como que les pone, pero no estuvo de mas que le avisara que, a lo que me respecta, crean que no es igual pero que me da lo mismo, y que ya, aparte de lo de la puerta (y si pudiera venir Ceres) las setas  no es cosa que me obligue para nada en la sentencia, y si eso tiene que soportarse como elemento arquitectónico, pues que remedio,  porque aparte de icono del tiempo rosa,  conviene recordar,  que según se supo en el principio la cosa moderna era para zarandear a los ciudadanos, de esta capital de naciones,( frases tan desacertadas como ajenas) justo cuando el Doctor, desdiciéndose  añadía lo del mimo a los pobrecitos placeros que llevaban tantos años sufriendo.

Pero donde olvidamos, aquella de “que a partir de las setas Sevilla volverá a estar en los mapas”, por suerte el autor  no afirmó que fuera en el candelabro, pues siempre nos quedaría la duda si era de pasopalio.

Decía, que  aquella persona, ensimismada por las fantasías de las sombras chinescas que las cuadriculas de madera, al observarlas detenidamente, le producían chiribitas en la materia gris, por lo que no tuve mas salida que confrontar, intentado sacarle de su narcolepsia voluntaria, cuanto favorable podía observarse como bondades en este micologico proyecto, y cuanto podríamos encontrar que no lo fuera, teniendo como bondades el tenor del diccionario: Bondad. (Del latín bonitas, bonitatis= Calidad de bueno. Buen mercado, buena construcción, buenos materiales, buena distribución, buen precio, buen provecho.   

 Con este parámetro tendríamos que iniciar de abajo arriba, o al revés, y decidir  si la cimentación fue buena, o por el contrario tuvo tantas modificaciones que se realizaron tres. Todas lo suficientemente invasivas como para que media Hispalis fuera desokupada. Así, unidades por unidades de obra se completarían los distintos niveles del conjunto y el funcionamiento de la aplicación de los distintos  usos,  ya que si solo nos quedáramos con lo que le puede resultar espectacular,( una cubierta que similares las hay hasta en el desierto) pues mucho me temo que por cada bondad encontraríamos cien errores, incluso puertas inexistentes, reglamentos vulnerados, leyes soslayadas, y otras zarandajas, como lo de la sostenibilidad, el “planetarium”, e incluso el jardín de trepadoras que crearían un microclima en la azotea de los eventos, por no hacer sangre en lo de las escaleras y la contaminación visual del bien protegido, ni comentar los materiales del pavimento o las fuentes bultos, tan sevillanas.

Ni que decir tiene que no vino al encuentro, acaso mi micologico ciudadano lo de mico peso más que lo lógico y decidió en este caso no ver, ni oír, ni decir nada, puro mico.

Sevilla a 6 de Mayo de 2013

Francisco Rodríguez Estévez

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