Ofu que tontería
Con apariencia de hombre fortachón y rudo, su cara transmitía
que en su mente tenia menos edad, pero no menos inteligencia.
Había entrado en el laberinto de lo de la Encarnación , intentado
vender números para una dudosa rifa, de la que otros aprovechan el esfuerzo que
estas personas realizan para obtener algún dinero de una venta que solo se
lleva a efecto por que a los compradores no les importa para nada el juego, y
adquieren esos números pensando en lo gratificante que debe de resultar para
estos vendedores tan especiales sacar un dinerito.
Pasó de forma diligente, y encontró la decepción del vacío,
con la mitad de los puestos cerrados, y acaso la desorientación le llevó, tratando
de encontrar una salida, a tener que volver sobre sus pasos, para dando voces, llegar
hasta donde me encontraba para decirme su opinión ante la infructuosa búsqueda
de una puerta inexistente “Ofu, que tontería, la vuelta que hay que dar”.
La deficiencia de su mente, posiblemente infantil, le llevo
a descubrir, en pocos minutos, que a alguien con una supuesta inteligencia superior a la que el dispone, no
se había ocurrido poner una puerta donde debería de haberla colocado, para no
tener que dar esa vuelta que la tontería le ha llevado a tener que dar.
Esta persona con cuerpo de hombre fuerte , debe de padecer
un trastorno o una enfermedad mental,
pero eso no fue óbice para darse cuenta de que lo de la puerta es algo tan patente
que incluso el con sus pocas luces lo ha advertido, pero como podéis pensar,
este hombre no tiene responsabilidad, y aunque por ello seria irresponsable de
lo que sucede con la puerta, su aseveración con rotundidad responsable, ha
manifestado “Ofu, que tontería, la vuelta que hay que dar”, y los responsables
como que ni están, ni se le esperan. Y me pregunto ¿Que numero intentaran vender?
Sevilla a 29 de Mayo de 2013
Francisco Rodríguez Estévez
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