sábado, 4 de mayo de 2013

La palabra
(Figura de tamaño natural de una vaca en poliester, situada en elmercado de la Boqueria de Barcelona para delicia de pequeños y mayores) 

Se dice,  que causa pavor cuando el funcionariado se reviste de autoridad, y puede que sea cierto, que  en esos casos,  la palabra de la autoridad prevalece sobre la que pudiera expresar quien de esta potestad carece, pero como en todo, es de suponer que  hasta un punto, pues la tontería  evidentemente nunca puede ser norma, ni precepto, ni cumplimiento. Entonces, siempre es afán  de lucimiento.

Ocurre, que por mas que busco (diría que con mas tencidad que el publico la puerta inexistente)  en donde puede estar la falta que tan interesadamente encuentra la funcionaria, pues menos me parece que pueda existir, salvo que se halla alojado en su caprichosa mente.

Es un caso de los de hacérselo ver, pues confunde a la hembra del mamífero rumiante “Bos Primigenium” de la familia de  los bóvidos, artiodáctilo, ungulado en edad adulta y productora de leche, nada menos que con una figura de poliéster de menos de un metro de alzada, que parece asemejarse, para delicia de los pequeños y abuelos, a algo que parece a un  becerrito…………………

Ni que decir tienen que en nada aquello pueda ser  algo que pueda estar contemplado en ningún sitio como una prohibición , tampoco puede decirse que la cristalera se haya convertido en un establo, pues aunque esta figura procede de un Belem, el de la Anunciación, (donde tiene pesebre simulando que es un animal que bajea dando calor a la Encarnación) y mira por donde esta, como que se ha empeñado a pesar de sus años de estudios, y prepararse las duras oposiciones para se funcionaria   (sin duda con autoridad en alguna materia de las que nada tiene que ver con la promoción y publicidad en el comercio) en que, bajo la velada amenaza del susto del Boli, algo barrunta y no parece bueno, pues que......... como no se que es lo que quiere, lo mismo imagino que no pretenderá que retire el reclamo de carne lechal que puede visualizarse desde la calle, cuando tenemos tantas cosas en la que mirar, y si no, una vez llegado a la desetica calle a la altura donde se encuentra lo que segun parece advertir la funcionaria, como una vaca, pueden asomarse en la vitrina espacial para ver como en ella se aprecia junto con la carne los cielos azules, que quedan depositado sobre las mismas, tal que fuera un nuevo misterio, el de la encarnación de los cielos, y ni nota toma.

En la entrada de los eventos, pusieron alfombra de felpa gris, está rotulada como puerta Este, pero este camino es equivocado  porque por el  nunca se llegará al laberinto de la plaza de abastos, pues el elevador  tampoco tiene previsto detenerse en la plaza de la  Mayor indignación, por lo  que  continuará hasta lo que el alemán dispuso llamar nube, en su creación, frente a la pantalla de su ordenador, que por lo visto aquel día no tenia el programa con regla, escuadra y cartabón ,y con tantas vueltas y revueltas al raton, como que no puso ni una sola pared derecha.

 Eso si, inventó el “bujero”, la barreduela de cristal, la puerta inexistente, y la escalera acotada, lo cual no deja de ser una vista,  y que digo que podrían cambiarla un poquito para mejorar lo que cada día hay que ver, si es que se quiere mirar.

Si lo de la carrera, no solo es de estudio, pues mas parece de libro, lo de la puerta es de lamentar. Así nos va. Mi compadre me dijo que un día de estos me va a traer a su nieto para hacerle una foto subido en la figura de poliéster, que asemeja un pequeño ternero macho, y que pertenece al Belem de la Anunciación, y es de cajón que puede venir cuando quiera, pues no creo probable que le cambie de sitio, a menos que abran la puerta, entonces…….

Sevilla a  4 de Mayo de 2013

Francisco Rodriguez

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