Paseo de Agosto

La respuesta

Con un calor que espantaba hasta al emérito profesor Pastor, en su cotidiana visita al lugar de encuentro, que de insoportable estaba por huir de allí, incluso marchar si falta hiciera hacia la Extremadura, que es donde dicen que se van los pastores, al objeto de evitar que le diera un previsible soponcio, por aguantar los grados que a mister John, visiblemente sudando, y al punto de deshidratación, le tienen a mal traer, en un letargo propio de Arizona, rallando el aturdimiento, mientras espera su turno sentado en el banco de madera.
No era para menos, bajo las chapas de la provisionalidad que se acaba, cuando el reloj indica pasado el Ángelus, las 10 según Greewchi, hora solar, que el termómetro marca 36 grados centígrados a la sombra, el humedimetro, 65 %, y el en barometro la alta presión aleja la lluvia según dicen la medición hectopascal, lo suyo era como para salir corriendo.
A todo esto, sucedió que el paseante, que en su aburrimiento agosteño de paseo por la plaza puso oreja en la animada charla acerca de la inminente apertura de aquello, donde todos, incluso el emérito Pastor y el inefable mister John, esperamos que tenga aire acondicionado, al menos para no tener que sufrir nunca mas estas calores tan sofocantes, que en mañanas como esta derriten hasta las ideas, expresadas en un correcto ingles. Football, is stupid.
El buen señor quería explicarnos, todo lo que a lo largo de estos últimos años había sucedido en esto de lo de las “setas”, y por lo visto, según el, nadie había advertido.
Era una respuesta contundente, posiblemente cierta, en la que apenas añadía nada a lo mucho que se ha dicho, y se ha oído, se ha escrito, y se ha leído, se ha filmado, y se ha proyectado, se ha grabado y se ha emitido, con todo los tópicos de la ciudad de las personas, la callada mariana, la ciudad dormida, la construcción de un sueño, la pesadilla, el veneno de las setas, el voto de calidad, mas madera, mas dinero, e incluso lo de inaugurar la próxima primavera, sin decir el año.
Al final su conclusión era que lo de las setas se había llevado a cabo, no por que sea esta una idea del grupo socialista del Ayuntamiento, ni aunque hubiera sido un capricho personal. ¡No!, La respuesta, según se expresaba debía de ser demoledora y atentamente la estábamos aguardando, aunque a mister John esta le importara un “hito”.
Finalmente concluyo la tesis, para decir que lo de las setas se tendrá que tragar sin remedio, cosa que lamenta, tan solo por que estas no se le ocurrieron a los del pepé, que enseguia iba a permitir los socialistas semejante insulto a los sevillanos y la sevillanas, y por las que hilan les consentirían semejante despilfarro.
Se marchó, sin querer reconocer que eso hace mucho tiempo que se sabia, e incluso estaba escrito. Debió ser el calor lo que le creo la confusión, al pensar que aun siendo su respuesta la correcta en el asunto, se preguntaba, como que esta no tenia su aplicación, y es que, los problemas, cuanto mas sencillos de resolver, en política, las soluciones son siempre verdaderos problemas, si no de que se iban a justificar.
Sevilla a 21 de Agosto de 2010
Francisco Rodríguez