martes, 17 de agosto de 2010

de Domingo Gonzalez

Se desvanece paulatinamente el aire pompeyanos del Emperador de los barrios de Sevilla, conforme se acerca el crepúsculo de su mandato, su ego le lleva a tomar drásticas culminaciones que adornen el chabacano paseo de su reinado, ahora quiere concluir los “Champiñones” precipitando la entrega a los placeros de sus correspondientes “Puestos” sin la adecuada cobertura comercial que estimule a los sufridos clientes, además de la reducción de medios de transportes que los traigan a esta zona de la ciudad, por lo que deduzco que la finalidad de poder cumplir se anhelo en instalar a los placeros en el in concluido adefesio, solo tiene la intención de ponerse la medalla, sin tener presente que puede llevarlos al suicidio comercial colectivo con semejante determinación. En fin, ojalá me equivoque.
De toda forma, no deja de ser un edificio adornado de comentarios técnicos derroteros, rechazo de los defensores del patrimonio, y antitesis de la arquitectura Sevillana, y por supuesto, como siempre, realizado con el dinero del pueblo y con un presupuesto inflado el 100%.

Domingo González Pulido

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