Paco "el CUPONERO"

Energía renovable

Si se acercan por lo de la Encarnacion busquen a Paco el cuponero, y se admiraran de como conduce, con la temeridad de un chaval, su especial medio de locomocion. Gracias a la potencia que tiene, puede llevar su enorme humanidad con la levedad de lo ingrávido. La energía mueve todo su volumen haciéndolo parecer ligero. Gracias a la electricidad acumulada en las baterías se permite un lujo, que por simple, a el le seria imposible. Poder andar.
Paquito, eternamente Paquito, desde hace muchos años vive permanentemente sentado sobre una silla eléctrica.
El artefacto le transporta a cualquier lugar que su voluntad disponga, por eso evita los disparates arquitectónicos, que le aparecen con mas frecuencias de las deseadas, tomando rutas alternativas.
Acaso sea lo único que toma una vez que sale de su casa, no se la juega al azar caprichoso de darse el gusto por nada, y por ello se abstiene de todo, acaso por que no pueda alcanzar el “pelicano” a tiempo, pues nadie le garantiza que, aun permaneciendo encima del alto voltaje del acumulador, contar con la energía necesaria que pueda levantar el quintal antes de que convierta en alcantarilla el “ocean”.
Siendo cuarentón largo, nadie lo diría, mantiene una apariencia juvenil con la que nos embauca ofreciéndonos todos los días una suerte de números imposibles, con la que intenta sin acierto, cambiarnos la vida.
Paco, mi tocayo Paco, que pasa la suya encima de ese “pacomovil”, ha traído hoy algo que llevo años pidiendo traigan para esto de lo de la Encarnación, Encarnación si suerte, Encarnación sin números, Encarnación de energías renovables, Encarnación de “inrenovables”, Encarnación de alcantarillas y emisarios, Encarnación de “encarnaciones”, Encarnacion imposible, Encarnacion razonable, y Gavidia coherente.
Nada me pudo parecer más sorprendente que ver definitivamente las células fotovoltaicas, esas que son obligatorias, instaladas en un potente ventilador para refrescar toda la parte alta, donde parten las ideas, y todo ello sin consumir un solo vatio de los acumuladores del asiento.
Así pues, Paco, el vendedor de premios imposibles, trajo sin saberlo el premio de por que le dieron el premio a lo de la Encarnación, justo sobre su cabeza, la energía renovable, durante toda la mañana las células fotovoltaicas instaladas en el panel captaban los rayos de sol sobre la visera que daba sombra, protegiendo su cabeza, al tiempo que la refrigeraba, por la acción del potente ventilador. El premio.
La constructora esa que se aPREmia, esa que nos hace PERezosos, sin tener PERegrina idea de lo dice, merecería ser PERcutida en esto de la Encarnación, donde tanto tiempo se lleva PERdido, al menos hasta el ultimo céntimo que por la demora ha causado. PERo es que ahora solo se tiene prisa por otros conceptos, que no son energéticos. Y es que siempre por a boca muere el PER.
Sevilla a 17 de Junio de 2010
Francisco Rodríguez