(Como no pudo ser en Diciembre, del año del dragón de la puerta, se piensa que esta quede abierta en "Ablil" del año chino del caballito de madera)
Cierto es que todo debe de tener un porqué, lo que ocurre
es que este puede ser inexplicable, y en ocasiones no se explica.
Ocurre que en el porque dela Encarnación ,
pocas cosas en esta tiene explicación, al menos, un porqué que pudiera tener el
sentido de la frase que circula en el laberinto, por cierto, perdiendo, con el desgaste del
uso, todo el sentido al no encontrar el justificable porque.
Ocurre que en el porque de
Que porqué, puede tener que de los noventa y tres puestos
por mas que fueran enjaulantes receptáculos, para que otros tantos placeros lo
ocuparan en la provisionalidad, pues nada menos que después de treinta siete años, fuera reducido en
dos tercios. ¿Por qué?
Que porque, si solo tuviera uno, puede llegar a explicar el lamentable diseño de
un espacio que resulta claramente anticomercial como plaza de abastos, y en
especial para muchos de sus placeros, en la desolación de un viario absurdo.
Que porque puede tener el laso comportamiento de un
colectivo, que tiene una actitud de indolencia, en lo que le debe de ir su
lamentable presente y su incierto futuro. Todo puede tener un porqué pero este resulta a veces
inexplicable.
Se preguntaran porque las puertas en lo de la Encarnación tiene esa
extraña colocación, acaso sea el porque que no se detuvieron en estudiar la
optimización del recorrido, pero….¿Por qué?
Ahora se abre un nuevo porqué, tal como se dice que todo tiene, y que tiene que cerrarse, cual puerta. Este
trata de encontrar cual puede ser, y no saben bien como cuesta de encontrar, al igual que la
puerta inexistente por el momento, y no es otro que conocer………el cuando.
Sevilla a 16 de Marzo de 2014
Francisco Rodriguez Estevez
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