Aceptamos, pulpo. (Mentiras no vale)
Hace mucho tiempo que no le creo nada, de nada, de nada de lo que
dice, y menos aun después de oír las ultimas palabras, que por como las dice, seguro que estas tienen solo en el , todo el
convencimiento de su certeza, sin tener que discernir para nada si por estar en
el error, salvo los propios, nadie le cree, o por que cree, que nadie, ni sus mas
cercanos allegados y colaboradores, se dado cuenta de, en donde está metido
desde hace mucho tiempo.
Las ultimas declaraciones me hicieron parecer que lo de las setas estuviera en otra ciudad,
nunca imaginé los beneficios económicos que, según el discurso, (el mismo del
delegado), han generado estas sobre lo de la Encarnación. Parecían ser ciertos los datos enumerados con todo detalle, uno a uno, los
millones de beneficios que ha recibido esta ciudad, y que han sido ignorados al
parecer intencionadamente.
Es de esperar que estos datos salgan publicados en la prensa,
y tener la certeza de los cientos de puestos de trabajos, y la cantidad de
empresas que crearon riquezas alrededor de
proyecto panacea, lo que ha permitido que esta ciudad, gracias a semejante
cosa, rompa definitivamente con el pasado que la tenía anquilosada.
Es cierto que en el año 2007, era un proyecto imposible,
pero también era una apuesta personal, ¡Hagan juego!, y confiando en la
corazonada de los números, como si fuera una ruleta, y confiando en la suerte, y en la fiabilidad
de la palabra de los técnicos que encontrarían una solución, antes partía
que doblá, no se tuvo ninguna duda en jugar, y arriesgar todo, por un proyecto que
fuera en el futuro un icono que le recordara, y efectivamente.
El experimento no
se hizo con gaseosa, y la patente del pegamento, junto con el sistema de pernos, y las
distintas técnicas que deberían de haber estado todas probadas y con garantías en otro
proyectos llevados a cabo con anterioridad, pues nada de nada, resulta que fue
el dinero publico de esta ciudad el que corrió el riesgo de la apuesta
personal, que según dicen, se hizo posible, por suerte, hace nada de tiempo, cuando el
anterior delegado dejo el asunto imposible convertido en posible. ¡Más madera!
Dicen que tardaron un año, pero las cuentas siempre las
hacen mal, pues desde julio de 2007, cuando se puso la primera madera de la
seta uno, a Marzo de 2010, cuando el Sr. Celis deja las setas siendo un
proyecto posible, pues pasaron treinta y tres meses, con aquello dando vueltas, cosa que no quiere
decir que haya dejado de rodar, mas cuando no se sabe nada de cómo se resolverá
la seta seis, que el problema no es de setas, si no de engaños.
Sevilla a 20 de Julio de 2010
Francisco Rodriguez
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