martes, 25 de marzo de 2014


Poco a poco

Como la responsabilidad en lo de la Encarnación, que ya sabéis que son dos, no dan señales de vida en este asunto, hace temer esa sensación de lo muerto, que mira por donde, hasta puede hacer cumplir la predicción del santero cubano, aquel gigante de ébano que vino en el noventa y dos, para predecir tantas cosa de lo de la Encarnación que lo verdaderamente increíble resulta conocer el numero de acierto.

La Encarnación como mal ejemplo, por ejemplo, de lo que pudiera ser una plaza de abastos, nos lleva a aceptar sin otro remedio lo que allí se hizo, pero ademas hacerlo nada menos que como si aquello fuera “la vanguardia”, pues el modernismo dejó de ser moderno hace muchísimos años.

No queda otra opción mas que acatar el hecho consumado, por mucho que nos pudiera pedir el cuerpo, cuando menos en lo que llaman plaza municipal de abastos, a menos que por parte de  las responsabilidades, las dos, tengan el gesto de ir poco a poco subsanando los errores en tanto horror, y no solo en las aleatoria colocación de las puertas, que merecería ser cambiadas, e incluso por cumplir la Ley de Accesibilidad e instalar una como mínimo que fuera automática. Pero, ¡hay tanto por hacer!  

Cierto es que ya no ruge el bicho en las primeras horas de la mañana, lanzando el alarido de una bestia herida, es cierto que de sus fauces ya no sale el ponzoñoso resoplido que colmataba de calor la sinuosa calle, dejando en cuantos pasaban buscando en la desorientación, donde se encontraba el estoma de semejante engendro, que mas parecía cloaca por lo que largaba.

Es cierto, ya no brama a la llegada del día, tampoco expele el contaminado soplo, tal como la hacia antes, ahora despide efluvios de lo que se cuece, y en ocasiones lo que succiona los camiones de los pozos negros que guardan el sedimento hebdomadario, cosa que a decir verdad nunca ocurrió, ni en el vetusto mercado, ni en los treinta y ocho años del provisional. Poco a poco.

Hace para un mes que la responsabilidad en, lo de la Encarnación, que son dos, la municipal por escrito realizó la comunicación de que aquello esta en vía de solución, la otra la concesionaria, tuvo a bien decir, vía teléfono,  que estando de su mano haría todo lo posible. Ya ven poco a poco, el vaticinio del santero cubano, tiene peor final, y ya era un reto pronosticar 18 años antes que esta acabaría en madera. Con lo sencillito que podría ser ir arreglando las cosas poco a poco, en lugar de dejar que pueda ocurrir el presagio.

Sevilla a 25 de Marzo de 2014
Francisco Rodriguez Estevez

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